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La tensión comercial entre China y Estados Unidos volvió a escalar este viernes 4 de abril, luego de que el Gobierno chino anunciara un arancel del 34 % a todos los bienes importados desde Estados Unidos, medida que comenzará a regir a partir del próximo 10 de abril.
La decisión, anunciada por el Ministerio de Comercio chino, llega como respuesta directa a la nueva ronda de aranceles decretada por el presidente Donald Trump, quien hace unos días impuso un gravamen adicional del 34 % sobre los productos chinos, bajo el argumento de que se trata de tarifas “recíprocas”.
Además del arancel a las importaciones estadounidenses, China restringirá las exportaciones de materiales raros utilizados en sectores clave como la industria aeroespacial y la tecnología electrónica. También incorporará 16 empresas estadounidenses a su lista de control de exportaciones y 11 más a su lista de entidades no confiables, por su cooperación con Taiwán.
Entre las compañías afectadas están High Point Aerotechnologies, Sierra Nevada Corporation, Universal Logistics Holdings, Skydio, BRINC y SYNEXXUS, las cuales no podrán realizar nuevas inversiones en China ni comerciar con el país asiático.
El Ministerio de Comercio explicó en su página web que estas acciones buscan “proteger la seguridad y los intereses nacionales”, y acusó a las empresas estadounidenses sancionadas de “dañar gravemente la soberanía nacional y el desarrollo de China”.
Un déjà vu comercial con impacto global
La nueva tanda de aranceles recuerda el escenario vivido durante la primera presidencia de Trump (2017–2021), cuando se impusieron gravámenes por más de US$370.000 millones a productos chinos, provocando una guerra comercial abierta. En esa ocasión, China también respondió con tarifas sobre exportaciones estadounidenses clave, como los productos agropecuarios.
Esta vez, las represalias llegaron incluso más rápido: en menos de 24 horas, China respondió con una medida que, sumada a los aranceles del 20 % que ya estaban vigentes, dejará a las exportaciones estadounidenses con una carga arancelaria de al menos 54 % al ingresar al mercado chino.
Además, el nuevo paquete de medidas estadounidenses no solo se dirige a China: Trump impuso aranceles del 46 % a Vietnam, 49 % a Camboya y 48 % a Laos, países a los que muchas empresas chinas habían trasladado su producción tras los primeros choques arancelarios.
El petróleo ya siente los aranceles
El anuncio del Gobierno chino impactó de inmediato en los mercados internacionales, con una caída abrupta del precio del crudo Brent, que se desplomó más de 6 % en Londres y cerró en US$65,70 el barril, su nivel más bajo en meses.
El petróleo ya venía cayendo desde el jueves, cuando el crudo del Mar del Norte perdió otro 6 %, afectado por las expectativas de una guerra comercial prolongada y una eventual caída de la demanda global. Aunque las importaciones de crudo, gas y productos refinados fueron excluidas explícitamente de los aranceles de Trump, los analistas advierten que una desaceleración económica podría afectar igual la demanda y los precios.
China es el mayor importador mundial de crudo, por lo que cualquier fricción comercial que involucre a ese país termina reflejándose en los mercados energéticos. A esto se suma la decisión de la OPEP+ de aumentar la producción en 411.000 barriles diarios a partir de mayo, un ajuste que podría incrementar aún más la oferta en un contexto de consumo incierto.
Mientras el petróleo cae, las principales petroleras que cotizan en Londres también reportaron pérdidas. Las acciones de BP bajaron 2,24 %, mientras que Shell retrocedió 2,27 %. En paralelo, los futuros del índice Nasdaq 100 cayeron más de 600 puntos tras conocerse las represalias chinas.
Así mismo, la Bolsa de Seúl abrió a la baja este viernes, retrocediendo más de 1 %, después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunciara el miércoles que su administración impondrá un arancel, a países de todo el mundo, una penalización que en el caso de Corea del Sur ascenderá al 26 %.
El gigante tecnológico Samsung Electronics perdió un 2,6 %, mientras que el fabricante de chips SK hynix retrocedió un 6,37 %.
El sector automotriz sufrió por la entrada en vigor este jueves de otros aranceles de EE.UU., los del 25 % a la importación de vehículos, por lo que Hyundai Motor bajó un 1,03 % y su filial Kia un 1,21 %.
Organismos internacionales y analistas económicos ven con preocupación esta nueva escalada, que amenaza con enfriar la recuperación económica global. Varios expertos ya anticipan una posible recesión si las medidas se mantienen o se amplían.
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