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"Soy orgulloso de ser colombiano, pero no corrí por mi país": Juan Pablo Montoya

Ahora que regresó a la IndyCar, habló sobre su relación con la fama, la disciplina y sus proyectos futuros.

El Espectador
05 de mayo de 2014 - 06:03 p. m.
"Soy orgulloso de ser colombiano, pero no corrí por mi país": Juan Pablo Montoya

Una relación de amor y odio es la que tiene Juan Pablo Montoya con la prensa. Un sin número de veces se ha abstenido de dar entrevistas por el temor a que sus palabras sean tomadas fuera de contexto. Además, ha sido duramente criticado por la falta de tacto al momento de responder las preguntas de la prensa. “Soy una persona muy directa, y si me molesta algo digo las cosas como son”, anotó Montoya.

Desde los cinco años inicio su pasión por la velocidad que hoy lo tiene despuntando en las grandes ligas del automovilismo mundial en la IndyCar, sin pensar que esos primeros pedalazos serían los primeros pasos para llegar a lo más alto del mundo del automovilismo. “Yo nunca soñé con llegar a la fórmula uno”, afirmó Montoya. (Vea la entrevista completa de Juan Pablo Montoya)

En entrevista con el programa Los Informantes, dejó ver que detrás de sus logros no existió la casualidad sino una gran inversión de tiempo y de esfuerzo, una vida entera dedicada a los autos. “Para mí un viernes era hacer mecánica para la carrera, yo no salía a rumbear, esa no era mi vida mi vida era correr”, afirmó Montoya.

Esa misma dedicación lo ha llevado a ganar 22 carreras y es el único piloto del mundo que ha ganado las carreras más importantes de la Fórmula uno; el Gran Premio de Mónaco, el Gran Premio de Gran Bretaña, el gran Premio Italia, las 500 Millas de Indianápolis, y las 24 horas de Daytona entre otros premios y reconocimientos. Por supuesto que su éxito se lo debe también en parte a la dedicación y la mano de su padre quien se la jugó toda por su futuro y su talento.
En el programa también dejó ver varias facetas de su vida íntima, como uno los lugares donde guarda sus recuerdos y elementos más preciados que comparte con su esposa y su hijo.

Su esposa salió en su defensa de los señalamientos como antipático: “No es antipático, sino que es tremendamente simple, no se emociona fácilmente”, anotó Connie Freydell.

Soy súper orgulloso de ser colombiano, quiero a mi país, pero yo no corrí por mi país, me parece buenísimo haber dejado el nombre Colombia en alto, y que las personas crean en mí, pero para que esto funcione tiene que hacerlo por uno mismo, por nadie más”, afirmó Montoya, para disipar los rumores sobre la falta de amor patrio.

Aunque algunos siguen creyendo que es orgulloso o antipático, logró incluir en la agenda deportiva del país un nuevo deporte que ahora hace soñar a chicos y grandes.
 

Por El Espectador

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