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La venta masiva en los mercados emergentes se intensificó ayer cuando las acciones tuvieron su peor día en casi seis meses, incluso mientras abrían las bolsas de América Latina. Las monedas se debilitaron todavía más, hasta que el banco central de Turquía dijo que tendría una reunión de emergencia para tratar la caída en el precio de la lira.
El contagio se extendió hasta Grecia, con un aumento rápido y significativo de los retornos sobre los bonos y una caída en la bolsa de Atenas que la llevó a su nivel más bajo este año.
Los inversionistas están preocupados por los prospectos de los mercados emergentes, al tiempo que se desacelera el crecimiento en China, la segunda economía más grande del mundo, y mientras la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) desacelera su programa de estímulo económico.
Las compras de activos de la Fed fueron una característica clave de la apreciación de los activos en los mercados emergentes durante los últimos cinco años.
El índice FTSE de mercados emergentes cayó 1,4% ayer a inicios de la tarde en Londres. La bolsa de Hong Kong bajó 2,1%, al igual que la de Taiwán (-1,6%) y la de Indonesia (-2,6%).
La lira turca lideró inicialmente la caída, debilitándose contra el dólar durante su undécima sesión consecutiva y llegando a un punto históricamente bajo. La moneda, que no ha podido reaccionar a la intervención del banco central, cayó hasta 2,3%, pero se recuperó cuando su banco central anunció una reunión de emergencia para hoy, generando expectativas de que habría un aumento en las tasas de interés.
A mediados de la tarde, la lira se había fortalecido en 0,8% con respecto al dólar.
Los anteriores esfuerzos del banco para ayudar a la moneda, pero evitar un aumento políticamente impopular en las tasas de interés, incluyeron planes la semana pasada para aumentar las tasas en “días extraordinarios” (de los cuales el lunes sería el primero) de 7,75% a 9% y una intervención en el mercado de aproximadamente US$3.000 millones.
El rand sudafricano se debilitó por cuarta sesión consecutiva con respecto al dólar y ahora se comercia a su nivel más bajo desde octubre de 2008, un mes después del colapso de Lehman Brothers.