Alexis Viera, el uruguayo que se enamoró de Colombia

América de Cali

Un pulpo que con sus brazos ha tocado la sensibilidad del pueblo colombiano al que tanto ama. Ese, es Alexis Viera. Un profesional inmenso que, como muchos foráneos, se queda tras pisar suelo cafetero.

Montevideo lo vio nacer un 18 de octubre, en 1978. Dieciocho años después debutó con el Racing de la capital uruguaya, club en que es recordado por lograr el ascenso a primera división. Paradójicamente jugó en los dos más grandes rivales del balompié ‘charrua’: Peñarol y Nacional. Siendo este último, su casa en el país oriental.

En Colombia empezó a ser conocido cuando transcurría el año 2009 y fue fichado por América de Cali. Se hizo no solo jugador sino fanático furibundo del ‘Escarlata’. “Casi no armo la maleta cuando me dijeron América, vine volando. América en el continente es muy grande. Es un orgullo defender esta camiseta, entregarme al máximo y dejar la vida en cada partido. Vengo para ganar y Dios permita lograr todos los objetivos”, manifestó Viera en su momento.

“Nos tratan a las mil maravillas. Mucha gente me advirtió de venir a Colombia, pero no saben el país que es. Su gente, el buen trato y las costumbres te enamoran. Aquí se vive feliz y tranquilo. Estoy agradecido por conocer una ciudad como Cali y haber logrado nuevos amigos”, decía el meta.

Su gentilicio retumbaba en el Pascual cada vez que su imagen enérgica saltaba al gramado caleño. La primera etapa de aquel amor, solo duró un año; en 2010 se fue a Chile para vestir el buzo de Ñublense. “Me duele hacer esto, no me queda de otra porque nadie dio la cara. Pero estoy seguro que regresaré”, dijo en aquellos tiempos el portero.

Y como un caballero que es, no traicionó su palabra. Luego de haber derramado múltiples lágrimas desde Chile por el descenso de América, regresó en 2013 para cumplir con la difícil misión de ascenderlo a primera. Efectivamente una misión tan difícil que ni el guerrero uruguayo pudo concretar. Esta vez no tuvo el mismo final feliz que había experimentado en Racing de Montevideo. Dos años posteriores a su vuelta, se tuvo que ir de su amado rojo por decisión técnica y dirigencial. Su nuevo destino fue el Dépor.

El pasado martes dos desadaptados atentaron de forma infame contra su integridad, y hoy lucha por su salud mientras millones de colombianos ruegan por su recuperación.

“Se juega el partido de su vida y lo vamos a ganar, de esta salimos porque salimos”, expresó Andrea, su esposa.

Si las palabras tienen fuerza es hora de que se la brinden al pulpo que con sus tentáculos decidió gestar acciones destacables para Colombia. Formó empresa y, tanto él como su familia, sienten a Cali como su sitio en el mundo. Un lugar que vio manchado su idolatría hacia el portero por el acto de los dos señalados delincuentes.

Aunque la situación de Alexis Viera es crítica, el más colombiano de los uruguayos, continúa disputando su atajada vital, contra la adversidad causada en una nación que ama tanto como a sus guantes.