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Pese a que la economía ha sido afectada en todas sus variables por la pandemia del Covid-19 y que muchas empresas han comenzado una lenta curva de recuperación, las centrales sindicales presentaron su propuesta para el incremento del salario mínimo para 2021 en una cifra cercana al 14%.
En un comunicado conjunto, los sindicatos consideran que el monto del salario mínimo para el próximo año debería estar por encima de un millón de pesos.
Para aumentar el salario mínimo, el gobierno debe tener en cuenta dos variables de la economía: la inflación y la productividad. La primera se encuentra en niveles del 1,75% anual hasta octubre alejada de la meta del Banco de la República del 3%. En cuanto a la productividad debe estar en un plano muy negativo; esta cifra la revela el Departamento Nacional de Planeación, una vez comience a reunirse la mesa de concertación laboral.
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Las centrales obreras y los pensionados consideran que con un aumento de esas proporciones “se daría un paso real y definitivo en el proceso de reactivación de la economía”.
La directora de la Cámara de Comercio Colombo Americana (AmCham Colombia), María Claudia Lacouture, considera que “la discusión del salario mínimo para 2021 requiere de la mayor sensatez de todas las partes”.
Señala que, la coyuntura actual de pandemia, cuyos devastadores efectos en la economía no han dejado de sentirse, “obligan a que el aumento del próximo año sea mucho más estratégico y que contribuya a la reactivación de la economía y no se constituya en un obstáculo en la creación de nuevos empleos”.
Recuerda la exministra de Comercio, Industria y Turismo que, en 2020 se han perdido más de cinco millones de empleos y la recuperación ha sido lenta. “Aún tenemos la incertidumbre por lo que pueda venir en los próximos meses y el fantasma de un rebrote nos ronda”, dice.
Reiteró que, “el salario mínimo de 2021 debe incentivar que las empresas puedan crear, de nuevo, los empleos perdidos y que beneficie a los millones de trabajadores que quedaron cesantes y al mismo tiempo estimular la formalización laboral”.
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María Claudia Lacouture sostiene que, “un aumento desproporcionado del salario mínimo pone en riesgo la competitividad empresarial”.
Recuerda que las ayudas del Estado no son infinitas y “el Gobierno no cuenta con una chequera ilimitada”.
