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La sanción que le impuso hace dos semanas la UEFA al Manchester City por violar el Fair Play Financiero le impedirá participar en la Champions League en las próximas dos temporadas. Esta es la peor noticia que el club ‘citizen’, en este momento de su temporada, de su proceso y de su exitosa historia reciente, pudo recibir. Y esto por una razón muy sencilla: el City, como pocos clubes, es un equipo totalmente armado para ganar la Champions.
El club se viene reforzando hace años para levantar la ‘orejona’, invirtiendo millones y millones de euros. Es la razón por la que trajo a Pep. Es la razón por la que aterrizaron en Manchester Cancelo, Rodri, Walker. Es la razón por la que Agüero no se ha movido de equipo y Otamendi no está en China y De Bruyne no es jugador del Real Madrid. La Champions es la razón de ser de este City.
Y muchos dirán que la Premier, siendo la mejor liga del mundo, tiene lo suyo, y que competir por ella es reto suficiente. Y puede ser, pero casi todos los jugadores de la plantilla actual de Guardiola ya ganaron la liga inglesa al menos una vez. Y además, es innegable que la Champions tiene un prestigio y una mística que no tiene ninguna liga. Es un sueño esquivo para todos los miembros del equipo de Pep, seguro uno de los más grandes objetivos profesionales de muchos de ellos.
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Así que es muy difícil la situación para los jugadores y para el club. Entre otras cosas, hay que tener en cuenta que volver a ganar la Premier no va a ser una tarea fácil, por como está el Liverpool, que no da señales de que en algún momento vaya a desacelerar. Y de darse en la próxima temporada un escenario como el de la temporada actual, con un Liverpool inalcanzable en el torneo local, el City estaría acabado sin la Champions. Sería una temporada sin propósito, casi inútil, y con un final prematuro. Tomemos como ejemplo la situación del City a día de hoy: de no ser por el cruce electrizante frente al Madrid en la Champions, el equipo no se juega nada.
Pep ya dijo que se queda. Que trabajará con el equipo así jueguen en la “League Two” (cuarta división inglesa). Y bueno, habrá que ver. Mucho podrá querer Guardiola al equipo, y mucho deberá ganar con su contrato actual. Pero, mal que bien, indudablemente el entrenador catalán también tendrá objetivos personales, y ya son nueve años desde la última vez que ganó una Champions, esa vez con el Barcelona en Wembley. Dos años más (como mínimo) de espera evidentemente tienen su peso.
No significa, tampoco, que Guardiola necesariamente vaya a cambiar de club. Pero sí significa que su salida de Inglaterra es mucho más probable de lo que sería de no haberse dado la sanción. Así mismo su retorno al Barcelona, con lo que se ha empezado a insinuar (¿quién sino Pep para volver a hacer feliz a Messi?).
E igual con muchos de los jugadores. Caso Kevin de Bruyne, caso Sterling, cracks de nivel mundial que lo han ganado todo a nivel doméstico, y algo de ansia deben tener por lograr el título de clubes más importante del mundo.
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Y en el caso de Agüero, por ejemplo, o de Gündogan, ya están en un punto de sus carreras en el que va a empezar a escasear la oportunidad de llevarse la Champions. El ‘Kun’ dijo alguna vez, en una entrevista remota por allá en el 2014, que no se iría del City hasta ganar el torneo continental. ¿Seguirá esperando? No nos engañemos con el consabido “el amor por la camiseta pesa más”, porque en el fútbol de hoy esa es la excepción en vez de la norma. Es probable que vengan muchas salidas en el verano.
¿Qué significa todo esto? Pues primero, el club apelará la decisión, así que en últimas habrá que esperar, y existe la posibilidad de que los dos años de sanción terminen en uno solo. Pero hoy, sobre los hombros de cada uno de los jugadores hay una presión enorme, alebrestada por una una sensación de "ahoraonunca" sofocante. Así que una cosa seguro: hay malas noticias para el Madrid, y para el que venga después, porque este semestre, el City se tiene que matar por la Champions.