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El tercer mayor exportador mundial de maíz anunció que acordó descartar un límite en los envíos de 30.000 toneladas diarias, que regía para el resto de la temporada hasta febrero, según un comunicado en el sitio web del Ministerio de Agricultura. En su lugar, el Gobierno supervisará atentamente las existencias para evitar tensiones con el sector privado.
A fines del año pasado, Argentina anunció una prohibición a las exportaciones de maíz, decisión que suspendió durante el fin de semana y reemplazó por el límite en los envíos.
Los agricultores del país no estuvieron conformes con las medidas, ya que dijeron que perjudicarían su rentabilidad.
Inicialmente, el Gobierno había impuesto las medidas para mantener los costos alimentación del ganado bajo control antes del inicio de la próxima cosecha y para evitar aumentos de precios en productos como la carne de vacuno, cerdo y pollo.
Productores y operadores se alarmaron por el vuelco de Argentina una vez más hacia el proteccionismo alimentario, que recordó la reducción de las inversiones en maíz, trigo y ganadería en la región agrícola de la Pampa cuando el partido peronista gobernante aplicó por última vez tales medidas, entre 2006 y 2015.
