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El 12 de abril circularon las imágenes de un puente fracturado. En el punto de quiebre se veía un camión volcado, así como un vehículo rojo peligrando en riesgo de caer a la corriente del río. Se trata del puente El Alambrado, mismo que permite el cruce sobre el rio La Vieja, y que comunica al Valle del Cauca con el Quindío.
En su momento, las autoridades informaron que el hecho provocó la muerte de dos personas, heridas en otras 15, amén de una compleja afectación económica, especialmente de aquella que depende del transporte de carga y pasajeros.
Para mitigar la afectación se han establecido rutas alternas, sin embargo para la Cámara Colombiana de la Infraestructura (CCI), Seccional Occidente, es importante que entidades del orden nacional, como el Invías y la ANI, den cuenta del estado y la salud estructural de los puentes en el Valle del Cauca, precisamente para emitir eventuales alertas que mitiguen que hechos similares se repitan.
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Específicamente, se pide un reporte del estado del puente Simón Bolívar, que es el que une a Cartago con Pereira, y que es por donde se debía el tráfico de los vehículos de carga y livianos que antes transitaban por el puente de El Alambrado.
“Es importante conocer cómo está la salud estructural de estos puentes, pues sufrirán el desvío de cerca de 2.000 vehículos descarga que representan el 44 % del total de vehículos que se mueven por esa zona. Es importante conocer cuáles son los planes, las estrategias y todo aquellos que permita dar fluidez al transporte de carga y de pasajeros con énfasis en el estado de la infraestructura de comunicación terrestre”, dijo Jose Fernando Amézquita, quien es el director ejecutivo de la CCI Occidente.
Para Amézquita, es considerable la afectación económica que se puede generar en el transporte de carga, y por ende en la logística comercial y empresarial del país, pues son cerca de 70 kilómetros de más los que se tienen que atravesar por el desvío, lo que se traduce en unas tres o cuatro horas adicionales por trayecto.
Medios de comunicación también han informado sobre el impacto que ha generado el derrumbe en la economía de pequeños negocios en el sector. Muchos de estos han tenido que cerrar.
Según lo informado por Blu Radio, al menos 17 restaurantes (en los municipios de Caicedonia y Sevilla) han tenido que cerrar sus puertas por la falta de turistas y clientes tras el colapso. Además, la zona ya experimenta una presión inflacionaria, especialmente en materia de alimentos, por las dificultades en el suministro.
Es por lo anterior que algunos restaurantes, que aún no cierran, han tenido que aumentar el precio de sus platos hasta en $5.000. Piden que el Gobierno Nacional destine ayudas, mientras se supera la emergencia.
Sobre esto último hay que recordar que el pasado 19 de abril el Ministerio de Transporte confirmó una rebaja del 50 % en los peajes cercanos al puente.
¿Qué pasa con las vías del país?
La emergencia en El Alambrado se suma a otras complicaciones viales en lo que va de 2023, como lo es el derrumbe en Rosas (Cauca). Resalta, por ejemplo, el hecho de que la infraestructura de este puente había sido inspeccionada hace apenas tres meses, por lo que la ANI analiza las posibles causas que llevaron al colapso. De momento se cree que la falla se pudo haber provocado por un aumento de cargas o problemas con el mantenimiento.
“(El puente) ha tenido un mantenimiento recurrente. Su última patología, de hace tres meses, no reportó fallas o preocupaciones que generaran afectaciones importantes en su operación y en su capacidad”, manifestó en su momento el presidente de la ANI.
Para Amézquita es importante que las autoridades identifiquen las causas del colapso del puente, amén de dar tranquilidad sobre la infraestructura vial en el occidente colombiano.
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