Corey Seager y su bate oportuno
El paracortos de los Dodgers de Los Ángeles fue el Jugador Más Valioso de la Serie Mundial. Un talento al servicio del equipo.
Cuando debutó en el béisbol de las Grandes Ligas, en la temporada 2016, Corey Seager ganó un Bate de Plata y fue elegido de forma unánime como el Novato del Año de la Liga Nacional. Ese fue solo el comienzo de una brillante y meteórica carrera. El campocorto se convirtió este martes en el Jugador Más Valioso de la Serie Mundial que ganaron los Dodgers de Los Ángeles, tras 32 años de sequía.
Seager logró un doblete poco común en octubre, pues fue el MVP del Clásico de Otoño y lo había sido ya de la Serie de Campeonato de Liga Nacional. Así lo hizo el abridor zurdo Orel Hershiser cuando los Dodgers ganaron su anterior título de Serie Mundial, en 1988.
En el sexto juego de la final del béisbol de la Mayores los Dodgers vencieron 3-1 a los Rays de Tampa Bay, dejando la serie 4-2 al mejor de siete y consiguiendo el título de campeones, el séptimo de su historia.
La aporte decisivo de Seager en este juego llegó en la parte baja de la sexta entrada cuando conectó un imparable hacia la primera base y empujó la segunda carrera de los Dodgers, que les daría la ventaja definitiva en el Clásico de Otoño.
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Seager bateó para promedio de .400 con dos jonrones, cinco carreras impulsadas y seis bases por bolas contra los Rayas de Tampa Bay, incluido un roletazo en la sexta entrada que permitió al jardinero derecho Mookie Betts llegar a la registradora desde la tercera base con la carrera de la ventaja.
El campocorto de los Dodgers, de 26 años, bateó para .310 con cinco cuadrangulares y 11 carreras impulsadas en la victoria de siete juegos sobre los Bravos de Atlanta en la Serie de Campeonato de la Liga Nacional, incluyendo tres jonrones mientras los Dodgers lucharon contra la eliminación en los partidos cinco y seis.
Seager impulsó carreras en cinco apariciones consecutivas en el plato, comenzando con los últimos dos turnos al bate del segundo juego, igualando una hazaña que sólo había logrado el puertorriqueño Carlos Beltrán, de los Astros de Houston, en el 2004.
El MVP anterior tanto de la Serie de Campeonato de la Liga como de la Serie Mundial en el mismo año fue el lanzador de los Gigantes de San Francisco, Madison Bumgarner, en el 2014. De hecho, solamente ocho jugadores lo han logrado, todos de equipos correspondientes a la Liga Nacional.
Corey es el sexto campocorto en ser nombrado Jugador Más Valioso de una Serie Mundial. Antes lo fueron el colombiano Edgar Rentería (Gigantes, 2010), David Eckstein (Cardenales, 2006), Derek Jeter (Yanquis 2000), Alan Trammell (Tigres, 1984) y Bucky Dent (Yanquis, 1978).
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Seager nació en Charlotte, Carolina del Norte, en 1994. Fue escogido en la primera ronda del draft de 2012 por los Dodgers, pero inició su carrera profesional con los Ogden Raptor, de la Pionner League. Fue el Jugador del Año en las Ligas Menores en 2015, lo que le valió para ser llamado a la nómina de los Dodgers al año siguiente.
“Es un jugador muy confiable a la defensiva, con gran personalidad. Peor su mayo virtud diría yo que es el oportunismo con el bate. Aparece cuando el equipo lo necesita”, explica su manager, Dave Roberts.
En cinco temporadas con los azules de Los Ángeles, contribuyó para llegar a tres Series Mundiales y para ganar la de 2020, que terminó con una racha de 32 años sin celebraciones.
Cuando debutó en el béisbol de las Grandes Ligas, en la temporada 2016, Corey Seager ganó un Bate de Plata y fue elegido de forma unánime como el Novato del Año de la Liga Nacional. Ese fue solo el comienzo de una brillante y meteórica carrera. El campocorto se convirtió este martes en el Jugador Más Valioso de la Serie Mundial que ganaron los Dodgers de Los Ángeles, tras 32 años de sequía.
Seager logró un doblete poco común en octubre, pues fue el MVP del Clásico de Otoño y lo había sido ya de la Serie de Campeonato de Liga Nacional. Así lo hizo el abridor zurdo Orel Hershiser cuando los Dodgers ganaron su anterior título de Serie Mundial, en 1988.
En el sexto juego de la final del béisbol de la Mayores los Dodgers vencieron 3-1 a los Rays de Tampa Bay, dejando la serie 4-2 al mejor de siete y consiguiendo el título de campeones, el séptimo de su historia.
La aporte decisivo de Seager en este juego llegó en la parte baja de la sexta entrada cuando conectó un imparable hacia la primera base y empujó la segunda carrera de los Dodgers, que les daría la ventaja definitiva en el Clásico de Otoño.
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Seager bateó para promedio de .400 con dos jonrones, cinco carreras impulsadas y seis bases por bolas contra los Rayas de Tampa Bay, incluido un roletazo en la sexta entrada que permitió al jardinero derecho Mookie Betts llegar a la registradora desde la tercera base con la carrera de la ventaja.
El campocorto de los Dodgers, de 26 años, bateó para .310 con cinco cuadrangulares y 11 carreras impulsadas en la victoria de siete juegos sobre los Bravos de Atlanta en la Serie de Campeonato de la Liga Nacional, incluyendo tres jonrones mientras los Dodgers lucharon contra la eliminación en los partidos cinco y seis.
Seager impulsó carreras en cinco apariciones consecutivas en el plato, comenzando con los últimos dos turnos al bate del segundo juego, igualando una hazaña que sólo había logrado el puertorriqueño Carlos Beltrán, de los Astros de Houston, en el 2004.
El MVP anterior tanto de la Serie de Campeonato de la Liga como de la Serie Mundial en el mismo año fue el lanzador de los Gigantes de San Francisco, Madison Bumgarner, en el 2014. De hecho, solamente ocho jugadores lo han logrado, todos de equipos correspondientes a la Liga Nacional.
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“Es un jugador muy confiable a la defensiva, con gran personalidad. Peor su mayo virtud diría yo que es el oportunismo con el bate. Aparece cuando el equipo lo necesita”, explica su manager, Dave Roberts.
En cinco temporadas con los azules de Los Ángeles, contribuyó para llegar a tres Series Mundiales y para ganar la de 2020, que terminó con una racha de 32 años sin celebraciones.