Hace sólo un año un petróleo a US$80 era algo impensable, ahora parece estar al alcance de la mano.
Los indicadores técnicos muestran que el precio al que apunta Arabia Saudita podría estar al alcance, con el crudo de referencia mundial Brent ya cerca de los US$74 el barril.
Si bien los futuros en Londres han superado el soporte Fibonacci del 50 % de la caída desde cuando el Brent cotizaba a más de US$100 a mediados de 2014, otra señal muestra que el repunte podría persistir en la línea justo por debajo de US$82.
Las correcciones recientes del Brent han mostrado que los precios chocan con un tope de velocidad solo cuando la lectura de su Índice de fuerza relativa sube a 75, bastante más allá de la señal habitual de sobrecompra de 70.
Puesto que esa medida está ahora en alrededor de 68, apunta a un apoyo continuo al crudo en su racha alcista.
Además de los indicadores técnicos, los inversores también están presenciando una reducción de los inventarios de petróleo en Estados Unidos, que ahora se encuentran por debajo de la media de cinco años por primera vez desde 2014.
Por otra parte, las tensiones geopolíticas continúan aumentando. Se prevé que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, tome una decisión que podría llevar a una nueva imposición de sanciones al miembro de la OPEP, Irán.
Un retorno de las restricciones financieras y económicas en el estado del Golfo Pérsico podría eliminar 500.000 barriles diarios de crudo de los mercados mundiales, según una estimación de un analista.