Agro: innovación y tierras son claves

Si algo ha dejado en claro desde su posesión el ministro de Agricultura, Juan Camilo Restrepo, es que su cartera también es de Desarrollo Rural.

A esta premisa, el funcionario le ha sumado la responsabilidad de que el agro sea considerada como una de las denominadas locomotoras que este Gobierno ha seleccionado para dinamizar la economía del país.

Buscando ese objetivo, el Ejecutivo entendió que es vital implementar un plan de restitución de tierras, por lo que incluyó el tema en la Ley de Víctimas, que pretende devolverles a sus dueños 2 millones de hectáreas. Pero antes de que este proyecto haga su trámite en el Congreso, se puso en marcha un plan de choque que busca que 312.000 hectáreas de tierra regresen a 130.000 familias, antes de abril.

Desde diferentes sectores se ha señalado que aunque la restitución es un paso fundamental para reactivar el agro, que viene creciendo por debajo del PIB nacional y que en 2008 y 2009 tuvo un comportamiento negativo al registrar -0,4% y -0,6%, respectivamente, también se requieren otras iniciativas como el desarrollo de proyectos productivos, la reinstitucionalización del campo y la incorporación de innovación, ciencia y tecnología.

 Precisamente esta es la principal característica de la multinacional Ball, la compañía responsable de los principales desarrollos en las flores de corte en el mundo. Según Joaquín de la Torre, su representante para las tierras altas de los trópicos, que incluyen a América Latina y África, tanto el sector de la floricultura como el agro en general viven un reacomodamiento.

“Es evidente que la violencia alejó a la gente del campo. Ahora se tienen que generar políticas para lograr que la gente regrese, pero sobre todo que lo hagan los jóvenes entre 25 y 45 años, que no desean regresar”, explica este empresario.

Y es que De la Torre es uno de los empresarios que mejor conocen la floricultura nacional, un sector que genera 200 mil empleos en el país y que representa el 4,6% del PIB agropecuario. “La floricultura colombiana es una de las más competitivas del mundo, los empresarios siempre han estado abiertos a la innovación, además en canales de distribución lleva mucha ventaja”, afirma Joaquín de la Torre, quien dirige desarrollos como híbridos y nuevas variedades que adquieren los principales productores de flores del país.

La realidad que vive la floricultura nacional es muy similar a la del resto del sector agro, con una reducción del área cultivada y con un elemento que ha complicado la situación, las fuertes lluvias que han azotado a Colombia y que anegaron cerca de 1,2 millones de hectáreas de sembrados.

Con este panorama, Rafael Mejía, presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC), confía en que el sector crecerá 1,5% en 2011, pero se muestra preocupado por la inflación de los alimentos para el próximo año y la calcula en 5,8%. En esas apuestas jugará un papel preponderante el desarrollo de las leyes del gobierno y muy especialmente el clima.