Así van las actividades portuarias y marítimas durante la crisis por COVID-19 

Pese a la incertidumbre y desconfianza en la producción, comercio y consumo, en Colombia se han implementado medidas para garantizar el suministro de carga. Hoy, menos del 1 % de las personas que participan en este sector se ha contagiado del virus.

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Olga Lucía Ramírez*
20 de mayo de 2020 - 02:19 p. m.
Terminal de Compas en Tolú.  / Cortesía Compas.
Terminal de Compas en Tolú. / Cortesía Compas.
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Para nadie es un secreto que la aparición del brote mundial del Covid-19 ha impactado de manera sustancial la economía nacional y mundial, y modificará en gran medida las vidas de los habitantes del planeta. Ante esta situación imprevisible, la coordinación entre el Estado y el sector privado, así como la solidaridad con los sectores afectados y vulnerables, son claves para afrontar este desafío. 

Si bien el momento actual está marcado por la incertidumbre y la desconfianza en la producción, comercio y consumo globales, hay que anotar que las medidas implementadas por el gobierno en materia de continuidad en las operaciones de los puertos marítimos del país han garantizado el suministro de carga y, en especial, de elementos de atención básica para la población durante la emergencia sanitaria.

Estas medidas, que apuntan a garantizar la disponibilidad de la infraestructura y su correcta operación para este servicio de transporte, han estado acompañadas por la adopción, por parte de los puertos, de todos protocolos sanitarios y de bioseguridad emanados del Ministerio de Salud y Protección Social, siguiendo las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud. Esto ha permitido que los funcionarios públicos y los diferentes actores que interactúan en las instalaciones portuarias del Pacífico y el Caribe colombianos desarrollen sus labores con la menor exposición y riesgo de contagio posibles. La DIMAR estima que menos del 1 % de las personas que participan de las actividades portuarias y marítimas en Colombia se han contagiado del virus, lo que demuestra el éxito de las medidas implementadas, y evidencia que el país tiene en los puertos otros héroes, hasta ahora inadvertidos, que se han podido proteger para el correcto desarrollo de su labor.

Y es que, si bien la actividad mundial en este sector se ha reducido, no ha parado. En el mes de abril se cancelaron el 19 % de las salidas de contenedores prevista en todo el planeta. En las dos primeras semanas de mayo se había cancelado el 34 %. En Colombia, a un mes de haberse decretado el cierre de las fronteras marítimas y fluviales, habían arribado 699 barcos internacionales en los diferentes puertos de Colombia. Todos ellos fueron procesados bajo estricto cumplimiento de las medidas sanitarias, pues contribuyen al abastecimiento y la dinámica económica del país. De estas embarcaciones, principalmente compuestas por buques portacontenedores, de carga a granel y general y tanqueros, entre otros, hubo una reducción del 14 % en las llegadas reportadas para los puertos de Cartagena (280), Santa Marta (131), Barranquilla (98), y Buenaventura (85).

De igual manera, durante el primer trimestre de 2020 se presentó una reducción del 3,8 % en la carga total movilizada en los puertos del país frente al mismo periodo del año pasado, lo que equivale a 1,7 millones de toneladas menos. En cuanto a la carga de exportación e importación, se registró un aumento del 6,8 % en las ventas externas, aunque para la carga importada hubo una reducción del 10,6 %. Esto demuestra un comportamiento positivo, sobre todo considerando que las disminuciones de carga en China han oscilado entre el 10,1 % y el 15 %, y en Estados Unidos, los volúmenes de carga cayeron un 22,5 % para importaciones y 5,7 % para exportaciones. Además, países de la región como Brasil y Chile registraron caídas del 6,9 % y 6,6 % respectivamente, en sus exportaciones por vía marítima.

Es importante tener en cuenta que, de acuerdo con la OCDE, es probable que el tráfico portuario de contenedores y el tráfico de carga aérea sufran nuevas caídas en el corto plazo. Las medidas de la encuesta sobre la fabricación de nuevos pedidos de exportación retrocedieron en los sondeos de febrero, particularmente en Japón y Australia. Los datos de inversión también son débiles, retenidos en buena parte por la continua incertidumbre y el débil crecimiento futuro esperado. Para afrontarlo, se requieren acciones globalmente coordinadas y más contundentes si se materializan los riesgos a la baja.

De ahí que en un escenario de reinserción global resulte fundamental que, en el ámbito tecnológico, se cuente con nuevos dispositivos y aplicaciones que permitan realizar análisis de datos que ayuden a la industria.  El desafío será poder adoptar estas nuevas tecnologías con la mayor cobertura posibles en operaciones y personal, conservando todas los requerimientos y estándares de bioseguridad. 

No todo se ve oscuro en el horizonte. El gobierno mantiene el ánimo y la voluntad para trabajar bajo este nuevo escenario en la necesaria actualización de la hoja de ruta portuaria, a través de la adopción de una política pública que atienda las ya conocidas necesidades y retos del sector, y los nuevos que nacen en esta coyuntura.

*Viceministra de Infraestructura.

Por Olga Lucía Ramírez*

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