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En el Mundial de Estados Unidos 1994, Suecia tuvo un torneo inolvidable. Liderados por Tomas Brolin, Martin Dahlin y el joven Henrik Larsson, los escandinavos llegaron hasta semifinales, fase en la que perdieron frente a Brasil (1-0). Posteriormente se quedaron con el tercer puesto tras vencer a Bulgaria 4-0. Es un verano que se añora en tierras suecas. Fue una presentación que ni con estrellas de nivel internacional, como Fredrik Ljunberg, Zlatan Ibrahimovic, Kim Kallstrom o Martin Olsson, se pudo emular. Todos fueron saliendo de la selección con los años y después de la Euro de 2016, la última gran estrella, Zlatan, dijo adiós. (Vea aquí nuestro especial del Mundial de Rusia 2018)
El camino a Rusia fue largo, lleno de obstáculos y abismos. Quedaron ubicados en el grupo A de la clasificación europea junto a otras selecciones como Francia, finalista de la Euro 2016, y Holanda, tercero en la Copa del Mundo de Brasil. Lo completaron Bulgaria, Bielorrusia y Luxemburgo. Sorprendentemente, dejaron a Holanda en el camino y en el repechaje superaron a la selección de Italia. Siempre afrontando cada encuentro con una sola consigna: unión. Esa es la base del seleccionado que dirige Janne Andersson.
“Trabajamos como un equipo, los jugadores, el cuerpo técnico, todo el staff estamos enfocados en que podemos realizar una buena Copa”, dijo el entrenador, después de que su selección volviera a dejar a propios y extraños con los ojos abiertos tras vencer a México por tres goles y terminar en la primera posición del grupo F, por encima del Tri y de la selección alemana, actual campeona mundial y una de las que era favorita para ganar el torneo. “Estoy muy orgulloso de la forma en la que este equipo está afrontando el campeonato. Es una escuadra unida, que se ha acoplado bien y en la que cada jugador conoce muy bien sus funciones dentro del terreno”. (Lea: John Guidetti, el sueco revelación al que una infección casi lo saca del fútbol)
Suecia llegó sin grandes figuras a Rusia y aunque Zlatan quiso regresar, el seleccionador optó por dejarlo fuera. Proseguir el camino con los futbolistas que se rompieron el lomo para llegar al Mundial y mantener el buen ambiente dentro del grupo. “Si buscas equipo en Google podrás ver una foto de nuestra selección”, dijo el delantero sueco John Guidetti a los medios. Esa unión ha sido fundamental para que dentro del plantel haya una armonía que poco se había visto y una fe muy alta. “Todos tenemos una seguridad muy grande en lo que podemos alcanzar, no sé cuáles son las expectativas fuera, pero así son las cosas en el seno de este equipo”, afirmó el defensor Pontus Jansson.
El seleccionado nórdico llega a los octavos de final de una Copa del Mundo por cuarta ocasión consecutiva. En las últimas dos (2002 y 2006) se quedó en esta fase: Senegal y Alemania fueron sus verdugos. Ahora parecen llegar con buen pie, con un equipo que rema y navega hacia un norte establecido. Con la ilusión de llamar la atención del mundo, seguir sorprendiendo a propios y extraños con su juego. Su primer escollo en el camino para mejorar lo hecho hace 24 años será Suiza, al que creen que unidos, pueden superar. (Puede leer: El profesor de matemáticas que será el árbitro del duelo de Colombia ante Inglaterra)