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Rory McIlroy brilla con luz propia

El norirlandés ganó sobrado el Abierto de Estados Unidos.

Redacción Deportiva
20 de junio de 2011 - 09:59 p. m.

Las estrellas del deporte comienzan a brillar con luz propia cuando ganan sus primeros títulos. El domingo pasado el norirlandés Rory McIlroy, con apenas 22 años, dejó de ser una promesa y se convirtió en realidad del golf, al conquistar el Abierto de Estados Unidos, el segundo Major de la temporada.

Demostró, además, que hay vida después de Tiger Woods, el fenomenal golfista estadounidense que lleva 20 meses sin victorias y cuya crisis matrimonial afectó su nivel e hizo pensar a los especialistas que el deporte de los caballeros se quedaría sin atractivo.

McIlroy ganó justamente a lo Tiger, con autoridad y clase. Con 16 golpes abajo del par marcó la mejor tarjeta en los 111 años de historia del torneo y, sobre todo, acabó de raíz con la sensación de inseguridad que dejó en el Masters de Augusta, en el que dominó las tres primeras jornadas y en la última, con el título en su bolsillo y cuatro golpes de ventaja, se desplomó y finalizó en el puesto 15.

Con la victoria, McIlroy ascendió al cuarto lugar del escalafón mundial y se ganó el derecho a ser, a partir de ahora, uno de los golfistas de obligada referencia en cada torneo que juegue.

Tiger Woods ganó su primer ‘Grande’ en 1997, el Masters de Augusta, con 21 años y 3 meses. Se convirtió en el campeón más joven de la historia del Grand Slam. Después elevó a 14 la cifra de títulos y está a cuatro de los conquistados por el legendario Jack Nicklaus, aunque se detuvo hace tres años por problemas diversos como las lesiones. Justo por lo que no jugó el US Open este año.

McIlroy estrenó su palmarés en los ‘Majors’, con 22 años y 45 días, pero ha anotado nuevos récords en este torneo: 11 abajo en 36 hoyos, 14 abajo en 54, 16 abajo en 72, el ganador más joven tras el aficionado Bobby Jones (1923) y el segundo europeo más precoz en ganar un ‘Grande’ desde el joven Tom Morris, hace ya 140 años.

Tiger y Gil Morgan compartían con -12 la anotación más baja en la historia del Abierto estadounidense. McIlroy ha roto la cifra y ha dado a Irlanda del Norte el segundo Abierto estadounidense consecutivo, pues Graeme McDowell lo ganó el año pasado.

Alcanzados los 35 años, Tiger ve cómo se acerca una nueva generación. Su compatriota Ricky Fowler (22 años) y el australiano Jason Day (23) empujan con fuerza, pero el que lidera ese grupo es McIlroy, tras su paseo triunfal del domingo.

La ronda final de Rory (69 golpes) fue exactamente eso, un paseo que arrancó con ocho golpes de diferencia sobre su inmediato perseguidor, el coreano Y. E. Yang, quien terminó con esa misma renta sobre Jason Day, a la postre segundo, como en el Masters de Augusta.

Pero aprendió la lección y rubricó esta vez una obra maestra que le cambiará la vida radicalmente. Hace tres años conducía un BMW de gama alta, cuando decidió dejar sus estudios por culpa del deporte, pues ya era un reputado golfista de Holywood, un pueblecito de Irlanda del Norte. Sin embargo, eso no es nada comparado con lo que vive actualmente.

Rory tiene unos 13 coches de lujo en su colección y varios guardaespaldas. Ya no puede salir a la calle a pasear con tranquilidad, pues tiene que firmar autógrafos y tomarse fotos con miles de personas. Ya es un ganador, ya es una estrella con luz propia.

Por Redacción Deportiva

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