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El pasado 10 de marzo Juan Manuel Santos, presidente de la República, anunció que la hacienda Carimagua (Puerto Gaitán, Meta) sería destinada para la implementación de proyectos productivos a través de modelos asociativos entre las 500 familias campesinas, a la cuales les fue restituidos sus predios, y el sector privado. El martes, en el Instituto Colombiano de Desarrollo Rural se firmaron los tres primeros acuerdos de este tipo con Indupalma, Fedegán y Acción Social.
Mediante estos convenios, Juan Camilo Restrepo, ministro de Agricultura, asegura que en la zona se desarrollarán proyectos de palma de aceite, caucho y silvopastoril, con la ayuda operativa, técnica y educativa de dichas entidades, así como con la gestión ambiental e investigativa del Corpo-Ica.
Según Rubén Darío Lizarralde, gerente de Indupalma, su labor será la de verificar que los proyectos sí sean rentables, además de “asegurar la compra de la producción”. Por 10.000 hectáreas para siembra de palma se necesitarían US$50 millones.
Juan Manuel Ospina, gerente del Incoder, anunció la suscripción de dos contratos más con ICA y Comcel, con este último para la instalación de una antena en Carimagua.