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Apple se unió a la lista de compañías que han hecho el tránsito hacia la nube (notablemente encabezada por Google y Amazon) para ofrecer un nuevo servicio llamado iCloud, que en palabras sencillas se encarga de sincronizar todos los dispositivos de un usuario. Música, libros, videos, correos, todo disponible en cualquier aparato, en cualquier momento.
La oferta de Apple llega meses después de que Amazon (con el Digital Music Locker) y Google (con Music Beta) introdujeran servicios similares, todos con la filosofía de que la información es ubicua y se puede acceder a ella remotamente desde una variedad de dispositivos. La diferencia más sensible es que Apple, dueño de iTunes, la mayor tienda de música en el mundo (ya sea virtual o físicamente), logró un acuerdo con las principales compañías disqueras, lo que le da una ventaja estratégica que puede ser la diferencia entre un producto que no es novedoso, pero sí exitoso.
El asunto es simple. En los servicios de Amazon y Google, el usuario debe subir su colección musical a los servidores de las compañías para, ahí sí, poder disfrutar de aquella canción especial desde su teléfono móvil o desde el computador de un amigo. Este proceso tradicionalmente, la puesta en línea de la música, puede demorar horas e incluso días, dependiendo de la rapidez de la conexión y, obviamente, el tamaño del catálogo del usuario. En el universo de Apple, con las disqueras a bordo, quien compre una canción por iTunes automáticamente la tendrá en sus dispositivos, no sólo en el computador desde el que la descarga; cabe aclarar que se habla de los juguetes de la casa: iPad, iPod, iPhone, iMac o demás.
¿Qué tan exitosa puede ser la apuesta en la nube de Apple? Es una respuesta que sólo se verá con claridad en el futuro, pero algunas cifras pueden dar algo de luz desde ya. La compañía asegura que ha vendido 15 billones de canciones a través de iTunes, además de 25 millones de iPads, que se suman a los millones de iPods fabricados por la marca y que lo sitúan como el reproductor MP3 más popular del mundo. En el fondo lo que quiere decir esto es que cada usuario de iPad, iPod o iPhone necesariamente ha estado en contacto con iTunes, lo que ofrece un amplio número de usuarios que saben cómo funciona la plataforma. ¿Cuántos de estos usuarios habrán comprado alguna de las 15 billones de canciones? No se sabe, pero dado el tamaño de la cifra es justo decir que muchos.
Por otro lado, quienes deseen utilizar iCloud, pero no posean música comprada exclusivamente en iTunes, pueden acceder al servicio por US$25 al año. Ahora, es casi seguro que cada usuario tiene algún disco que haya digitalizado y anexado a iTunes. Lo que resulta es que aquél que quiera utilizar la capacidad completa de iCloud no sólo ha pagado por música en iTunes, sino que también pagará los US$25 por sincronizar toda su colección musical. Negocio redondo.
Además de presentar iCloud, Steve Jobs, el mítico fundador y CEO de la compañía, introdujo las versiones nuevas de sus sistemas operativos para computadores de escritorio (Lion) y para dispositivos móviles, iOS5: el corazón que late en el interior de cada iPad, iPhone y iPod Touch.
Si bien hay una serie de nuevas funciones en la actualización de iOS, a las cuales se podía tener acceso mediante el procedimiento conocido como jailbreak (que es una suerte de hackeo del teléfono), llama la atención la introducción de iMessage, una aplicación para comunicarse entre dispositivos de la marca, que no es nada menos que la competencia del popular BlackBerry Messenger, disponible en los teléfonos de Research in Motion y que es uno de sus elementos distintivos.
La introducción de estos tres productos es la nueva arma en el arsenal de Apple para hacerle frente a la presencia, cada vez mayor, de los teléfonos que operan con Android (la plataforma para móviles de Google). A diferencia de las guerras de verdad, esta competencia puede que no sólo resulte beneficiosa para la compañía de Jobs (que acaba de inaugurar una granja de servidores en Carolina del Norte que costó US$1 billón), sino para el consumidor, que cuenta hoy con una amplia gama de servicios para escoger cómo y con quién asciende a la nube.