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Golden State Warriors venció a los Celtics y se coronó campeón de la NBA en Boston

El equipo de la Bahía sumó su séptimo anillo, el cuarto del cuarteto conformado por Stephen Curry, Klay Thompson, Draymond Green y Andre Iguodala.

Fernando Camilo Garzón
17 de junio de 2022 - 03:29 a. m.
Curry celebra con Jordan Poole en Boston.
Curry celebra con Jordan Poole en Boston.
Foto: NBA Twitter

Hay equipos que quedan para la historia. Nombres que no se borran de la memoria y hegemonías que cambian para siempre la historia de un juego. Y pocas escuadras han conseguido esta proeza al nivel de Golden State Warriors, que este jueves alcanzó su séptimo anillo de la NBA al derrotar en la final a los Boston Celtics en el TD Garden, su propia casa.

Cuarto título en ocho años para el conjunto de la Bahía, el tercer equipo más ganador en la historia de la liga de baloncesto más importante del mundo.

Mire: La deuda pendiente de Curry y Thompson: la dinastía de los ‘splash brothers’

Había aires de campeonato desde el anterior juego, el quinto de la serie que se disputó el lunes. Ese día, los Warriors ganaron el mejor partido de la llave, que fue el más difícil por la intensidad y el ritmo que tuvieron los dos equipos. Ese triunfo le dio el impulso para soñar con el título a los de la Bahía, que, con el 3 a 2 a su favor, llegaron a Boston consientes de que no podían llevar la final de nuevo a San Francisco.

Por eso, fueron tan agresivos en el juego seis, en el que empezaron por debajo, tras el vertiginoso arranque de los Celtics, pero en el que se montaron rápido para irse al descanso arriba con un marcador de 54 a 39 y una diferencia de 15 puntos.

Los Celtics mostraron su capacidad de reacción en el tercer cuarto y redujeron la diferencia, como lo hicieron en la mayoría de los otros juegos, pero Golden State, con la lección aprendida del primer partido, nuevamente enfrió el trámite para asegurar su triunfo.

Stephen Curry, el líder indiscutible de la franquicia, que lideró al equipo esta noche, como lo hizo en los demás juegos, estuvo acompañado, como siempre, de Darymond Green y Klay Thompson, sus escuderos. Y además, para conseguir el anillo, también tuvo en los nuevos héroes de la Bahía, como Jordan Pool, Kevon Looney, Andrew Wiggings, Otto Porter y Gary Payton II, fichas importantes para extender su legado.

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Sin embargo, más allá de los nuevos nombres que le dieron forma al título, para el trío de Curry, Thompson y Green, al que habría que sumar también el nombre de Andre Iguodala, este nuevo anillo tiene un sabor especial. Y lo tiene porque justo este jueves se cumplieron siete años del primer título de su dinastía, la que fundaron los cuatro al derrotar a los Cavaliers de LeBron James en 2015.

Y también porque después de su tercer anillo en 2018, Golden State Warriors navegó aguas turbulentas en las que salió de los planos principales de la Liga por lesiones, ausencias y divisiones de vestuario. Volver a ganar el campeonato, contra los Celtics, una de las dos franquicias más ganadoras de la NBA, es sin duda una revancha para los cuatro íconos de San Francisco, que ya se han inscrito con letras doradas como uno de los mejores conjuntos de la historia del baloncesto, revolucionario, además, por su juego de perímetro, su movilidad y su voraz capacidad anotadora.

La serie, al final, terminó con un 4-2 definitivo. Un marcador en el que los de Boston empezaron golpeando fuerte al ganar en el primer juego, pero en el que se desinflaron con el avance de la llave y no supieron aprovechar la oportunidad de ponerse 3-1 en el tercer juego.

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Golden State fue superior desde lo mental. Demostró más experiencia y supo sufrir para sacar los resultados que necesitaba. El equipo tocó una tecla distinta cuando de la mano de un Curry de otro mundo empató la llave 2-2 en Boston. A partir de ahí, fueron una tromba en los dos juegos definitivos y Boston, que fue un rival digno, no pudo ante la capacidad individual de las estrellas de San Francisco, pero, sobre todo, fue inferior como conjunto a su rival.

Celebra de nuevo San Francisco. Su equipo ya se separó en el palmarés de la Liga de los Bulls de Chicago, que encumbró con seis anillos la máxima leyenda de este deporte: Michael Jordan. Muy lejos todavía quedan los Ángeles Lakers y los propios Celtics, cada uno con 17 campeonatos.

Sin embargo, bien alto quedan los Warriors de Golden State. Un equipo que cambió las reglas del juego y que todavía cuenta con un Curry hambriento, un Thompson nuevamente sano y un Green en plenitud para hacer de las suyas en los próximos años de la NBA. Más historia todavía está por escribirse.

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