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La espera de más de un año, desde que se anunció el juego de exhibición, valió la pena. Los cerca de 14.000 espectadores que asistieron al Coliseo El Campín para ver el duelo entre el mejor jugador de la historia en el tenis, Roger Federer, y la raqueta número uno de Francia, Jo Wilfried Tsonga, disfrutaron de una noche en la que ambos deportistas demostraron sus mejores golpes y sus habilidades con la raqueta.
"Roger, Roger" coreó el público bogotano, que desde el principio del juego le brindó su apoyo a "su majestad".
En el primer set no hubo quiebres y se definió por ‘tie break’, el cual ganó el suizo con un ajustado 8-6.
El segundo set fue para el francés, quien quebró en dos oportunidades el servicio del suizo cerrando la serie 2-6 y terminó empatando el juego a un set por lado.
El público no quería que el partido terminara, así que al ver que el juego se definiría en un tercer set, la emoción volvió a crecer. La famosa ola se apoderó del coliseo y los jugadores simplemente se dedicaron a observarlos por unos segundos.
En el sexto juego del tercer set Federer quebró y así sacó una ventaja que le sirvió para liquidar el partido en dos horas y 13 minutos por 7-6, 2-6 y 6-3.
Pero en este tipo de eventos el marcador es lo de menos, no importa ganar sino hacer un juego atractivo y con eso cumplieron los tenistas presentes en la cancha de superficie dura que se adecuó en el coliseo El Campín.
Jugaron futbol-tenis, imitaron jugadores e incluso fueron directores de orquesta con el público, al ponerlo a gritar y callar con el movimiento de sus manos.
El telón cayó y el público bogotano despidió a los tenistas en medio de ovación y aplausos que retumbaron e hicieron estremecer el coliseo. Federer y Tsonga le cumplieron a Bogotá y los aficionados al tenis les respondieron a los tenistas con nota de 10 puntos.