Adiós al pan de 200 pesos

Hasta en 100% se han incrementado los precios del bulto de trigo, debido a diversos factores externos.

Ricardo Gutiérrez Zapata
19 de marzo de 2008 - 06:48 p. m.

El primero de marzo no se celebra nada especial en el mundo y menos en Colombia. Pero los clientes de la Pastelería Vasconia, en el barrio Quinta Paredes de Bogotá, lo recordarán como el día en que desapareció de las vitrinas el pan de $200. Para esa fecha, los propietarios del negocio, con 35 años en el sector, decidieron acabar con este tradicional producto de la canasta familiar de los bogotanos.

Pero el pan de $200 dejó un heredero, el de $300. “El pan de $200 se acabó”, como explica categóricamente Janeth Bustacara, la administradora de Vasconia, quien agrega: “desde esa fecha el pan de $200 empezó a costar $300. Es que el bulto de harina de trigo pasó de $47.000 a $110.000 en los últimos cinco meses. No teníamos opción”.

Lo que sucede en la Pastelería Vasconia es el reflejo de lo que ocurre en todo el país. Así lo indican productores, intermediarios y consumidores de pan de lugares tan distantes como Cúcuta, Cartagena y Popayán. “Acá en la ciudad el pan más barato que hay es el de $400. El precio de la harina nos hizo subir los precios”, enfatiza Leonor Becerra, administradora de la Panadería La Mejor, una empresa que genera 55 empleos directos en Cúcuta.

La dependencia internacional que presenta Colombia frente a la principal materia prima del pan se convierte en el factor que más pesa en su precio final. “Desde hace unos 25 años, el país empezó a desmontar su estructura de producción de trigo y hoy, por lo menos el 95% de lo que se consume se debe importar, especialmente de Norteamérica y Europa”, asegura el gerente general de la Federación Nacional de Cultivadores de Cereales (Fenalce), Napoleón Viveros Arciniegas.

La desaparición del pan de 200 pesos se percibe en diferentes zonas de Bogotá. “Primero lo subimos a $250, pero desde diciembre nos tocó ponerlo a $300”, expresa Daniel Barbosa, administrador de Panes y Panecillos, un negocio que, paradójicamente, se ubica en Ciudad Salitre, un sector que llegó a ser uno de los principales productores de trigo del país.

El pan a mordiscos


Aunque no es experta en macroeconomía, Janeth Bustacara entiende que los altos precios del trigo obedecen a razones externas. Lo mismo explica John Jairo Veloza, un panadero que tiene su clientela en tiendas y escuelas de Casablanca, Bosa y el centro, en Bogotá. “Hace poco, el Ministro de Agricultura explicaba que no había nada que hacer, porque esto se debía a cuestiones internacionales. De seguir así, he pensado en retirarme de esto”, dice Veloza, propietario de Industrias J.J., un negocio que les brinda sustento a cinco personas.


Para los analistas, el tema no es nuevo, y se inició desde hace dos años con los cambios climáticos que se dieron en los países productores de trigo. “Lo curioso es que la gente sólo ahora se preocupa de una situación que empezó en 2006, cuando la tonelada de trigo costaba US$150. El año pasado y en febrero de este año, la cotización llegó a US$700 la tonelada”, explica el presidente de Fedemol, Jaime Jiménez Villarraga, una entidad de la ANDI que reúne a los 42 molinos que operan en el país.

A las razones climáticas que provocaron daños por lluvias en Europa, y por sequía en los trigales de Australia, se sumó el factor biocombustibles. “Algunos de los terrenos que antes se usaban para el trigo ahora se utilizan para sembrar maíz, destinado a la producción de etanol”, agrega el gerente de Fenalce.

La escalada de precios que ha tenido el petróleo y las condiciones de la infraestructura colombiana también juegan un papel importante en los costos de las materias primas del pan. Según datos de Fenalce, el costo del transporte de una tonelada de trigo costaba US$22 hace dos años; hoy ingresar esa misma cantidad del cereal por Buenaventura cuesta US$65 y hacerlo por Santa Marta unos US$37.

“Aquí también se evidencia la falta de competitividad de Buenaventura. Los costos por este puerto se han incrementado y hoy el 80% del trigo que ingresa al país lo hace por los puertos del Atlántico. Esto es un llamado de alerta, pues de seguir así ni los molineros del suroccidente de Colombia podrán usar Buenaventura para entrar el cereal”, enfatiza Napoleón Viveros.

Pero con el clima, el petróleo, los biocombustibles y los puertos no terminan las causas para el encarecimiento de productos como el trigo. En su alza también son determinantes China e India, los dos países más poblados del mundo, cuyos habitantes están ávidos por consumir, gracias a crecimientos sostenidos de sus economías, que superan el 8% anual.

Bajo consumo por persona

El alza en los precios preocupa a los dirigentes gremiales si se tiene en cuenta que el consumo per cápita de pan en el país es uno de los más bajos de América Latina, bordea los 25 kilos por año, muy lejos de naciones como Chile con 96 kilogramos al año, Argentina con 83 y Uruguay con 54.


Esa cifra la corrobora Juan José Madroñero, un habitual comprador semanal de pan. “En la casa compramos el pan cada fin de semana y notamos que la barra que antes estaba a $2.000, ahora está a $2.500. El que estaba a $300 ya vale $400”, asegura este cliente de la Panadería Tolima, en el centro de Popayán.

Esta nueva dinámica perjudica a un negocio, que de acuerdo con cifras de Fenalco, es el segundo más popular en el país, después de las tiendas de barrio. Algunos informes gremiales indican que en Bogotá operan unas 7.600 panaderías, mientras que en Medellín y Cali la cifra bordea las 1.500 por ciudad.

“Las ventas han rebajado mucho en el último tiempo. Acá escuchamos las quejas de muchos panaderos que nos dicen que están vendiendo los equipos porque las materias primas están muy caras y el negocio no les da”, asevera Yomaira Trujillo, empleada de Sugopán, una distribuidora cartagenera de productos para la panadería.

En cuanto al futuro, los analistas esperan que los buenos precios actuales del trigo presionen a los agricultores a dedicar más terrenos al cultivo de este cereal. De todas maneras, y siguiendo la premisa que indica que se acabó el tiempo de los alimentos baratos, el presidente de Fedemol afirma: “Esperamos que los precios bajen, pero la verdad es que el piso estará muy por encima de lo que estuvo hace dos años”.

De eso es consciente Janeth Bustacara, quien está segura de que en las estanterías de Vasconia no volverá a vender pan de $200. “Lo único que queda es esperar que por un buen tiempo no lo tengamos que subir de $300 pesos”, concluye. Esa es la esperanza de todos.

Porciones

  » El pan participa con el 1,7% en la canasta familiar.

  » La inversión necesaria para instalar una panadería ronda los 30 millones de pesos.

  » La tienda es el primer lugar para comprar pan, seguido por las panaderías y en tercer lugar por las grandes superficies.

  » Los influenciadores más importantes en el consumo de pan son los niños.

  FUENTE: FENALCO. 90% del pan que se consume en Colombia se adquiere en Bogotá, Cali y Barranquilla.

Por Ricardo Gutiérrez Zapata

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