Robert Farah fue uno de los responsables de llevar el tenis colombiano a su punto más alto. Él y Juan Sebastián Cabal se consagraron campeones de Wimbledon y el US Open en 2019, logros que les permitieron hacerse con el primer lugar del escalafón de la ATP en su modalidad. Juntos ganaron 19 títulos en el circuito y ambos colgaron la raqueta en 2023.
Gánale la carrera a la desinformación NO TE QUEDES CON LAS GANAS DE LEER ESTE ARTÍCULO
¿Ya tienes una cuenta? Inicia sesión para continuar
Tras el retiro, Farah, de 38 años, ha aprovechado para compartir más tiempo en familia, algo que la agitada agenda en la élite no le permitió hacer con frecuencia. Con su esposa, la golfista española Belén Mozo, se establecieron en Pereira y ya tienen dos hijos: Cala y Enzo.
En caso de que alguno de ellos se decida por el alto rendimiento al crecer, tendrá un abanico de opciones. “En este momento hay de todo en la casa: hay pala, hay raqueta, hay palos de golf... Mientras que estén involucrados en el deporte, estaré bastante contento con eso”, comentó el extenista en diálogo con El Espectador.
Ya son casi dos años desde que dejó las canchas y lo que más extraña es ese reto personal de empujarse al límite. Aunque ya no compite a nivel profesional, el vallecaucano de origen libanés sigue vinculado al deporte, pero como promotor en Colombia del pádel, una disciplina parecida al tenis, pero a la vez muy diferente.
Un párrafo es un espacio muy limitado para señalar los parecidos y las diferencias, pero lo clave, en las similitudes, es que ambos se juegan con una pelota y un implemento para golpearla. En el tenis los partidos suelen ser más largos y físicamente exigentes debido a la velocidad y la distancia recorrida, mientras que en el pádel, con una cancha más pequeña y con paredes que prolongan los puntos, hay menos desgaste en términos de recorrido, pero sí bastante dinamismo.
Farah no se ha desligado del tenis, lo sigue como un aficionado más. “Me pongo supernervioso viendo la Copa Davis, soy fan del equipo y quiero que les vaya muy bien. Infortunadamente, no hemos contado siempre con los mejores nombres que podemos tener, pero mientras, creo que los nuevos integrantes han sacado muy bien la cara por el país”.
El futuro del tenis colombiano
Destacó nombres para el futuro como Alejandro Arcila y Miguel Tobón Jr., quienes han hecho sus procesos en academias del exterior, pero también resaltó la importancia que ha tenido Colsanitas en la formación de talento local. “Pienso que ahí la inversión privada hizo mucho. El público solo vio al Cabal o al Santiago Giraldo, al Alejandro Falla o al Farah, pero detrás de nosotros hubo 60 o 70 niños dentro de ese semillero. Hicieron una gran apuesta y al final pagó”.
Sobre la financiación pública, el exnúmero uno del mundo afirmó que es un tema complicado y que lo primordial, en su opinión, es especializar los fondos para poder sacar adelante los procesos de los jugadores. Considera que la Federación Colombiana de Tenis hace lo mejor que puede para aprovechar al dinero disponible y expresó su preocupación por el presupuesto asignado al deporte de alto rendimiento.
Cada detalle cuenta para explotar el potencial de las próximas generaciones. “Ahora es más difícil ser tenista. Somos más humanos en la tierra y eso hace que ya la competencia sea mayor. Se profesionaliza todo, entonces las pequeñas diferencias que podías encontrar antes para sacarles ventaja a los otros, ya no lo son tanto porque todo el mundo lo está haciendo”.
Sobre lo que puede hacer cada tenista por su lado, Farah recordó la principal enseñanza que le dejó Jeff Coetzee, el sudafricano que lo entrenó y le permitió junto a Cabal ser los mejores del mundo.
“Cuando ganábamos un partido durísimo nos íbamos saltando al gimnasio, pero Jeff llegaba como si se hubiera muerto alguien. Nos decía: ‘Bien jugado, pero vamos ya para la cancha para repasar esto, esto y esto’. Nos demoramos siete años en sacarle un piropo. Él no estaba pensando solo en ganar los partidos, sino en sacar nuestra mejor versión”.
Su nueva vida en el pádel
El tenista nacido en Canadá, pero criado en Cali, es uno de los principales promotores de este deporte en el país. La primera vez que lo practicó fue en 2013, en España. Al principio jugaba como si fuera tenis, pero poco a poco se acostumbró a usar las paredes a su favor y adquirió la técnica para ejecutar el smash.
Farah creó junto a Alejandro Falla y Juan Sebastián Cabal la gira CFF Coordinadora Pádel Tour. En esta nueva etapa de su vida ha disfrutado con los amigos que le dejó el deporte blanco, al tiempo que emprende con ellos. El vallecaucano, quien estudió Economía en la Universidad de California del Sur, en Estados Unidos, trata de recrear un poco de lo aprendido en esa etapa.
“Ya son exactamente 20 canchas que hay que gerenciar. Pasé de dobles de tenis a dobles de pádel y casi que siempre juego con Sebas, que también tiene sus canchas en Cali”. Tanto él como su compañero han sido embajadores de la disciplina en Colombia y han atraído patrocinadores como Itaú, del que Robert es embajador.
Farah inauguró su primera cancha de pádel en 2023, en Pereira. En alianza con Itaú, celebró este mes la apertura de La Pala, que ya es el cuarto club que abre en Colombia y que queda en el norte de Bogotá. Sueña con que, más pronto que tarde, haya colombianos presentes en el Premier Pádel, la élite de esta disciplina.
🚴🏻⚽🏀 ¿Lo último en deportes?: Todo lo que debe saber del deporte mundial está en El Espectador