Jossimar Calvo, entre la gimnasia, el estudio y la labor de ser padre

El cucuteño responde en los tres frentes de la mejor manera. Su día es largo, pero cada tarea la hace con empeño. Hoy por hoy todo gira en torno a su hija, Valeria.

Jesús Miguel De La Hoz
26 de febrero de 2019 - 04:51 p. m.
Jossimar Calvo se prepara para un 2019 en el que afrontará los Juegos Panamericanos y el Mundial de Alemania.  / EFE
Jossimar Calvo se prepara para un 2019 en el que afrontará los Juegos Panamericanos y el Mundial de Alemania. / EFE

Jossimar Calvo hizo de la gimnasia artística su vida. Desde siempre la ha practicado y con el pasar de los años se convirtió en el referente de Colombia en esta disciplina. Cada vez que sale a competir muchos ojos del país se enfocan en su figura, en la facilidad que tiene para hacer de una rutina algo mágico como una danza perfecta sobre el aire, con armonía, ritmo, cadencia. Este deporte es su pasión, por él se entrega y gracias a él muchas sonrisas se han dibujado en las caras de los colombianos.

Sin embargo, en Colombia practicar otras disciplinas muchas veces es mal agradecido. Si no es fútbol o ciclismo parece que no existiera, las empresas privadas poco miran hacia otros deportes, que sufren cada vez más por el olvido, por lo que realizarlos es un acto puro de amor. Debido a esto Jossimar Calvo siempre ha estado enfocado en sus estudios en licenciatura en educación física en la Universidad de Pamplona y en la gimnasia. Ahora se le sumó una tarea más: la de ser padre.

Hace diez meses llegó a su vida Valeria, la luz de sus ojos. Nació el 22 de abril de 2018 y desde ese momento muchas rutinas han cambiado en su vida, se convirtió en su motor para seguir adelante. Todo lo hace por ella: es su cielo, su alegría. Esta etapa como papá, que recién comienza, no ha sido fácil. Le ha costado desvelos, ires y venires constantes, pero siempre ha respondido de la mejor manera. “Me la he disfrutado. No ha sido fácil, pero es algo increíble. Me pega un poco, de vez en cuando, los trasnochos. Pero de resto estoy disfrutando mucho a mi hija, compartiendo. Todo con ella es un aprendizaje, es una etapa increíble. Me siento muy feliz”, dice.

Cumplir con las tres labores al día requiere de mucha disciplina y precisamente ésta es uno de los mayores aprendizajes que deja el deporte, por eso es muy organizado con su cronograma diario. “Los entrenamientos de la mañana se modificaron debido a que estoy haciendo las prácticas de la universidad de 6:00 a.m. a 8:00 a.m. en el colegio en el que me gradué, el Oriental número 26. De 8:00 a.m. a 10:00 a.m. entreno y de 10:00 a.m. a 11:30 a.m. regreso a mis labores”, dice. “Después llego a la casa y por la tarde entreno de 1:30 p.m. a 6:30 p.m.”.

Las jornadas parecen interminables, pero sin importar lo cansado que se encuentre, siempre saca tiempo para estar con Valeria, para abrazarla y apechicharla. “En las mañanas madrugo, así que cuando salgo ella aún está dormida, son pocas las veces que la veo despierta. Al medio día intento compartir un poco con ella, así que la mimo de 20 a 30 minutos, después descanso para continuar con los entrenamientos. Y en las noches ya tengo más tiempo para estar con ella: jugamos, vemos televisión, leemos, compartimos mucho. Así es entre semana. Los sábados y domingos tengo las tardes para estar a su lado, porque en las mañanas entreno”.

A pesar del inconveniente, la idea con su entrenador Jairo Ruiz es la misma de siempre: intensificar la dificultad en las rutinas en cada modalidad. “Hacemos elementos nuevos con una complejidad alta, es un trabajo duro, pero también tenemos que mirar el tiempo disponible en la etapa especial, que es el lapso previo a una competencia. Hay veces que pueden durar un mes, otras de dos. Por el momento, vamos muy bien, entrenando algunas rutinas para hacer una mejor ejecución”.

El fin de semana pasado arrancó en Melbourne (Australia) la temporada de gimnasia artística, con una Copa del Mundo que era clasificatoria para los Juegos Olímpicos. Inicialmente, esta competencia estaba en el calendario de Jossimar Calvo, al igual que las que se realizarán en Azerbaiyán y Doha (en marzo), que también serán puntuables para Tokio 2020. Estas tres iban a ser su punto de partida de un 2019 en el que tiene dos grandes eventos: los Juegos Panamericanos en Lima y el Mundial de Alemania.

No obstante, por el problema que tiene Coldeportes que no ha recibido la plata de Hacienda, tuvo que modificar su calendario, por esta razón no está contento, porque su gran objetivo es estar en la cita olímpica, por lo que pide que ese problema se resuelva rápidamente para que así los deportistas puedan concentrarse en sus obligaciones. “Esto ha sido lamentable porque frena las competencias. El calendario de varios deportes y federaciones ya ha tenido problemas, como les sucedió a voleibol y baloncesto. Los deportistas tenemos que estar concentrados en las competencias y en los planes de Tokio 2020, por lo que confiamos en que se pueda solucionar este tema lo más pronto posible”.

Con la ausencia a estas competencias, Jossimar Calvo se concentrará en dos Copas del Mundo, que no tienen puntuación para las justas de Tokio, pero que sí le servirán como preparación para los Juegos Panamericanos de Lima. Además, realizará una concentración en Japón y otra, posteriormente, en Cúcuta. Su objetivo es claro para este 2019: hacer una buena presentación en Lima y ganarse el cupo a los Olímpicos en el Mundial de Alemania, una meta que con el impulso que le da su hija Valeria, sin dudas la cumplirá.

@J_Delahoz

jdelahoz@elespectador.com

Por Jesús Miguel De La Hoz

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