Aló, presidente

Juan Carlos Gómez
11 de mayo de 2020 - 02:00 a. m.

Desde que se declaró el estado de emergencia, el presidente Duque utiliza diariamente los canales de televisión. Ello habrá ayudado al nivel de aprobación de su gestión que registran las encuestas. También sus alocuciones habrán permitido que la sociedad colombiana esté mejor preparada para enfrentar la pandemia. El asunto es si la persistente presencia del presidente de la República en los canales de televisión se adecua a los principios de la democracia y al ejercicio de los poderes presidenciales.

En la historia de la televisión colombiana muy pocas alocuciones presidenciales han sido memorables. Histórica esa noche de abril de 1970, cuando Carlos Lleras decretó en vivo y en directo, a través de los servicios de la Televisora Nacional, el toque de queda frente a la inminencia de una rebelión, después de las elecciones en la cuales Pastrana Borrero habría derrotado al general Rojas Pinilla.

Inolvidable la intervención de Ernesto Samper en junio de 1996, después de las declaraciones de Fernando Botero en su contra. Se esperaba la renuncia del presidente, pero él salió en televisión a decir aquí estoy y aquí me quedo. También histórica la alocución del presidente Santos el 2 de octubre de 2016, después del plebiscito y la derrota del Sí, cuando se pensaba que ese era el final del tortuoso proceso de paz.

Estos ejemplos ilustran la dimensión, utilidad e interés de que el presidente de la República interrumpa la programación de la televisión abierta para dirigirse al país. Hoy en día, con todo y las redes sociales y las plataformas tecnológicas, los gobernantes reconocen la trascendencia de este medio para transmitir sus mensajes, pero eso no justifica que se pueda abusar.

El asunto fue materia de una sentencia de la Corte Constitucional (C-1172/01). La corporación declaró inconstitucional la facultad del presidente de la República para utilizar los servicios de televisión sin ninguna limitación. Recuerda la Corte que, “precisamente aduciendo el derecho informar a sus conciudadanos regímenes de corte totalitario, llegaron a manipular a la opinión pública deformando la realidad”.

En acatamiento a esta sentencia, el presidente debería modular su cotidiana intervención en televisión. La pandemia es realidad, pero hay que bajarle a la estridencia.

@jcgomez_j

 

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