Chapecoense regresó a Medellín, cinco meses después del accidente aéreo en las montañas de Antioquia que le costó la vida a 71 integrantes de la delegación que iba a disputar la final de la Copa Sudamericana. Las heridas aún están abiertas para los sobrevivientes de la tragedia. Tal vez nada las cerrará, pero ellos siguen dándole la cara a la vida. Dos de los jugadores que se salvaron llegaron en la tarde de este miércoles a la capital antioqueña: Jackson Follman y Alan Ruschel.
“Me siento muy feliz”, dijo Follman a su llegada al aeropuerto José María Córdova. “Estaba muy ansioso por llegar aquí otra vez, por sentir ese cariño que todos nos transmitieron”, dijo el arquero, quien después recibió un homenaje por parte del Hotel San Fernando Plaza. “Quiero darles un abrazo a todas las personas que cuidaron de mí”, agregó Follman en diálogo con El Colombiano.
Jackson Follman perdió parte de su pierna derecha en el accidente aéreo. Pero eso nunca ha sido para él un impedimento. Se levantó y ha trabajado muy fuerte en su recuperación. Tiene una prótesis a la que se está acostumbrando. “Estoy aprendiendo a caminar, pero me siento tranquilo, no tengo odio hacia a nadie por lo sucedido”, agregó el ex arquero en declaraciones al medio antioqueño.
Follman y Ruschel fueron los primeros en llegar con sus familias a la capital antioqueña. Horas más tarde llegaron Hélio Neto y Rafael Hensel mientras que el resto del equipo se unió a las 6:00 p.m. La visita de los sobrevivientes está enmarcada por un nuevo homenaje a Chapecoense, todos estarán en Medellín para el partido de vuelta por la Recopa Sudamericana.