El congreso de la UEFA adoptó formalmente una resolución que endurece las sanciones en caso de actos racistas en los estadios.
La UEFA impondrá un mínimo de diez partidos de suspensión a los autores de actos discriminatorios, jugadores o dirigentes, durante los partidos de fútbol en Europa, según los términos de esta resolución presentada la víspera y votada por unanimidad.
Cuando los aficionados sean protagonistas de comportamientos racistas, el estadio concernido será sancionado con un cierre parcial en la primera infracción y uno total y una multa de 50.000 euros en caso de reincidencia.
"La UEFA decidió pasar a la velocidad superior", declaró el presidente de la confederación europea de fútbol, Michel Platini.
"Es un gran momento en la historia del fútbol y de la lucha contra las discriminaciones. Gracias por vuestra toma de consciencia", añadió.
El secretario general de la UEFA, Gianni Infantino, estimó por su parte que la UEFA debe "seguir fuerte y firme y continuar siendo líder en esta lucha contra el racismo".