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El legendario ala-pívot alemán Dirk Nowitzki anunció su retiro de las canchas tras 21 temporadas en la NBA, la liga de baloncesto de los Estados Unidos. Lo hizo al finalizar el partido que su equipo, los Mavericks de Dallas, le ganó por 120-109 a los Suns de Phoenix.
Nowitzki se despidió por la puerta grande al aportar 30 puntos en su último partido en casa. Ya en marzo pasado emocionó a los aficionados de Dallas al superar al legendario Wilt Chamberlain y ascender al sexto lugar en la lista de máximos anotadores en la historia de la NBA, que ahora ocupa con 31.540 puntos.
El mejor basquetbolista alemán de la historia y seguramente uno de los del podio europeo, es el jugador extranjero con más puntos en la historia de la NBA. Además rompió el récord del escolta Kobe Bryant de 20 temporadas con la misma franquicia, aunque alcanzar esa hazaña le costó, debido a las complicaciones tras una cirugía de tobillo que le mantuvo apartado de las canchas durante los primeros 26 partidos de la presente temporada.
Aunque Nowizki, de 40 años, no había querido oficializar sus planes de retiro y el dueño de los Mavericks, Mark Cuban, estaba abierto a que jugase hasta que quisiera, la realidad es que su aporte al equipo era ya muy limitado.
Tras los discursos del legendario de Larry Bird y otros exjugadores a los que Nowitzki idolatró durante su infancia, reveló a los aficionados que iban a verlo en su último partido. "Esto es, obviamente, súper, súper emocionante. Hay muchas personas a las que debo darles mi agradecimiento", declaró.
"Tuvimos una gran aventura con muchos altibajos y ustedes siempre se mantuvieron a mi lado y me apoyaron. Lo aprecio", aseguró. Carteles con el rostro de Nowitzki fueron colocados en la mayoría de los 20.000 asientos de la American Airlines Center y un gran mural con su figura se colgó en cada una de las entradas del pabellón.
Cambio la historia
Sin duda, hay un antes y un después desde la llegada de Dirk Nowitzki a la NBA. La leyenda alemana terminó con los prejuicios hacia los jugadores europeos y abrió una ventana que la gran liga estadounidense no ha dejado de explotar. ¿Quién estaba dispuesto a apostar a finales de los 90 por un adolescente desgarbado, con el pelo teñido de rubio platino, formado en un humilde club de la segunda división alemana?
Los Milwaukee Bucks tuvieron mucho ojo al elegirlo con el número 9 del Draft de 1998, pero fallaron al enviarlo a Dallas. Nowitzki, en un primer momento, deseaba continuar dos temporadas más en Alemania para consolidar su crecimiento, antes de enfrentarse a los físicos espectaculares de la NBA.
Pero el entrenador de los Mavericks de la época, el legendario Don Nelson, viajó a su ciudad natal, Wurzburg, en el sur de Alemania, y le convenció de dar el salto. "Sentí que tenía la capacidad para disputar un día el All Star Game y permitirnos construir un equipo alrededor de él", recordó recientemente Nelson, que dirigió a los Mavericks entre 1997 y 2005. "Nadie podía haber intuido que iba a marcar más de 30.000 puntos, pero yo sabía que sería un gran jugador", explicó.
Nowitzki no fue el primer europeo, ni siquiera el primer alemán, en buscar su oportunidad en la NBA. Su compatriota Detlef Schrempf tuvo un papel importante en los Seattle Supersonics y llegó a disputar la final de 1996.
El MVP de 2007
Pero sí fue el primer europeo en convertirse en un jugador franquicia, la estrella de un equipo NBA, aunque sus inicios en Dallas, que no había disputado el play-offs desde 1990, no fueron fáciles. Nowitzki finalizó su primera campaña con 8,2 puntos y 3,4 rebotes de promedio e incluso pensó en volver a Alemania. Como pasaba en la época, el entorno de la NBA bromeaba sobre sus lagunas en defensa y su falta de potencia.
Pero el alemán de 2,13 metros siguió los consejos de su compañero Steve Nash y en 2000 estuvo cerca de ganar el trofeo al jugador con más progreso. La máquina ya había empezado a carburar y alcanzó el ritmo de crucero en 2006, cuando llevó a los Mavericks a la final de la liga, en la que cayeron ante los Miami Heats (4-2).
Tuvo su revancha la siguiente temporada, en la que se convirtió en MVP (Jugador Más Valioso) por delante de su antiguo compañero Steve Nash, que se había ido a los Phoenix Suns, y de la leyenda de los Lakers Kobe Bryant. Fue el primer europeo, y por ahora el único, en alcanzar el trofeo individual más prestigioso, gracias principalmente a su impresionante regularidad en el tiro.
Conocido como 'Swish'
Nowitzki, conocido como 'Swish', en referencia al sonido que hacía el balón con la red en sus canastas, tiene uno de los tiros más estéticos de la historia del baloncesto. Durante toda su carrera no paró de trabajar junto con su mentor, Holger Geschwindner, quien le descubrió en Würzburg y le acompañó a Dallas.
Nowitzki también causó estragos con su 'fadeaway', un tiro que ejecutaba tras dar un paso atrás o un salto para tomar distancia sobre el jugador que lo defendía.
A punta de triples y de 'fadeaways', por fin logró el título de la NBA, en 2011, a pesar de una gripe, ante los poderosos Heats de LeBron James. Los Mavericks no volvieron a superar la primera ronda de las eliminatorias, pero Nowitzki pasó a ser una leyenda de su deporte, destacando su longevidad, pues cumplirá 41 años el 19 de junio, y su fidelidad a Dallas.
Con la selección alemana sus mejores resultados fueron una medalla de plata en el Euro-2005 y un bronce en el Mundial 2002, en el que fue elegido MVP.
Sexto mejor anotador de la historia de la NBA, en su última temporada ha compartido vestuario con el esloveno Luka Doncic, de 20 años y último prodigio del baloncesto europeo, uno de los grandes candidatos a ser novato del año. "Tomé mi decisión hace algunos días. Mentalmente podría haber continuado, pero físicamente no tiene ningún sentido", dijo Nowitzki el día de su adiós.