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Estudiantes de La Plata arrancó la segunda fecha de la Liga Argentina con el pie torcido, pero la historia cambió gracias a una jugada que no necesita subtítulos. Edwuin Cetré, discutido, criticado, y en los márgenes del equipo titular, ingresó en la cancha para responder donde más duele: en el marcador.
El colombiano entró al entretiempo, con su equipo perdiendo 0-1 frente a Huracán por un gol tempranero de Fabio Pereyra. El “Pincha” buscaba aire, ideas, y encontró una obra de arte. Corría el minuto 66 cuando Guido Carrillo peinó un balón que cayó en zona de nadie… hasta que apareció Cetré.
Control cero, cálculo total. El delantero giró en el aire y soltó una chilena quirúrgica que se metió en el segundo palo, dejando sin reacción al arquero Sebastián Meza.
Fue su manera de romper el silencio. De callar las críticas que le llueven desde hace meses por su bajo rendimiento. Esta vez no fue solo una celebración. Tras abrazarse con sus compañeros, Cetré se giró hacia la tribuna y devolvió miradas. No habló, pero lo dijo todo.
Su último grito con Estudiantes había sido en la Copa Libertadores, frente a Carabobo, dos meses atrás. En la Liga local no marcaba desde el 7 de febrero.
Cinco minutos después, Alexis Castro completó la remontada y selló el 2-1 definitivo. Estudiantes sumó sus primeros tres puntos del torneo y se acomoda en la séptima posición del Grupo A. En la próxima fecha, enfrentará a Racing.
Cetré, mientras tanto, recupera algo más que confianza: vuelve a ser noticia por lo que hace con la pelota. Y vaya que lo necesitaba.
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