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Cada servicio de John Isner alcanza cerca de 130 millas. Esa es justamente su gran fortaleza como tenista. Gracias a sus 2,08 metros de estatura, puede lanzar la bola más alto que sus rivales y eso le ayuda al momento de servir, porque coge la pelota cuando está descendiendo y le pega con más fuerza que casi todos los rivales en el circuito de la ATP. A lo largo del Miami Open 2018, que ganó este domingo, estuvo fino a la hora de servir y por eso logró cerrar dos semanas a un extraordinario nivel. No es para menos, que este sea su primer Masters 1000 de Miami, el denominado quinto Grand Slam.
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Además de vencer al alemán Alexander Zverev en la final, con parciales 7-6, 6-4 y 6-4, tuvo que dejar en el camino a grandes rivales como el croata Marin Cilic y el argentino Juan Martín Del Potro, ganador recientemente de los títulos de Acapulco e Indian Wells. “Zverev va a ser uno de los grandes tenistas del futuro”, dijo Isner, reconociendo la calidad del rival al que acababa de derrotar, en el discurso de campeón.
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Nació en Greensboro, Carolina del Norte, y comenzó a jugar tenis a los nueve años gracias a la guía de Robert y Karen, sus padres. Este deporte le sirvió para estudiar becado en la Universidad de Georgia, en donde se graduó y gracias a sus éxitos a nivel universitario dio el salto al profesionalismo.
Su primer Miami Open
La final masculina de la última edición del Miami Open en la isla de Key Biscayne se realizó bajo la inclemencia del sol de la Florida. El termómetro alcanzó los 27 grados centígrados. Mientras Alexander Zverev intentaba contestarle los servicios a John Isner, de 130 millas de velocidad, el norteamericano, a su vez, luchaba por sobreponerse a la agilidad y fuerza del alemán. Al final del segundo set, el partido seguía parejo. Como también lo era el público pues a la hora de definir quién era el tenista con más seguidores, los gritos para ambos se escuchaban iguales.
Aunque Isner ganó el segundo set, 6-4, Zverev no bajó los brazos. Al comienzo de la última parte del partido, el alemán salió a remontar el resultado pero como es usual en partidos entre estos dos tenistas, nada estaba escrito hasta el game final. No por nada, en los tres encuentros que tuvieron el año pasado, el resultado final siempre se definió en tie break. Isner se fue adelante cuando la tabla de puntaje tenía un empate de cuatro games. En el último juego, el público definió a quién apoyar y se empezaron a escuchar gritos a favor del norteamericano.
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Su saque, nuevamente, fue mortal. Y el punto que le dio la victoria fue un ace. El alemán no pudo contrarrestar la potencia y quedó frustrado. Tanto que se desahogó lanzando en dos oportunidades su raqueta contra el piso, algo que le cobró el público, que estalló en un solo grito, acompañando a Isner, de camiseta amarilla. El tenista de 2,8 metros de altura se llevó el trofeo de cristal del que se conoce en el mundo del tenis como el quinto Grand Slam, con parciales de 7-6, 6-4 y 6-4, en dos horas y 29 minutos.
En la final femenina, la campeona había sido el sábado la estadounidense Sloane Stephens, quien venció 7-6 y 6-1 a la letona Jelena Ostapenko, es decir que Estados Unidos se quedó con los títulos de ambas categorías. En 2019, este prestigioso torneo se disputará en un nuevo escenario, el estadio Hard Rock, sede de los Miami Dolphins.