Juegos Mar y Playa: Antioquia, campeón en polémica final del rugby masculino
Los antioqueños vencieron a Norte de Santander en los penaltis, tras un cierre muy disputado entre los dos equipos en el final del tiempo reglamentario. Detrás de la disputa, la rivalidad de dos potencias nacionales en este deporte.
Fernando Camilo Garzón
Antioquia venció a Norte de Santander en la final del rugby masculino en los Juegos de Mar y Playa, que se realizan en el Golfo de Morrosquillo. El partido terminó empatado 6-6 y se definió en los penaltis con un marcador de 3-2 a favor de los antioqueños, que se llevaron el oro.
Las gradas eran una caldera. Cada punto de los nortesantandereanos era vitoreado por el público, mientras que cuando anotaban los antioqueños los decibeles bajaban y de fondo solo se escuchaba el festejo de su delegación. Solo dos días antes, la selección femenina del departamento le había ganado en una final muy cerrada a Bogotá. Una victoria que revalidó el poderío de los antioqueños en el rugby y, tras la cual, se auguraba otro triunfo en la rama masculina.
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Antioquia era, sin duda, el rival a vencer en los juegos, un proceso que ya va a cumplir 20 años de continuidad y que incluso a llevado a posicionar el rugby nacional muy bien en el ámbito internacional. Al frente, Norte de Santander, tal vez, el rival más importante de los antioqueños en los últimos años. De hecho, antes de los Juegos de Mar y Playa, los motilones ya habían derrotado a los de la montaña en un torneo de preparación, por lo que la final en la ensenada de Coveñas despertaba expectativa.
El juego fue cerrado, aunque por un momento Norte de Santander sacó una ligera ventaja y estuvo a punto de llevarse el oro. En el segundo tiempo, los motilones dominaron el marcador durante gran parte del parcial y parecía que iba a consumarse la sorpresa.
Sin embargo, Antioquia reaccionó y logró empatar el compromiso. Quedaban menos de treinta segundos de juego y parecía que todo terminaba igualado. De repente el marcador de la cancha se averió y el cronómetro dejó de contabilizar el tiempo para el público. Norte de Santander hizo un punto que aparentemente les daba la victoria. Y mientras celebraban, Antioquia repuso rápido la pelota y anotó el empate ante la incredulidad de los nortesantandereanos que ya creían que habían ganado.
En las gradas nadie entendía que había pasado y mientras los motilones le reclamaban a los árbitros, los antioqueños celebraban el empate como un campeonato. Y prácticamente eso significaba. Antioquia, uno por uno, era superior, como lo terminaron demostrando.
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Tras el final del partido, en el ambiente quedó un sinsabor. Los antioqueños se llevaron un triunfo importante para el medallero general, pero vieron muy cerca una derrota que habría sido histórica.
Las voces de los campeones
Después de obtener la medalla de oro, El Espectador habló con el equipo ganador. Jhon Arley Urrutia, una de las figuras del equipo campeón, resaltó la importancia del campeonato: “Norte de Santander nos complicó. Sabíamos que el partido iba a ser difícil, pero pudimos revalidar nuestro favoritismo. Era importante ganar porque nuestra delegación perdió dos medallas importantes hoy y pudimos remontar la situación”.
Sobre la rivalidad y los choques con los nortesantandereanos durante la final dijo: “Ellos nos habían ganado en la preparación del torneo, venían crecidos, y era importante ajustar las cuentas en este partido”.
El entrenador de los antioqueños, Sebastián Mejía, aseguró que: “En el rugby tiene que hablar la cancha. Los jugadores de Norte de Santander se dejaron llevar por la emoción de querer derrotarnos y al final perdieron por un error. Así es el deporte”.
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Además, el icónico exjugador y ahora director técnico, explicó porqué Antioquia es la región más importante del rugby en el país: “Dicen por ahí que el mejor momento para sembrar un árbol era hace diez años. Nosotros estamos recogiendo lo que sembramos hace mucho tiempo. Muchos de los chicos que jugaron hoy fueron formados en nuestras escuelas. Hoy, ellos sostienen el presente de nuestro equipo”.
Inconformes con las decisiones de los jueces
Por el otro lado, en Norte de Santander, la molestia no mermó, incluso después de recibir la medalla en el podio. Julián Andrés Gelves, jugador del equipo dijo que ellos sentían que habían ganado el partido, a pesar de la decisión de los árbitros.
“Sabíamos que iba a ser una final dura y fuerte. La esperábamos, teníamos ansiedad desde que llegamos al Golfo de Morrosquillo. Sentimos que lo ganamos, pero lo que decidieron los jueces ya fue. Hay que aceptarlo”, dijo el jugador.
Sobre el proceso que se está dando en el departamento, Gelves reconoció el apoyo de los dirigentes y la institucionalidad.
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“Hay mucha gente detrás de todo nuestro trabajo. Entes, profesores, entrenadores y un equipo enorme que lleva trabajando muchos años para que todo esto sea posible”, dijo.
Bogotá se llevó el bronce
Además de la cerrada final, este martes también se decidió la medalla de bronce. Bogotá venció 6-5 a la Guajira y logró subirse al podio.
Óscar Forero, referente del rugby capitalino, le explicó a El Espectador la importancia que tiene esta medalla para Bogotá.
“Esta medalla nos abre la posibilidad de acercarnos al IDRD en las diferentes modalidades del rugby, esperamos seguir creciendo y tener más apoyo”, dijo Forero.
Además, explicó que es un torneo que permite renovar la plantilla: “Es una buena oportunidad para acercar jóvenes talentos y mezclarlos con los referentes que tiene el equipo para empezar a refrescar a los que ya tenemos que irnos”.
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El entrenador del equipo capitalino, Juan Camilo Rincón, también resaltó el cambio que se está dando en el equipo. “Estamos en una fase de renovación y de integración con de los nuevos jugadores con los de más experiencias”.
Bogotá, según Rincón, empezó el torneo con muchas fallas, pero al final logró recomponer el camino, con madurez y altura. En el futuro cercano, el entrenador explicó que buscarán “romperse el lomo” para clasificar a los Juegos Nacionales.
Los Juegos de Mar y Playa, que empezaron el 23 de octubre y terminarán el 30, cerraron el calendario del rugby, pero le abrirán las puertas a otras disciplinas como el fútbol y el voleibol.
Antioquia venció a Norte de Santander en la final del rugby masculino en los Juegos de Mar y Playa, que se realizan en el Golfo de Morrosquillo. El partido terminó empatado 6-6 y se definió en los penaltis con un marcador de 3-2 a favor de los antioqueños, que se llevaron el oro.
Las gradas eran una caldera. Cada punto de los nortesantandereanos era vitoreado por el público, mientras que cuando anotaban los antioqueños los decibeles bajaban y de fondo solo se escuchaba el festejo de su delegación. Solo dos días antes, la selección femenina del departamento le había ganado en una final muy cerrada a Bogotá. Una victoria que revalidó el poderío de los antioqueños en el rugby y, tras la cual, se auguraba otro triunfo en la rama masculina.
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Antioquia era, sin duda, el rival a vencer en los juegos, un proceso que ya va a cumplir 20 años de continuidad y que incluso a llevado a posicionar el rugby nacional muy bien en el ámbito internacional. Al frente, Norte de Santander, tal vez, el rival más importante de los antioqueños en los últimos años. De hecho, antes de los Juegos de Mar y Playa, los motilones ya habían derrotado a los de la montaña en un torneo de preparación, por lo que la final en la ensenada de Coveñas despertaba expectativa.
El juego fue cerrado, aunque por un momento Norte de Santander sacó una ligera ventaja y estuvo a punto de llevarse el oro. En el segundo tiempo, los motilones dominaron el marcador durante gran parte del parcial y parecía que iba a consumarse la sorpresa.
Sin embargo, Antioquia reaccionó y logró empatar el compromiso. Quedaban menos de treinta segundos de juego y parecía que todo terminaba igualado. De repente el marcador de la cancha se averió y el cronómetro dejó de contabilizar el tiempo para el público. Norte de Santander hizo un punto que aparentemente les daba la victoria. Y mientras celebraban, Antioquia repuso rápido la pelota y anotó el empate ante la incredulidad de los nortesantandereanos que ya creían que habían ganado.
En las gradas nadie entendía que había pasado y mientras los motilones le reclamaban a los árbitros, los antioqueños celebraban el empate como un campeonato. Y prácticamente eso significaba. Antioquia, uno por uno, era superior, como lo terminaron demostrando.
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Tras el final del partido, en el ambiente quedó un sinsabor. Los antioqueños se llevaron un triunfo importante para el medallero general, pero vieron muy cerca una derrota que habría sido histórica.
Las voces de los campeones
Después de obtener la medalla de oro, El Espectador habló con el equipo ganador. Jhon Arley Urrutia, una de las figuras del equipo campeón, resaltó la importancia del campeonato: “Norte de Santander nos complicó. Sabíamos que el partido iba a ser difícil, pero pudimos revalidar nuestro favoritismo. Era importante ganar porque nuestra delegación perdió dos medallas importantes hoy y pudimos remontar la situación”.
Sobre la rivalidad y los choques con los nortesantandereanos durante la final dijo: “Ellos nos habían ganado en la preparación del torneo, venían crecidos, y era importante ajustar las cuentas en este partido”.
El entrenador de los antioqueños, Sebastián Mejía, aseguró que: “En el rugby tiene que hablar la cancha. Los jugadores de Norte de Santander se dejaron llevar por la emoción de querer derrotarnos y al final perdieron por un error. Así es el deporte”.
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Además, el icónico exjugador y ahora director técnico, explicó porqué Antioquia es la región más importante del rugby en el país: “Dicen por ahí que el mejor momento para sembrar un árbol era hace diez años. Nosotros estamos recogiendo lo que sembramos hace mucho tiempo. Muchos de los chicos que jugaron hoy fueron formados en nuestras escuelas. Hoy, ellos sostienen el presente de nuestro equipo”.
Inconformes con las decisiones de los jueces
Por el otro lado, en Norte de Santander, la molestia no mermó, incluso después de recibir la medalla en el podio. Julián Andrés Gelves, jugador del equipo dijo que ellos sentían que habían ganado el partido, a pesar de la decisión de los árbitros.
“Sabíamos que iba a ser una final dura y fuerte. La esperábamos, teníamos ansiedad desde que llegamos al Golfo de Morrosquillo. Sentimos que lo ganamos, pero lo que decidieron los jueces ya fue. Hay que aceptarlo”, dijo el jugador.
Sobre el proceso que se está dando en el departamento, Gelves reconoció el apoyo de los dirigentes y la institucionalidad.
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“Hay mucha gente detrás de todo nuestro trabajo. Entes, profesores, entrenadores y un equipo enorme que lleva trabajando muchos años para que todo esto sea posible”, dijo.
Bogotá se llevó el bronce
Además de la cerrada final, este martes también se decidió la medalla de bronce. Bogotá venció 6-5 a la Guajira y logró subirse al podio.
Óscar Forero, referente del rugby capitalino, le explicó a El Espectador la importancia que tiene esta medalla para Bogotá.
“Esta medalla nos abre la posibilidad de acercarnos al IDRD en las diferentes modalidades del rugby, esperamos seguir creciendo y tener más apoyo”, dijo Forero.
Además, explicó que es un torneo que permite renovar la plantilla: “Es una buena oportunidad para acercar jóvenes talentos y mezclarlos con los referentes que tiene el equipo para empezar a refrescar a los que ya tenemos que irnos”.
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El entrenador del equipo capitalino, Juan Camilo Rincón, también resaltó el cambio que se está dando en el equipo. “Estamos en una fase de renovación y de integración con de los nuevos jugadores con los de más experiencias”.
Bogotá, según Rincón, empezó el torneo con muchas fallas, pero al final logró recomponer el camino, con madurez y altura. En el futuro cercano, el entrenador explicó que buscarán “romperse el lomo” para clasificar a los Juegos Nacionales.
Los Juegos de Mar y Playa, que empezaron el 23 de octubre y terminarán el 30, cerraron el calendario del rugby, pero le abrirán las puertas a otras disciplinas como el fútbol y el voleibol.