Carlos Alberto Rodríguez está desaparecido desde el 2013

Según José Edilberto Rodríguez, la última vez que vio a su hermano fue a través de las cámaras de seguridad de su conjunto residencial. A partir de ese momento han formulado denuncias por la desaparición de Carlos Alberto en Pereira y por la pérdida de su moto. La investigación quedó a cargo del GAULA de Risaralda. “Cada que vamos allá preguntamos y dicen que están investigando pero nunca se ven resultados concretos”, afirmó.

La hipótesis de José Edilberto sobre la desaparición de su hermano está relacionada con un extraño hombre que empezó a visitar a Carlos Alberto en la droguería donde trabajaba, ubicada en el municipio de Dosquebradas. De acuerdo con la familia, era un total desconocido.

Aquí puede reportar la desaparición de un ser querido.

“Nosotros decimos que ese tipo fue el que hizo que mi hermano saliera de su conjunto, porque era muy extraño que estuviera todas las tardes en la droguería y que nadie lo reconociera”, dijo. “Lo buscaba para hablar con él, para invitarlo a tomar cerveza, le llevaba arepas. Eso fue justo en la semana de su desaparición”, recuerda José Edilberto.

Según José Edilberto, su hermano era un hombre muy servicial y era querido por gran parte de los habitantes de Dosquebradas. Él iba a atender a las personas enfermas y les ayudaba con cualquier problema de salud. El sábado previo a su desaparición, una mujer de la zona le contó a José Edilberto que había escuchado al extraño hombre decirle a Carlos Alberto: “no se le olvide nuestro compromiso”.

Le puede interesar: El Espectador lo apoya en la búsqueda de un ser querido desaparecido.

“De pronto empezó a ganarse a mi hermano y como a él lo querían mucho y atendía a la comunidad, lo pudieron haber manipulado. Desde que él se perdió, a mí se me metió en la cabeza que ese señor tuvo algo que ver”, aseguró.

Otra de las “pruebas reina” (como lo dice José Edilberto), fue que el tensiómetro de su hermano no apareció ni en la droguería ni en su casa. “Suponemos que de pronto, el tipo con el ánimo de sacarlo quedó de encontrarse con él. Eso le dijimos a la fiscal. Ella dijo que había que llamarlo. Lo llamaron. Rindió declaración pero dijo que no tenía nada que ver”, afirmó. Para José Edilberto, es muy extraño que después de la desaparición de Carlos Alberto, el extraño hombre se fuera para Medellín.

Lea también: Desaparecidos en Colombia y más noticias del país, aquí.

La intención de esta familia es seguir publicando volantes, pues no pierden la esperanza de que alguien sepa lo que le sucedió. Si usted tiene algún dato que pueda ayudar a esclarecer el paradero de Carlos Alberto puede ponerse en contacto con José Edilberto Rodríguez. Al teléfono celular: 31076002044.

Si usted quiere reportar a una persona desaparecida debe ingresar a https://www.elespectador.com/desaparecidos-colombia/ y llenar un breve formulario con los datos, números de contacto, breve descripción de los hechos y una fotografía reciente del pariente o allegado que está buscando. El Espectador abre este espacio para apoyarlo, poniendo al servicio sus canales de difusión para amplificar el llamado de auxilio.

Según José Edilberto Rodríguez, la última vez que vio a su hermano fue a través de las cámaras de seguridad de su conjunto residencial. A partir de ese momento han formulado denuncias por la desaparición de Carlos Alberto en Pereira y por la pérdida de su moto. La investigación quedó a cargo del GAULA de Risaralda. “Cada que vamos allá preguntamos y dicen que están investigando pero nunca se ven resultados concretos”, afirmó.

La hipótesis de José Edilberto sobre la desaparición de su hermano está relacionada con un extraño hombre que empezó a visitar a Carlos Alberto en la droguería donde trabajaba, ubicada en el municipio de Dosquebradas. De acuerdo con la familia, era un total desconocido.

Aquí puede reportar la desaparición de un ser querido.

“Nosotros decimos que ese tipo fue el que hizo que mi hermano saliera de su conjunto, porque era muy extraño que estuviera todas las tardes en la droguería y que nadie lo reconociera”, dijo. “Lo buscaba para hablar con él, para invitarlo a tomar cerveza, le llevaba arepas. Eso fue justo en la semana de su desaparición”, recuerda José Edilberto.

Según José Edilberto, su hermano era un hombre muy servicial y era querido por gran parte de los habitantes de Dosquebradas. Él iba a atender a las personas enfermas y les ayudaba con cualquier problema de salud. El sábado previo a su desaparición, una mujer de la zona le contó a José Edilberto que había escuchado al extraño hombre decirle a Carlos Alberto: “no se le olvide nuestro compromiso”.

Le puede interesar: El Espectador lo apoya en la búsqueda de un ser querido desaparecido.

“De pronto empezó a ganarse a mi hermano y como a él lo querían mucho y atendía a la comunidad, lo pudieron haber manipulado. Desde que él se perdió, a mí se me metió en la cabeza que ese señor tuvo algo que ver”, aseguró.

Otra de las “pruebas reina” (como lo dice José Edilberto), fue que el tensiómetro de su hermano no apareció ni en la droguería ni en su casa. “Suponemos que de pronto, el tipo con el ánimo de sacarlo quedó de encontrarse con él. Eso le dijimos a la fiscal. Ella dijo que había que llamarlo. Lo llamaron. Rindió declaración pero dijo que no tenía nada que ver”, afirmó. Para José Edilberto, es muy extraño que después de la desaparición de Carlos Alberto, el extraño hombre se fuera para Medellín.

Lea también: Desaparecidos en Colombia y más noticias del país, aquí.

La intención de esta familia es seguir publicando volantes, pues no pierden la esperanza de que alguien sepa lo que le sucedió. Si usted tiene algún dato que pueda ayudar a esclarecer el paradero de Carlos Alberto puede ponerse en contacto con José Edilberto Rodríguez. Al teléfono celular: 31076002044.

Si usted quiere reportar a una persona desaparecida debe ingresar a https://www.elespectador.com/desaparecidos-colombia/ y llenar un breve formulario con los datos, números de contacto, breve descripción de los hechos y una fotografía reciente del pariente o allegado que está buscando. El Espectador abre este espacio para apoyarlo, poniendo al servicio sus canales de difusión para amplificar el llamado de auxilio.