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“Aspiramos a doblar los sembrados de algodón”

Los altos costos de producción, sobre todo en el último año, son la principal dificultad del sector.

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Ricardo Gutiérrez Zapata
24 de agosto de 2008 - 07:21 p. m.
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A finales de los 70 el algodón se convirtió en uno de los cultivos estrella en Colombia. Muchas regiones del país se desarrollaron gracias a esta fibra que con el paso de los años perdió su peso dentro de la economía nacional.

De esto está consciente Luz Amparo Fonseca, presidenta de  la Confederación Nacional de Algodón, quien busca recuperar el brillo que tuvo este producto.

¿Cuáles son los principales productores de algodón en Colombia?

El algodón tiene hoy en día 40 mil hectáreas sembradas en el país, con unos 5.700 productores. De esta cifra, 20 mil hectáreas están en Córdoba, Tolima tiene 8.500 hectáreas, después de estos dos departamentos tenemos a Sucre, Bolívar, Cesar, La Guajira y con grandes perspectivas Huila y una parte de Cundinamarca.

¿Qué sucedió con los cultivos en los Llanos?

Lamentablemente esta región hoy no tiene algodón, fundamentalmente porque no tuvo acceso a semillas transgénicas y porque sus integradores o las agremiaciones que allí teníamos fueron muy débiles y desaparecieron.

¿Qué rol juegan los algodoneros en la Visión del Campo 2019?

Lo que indica ese documento es que tenemos que hacer más compatible la vocación de los suelos con su uso, allí se expresa la necesidad de que la ganadería libere por lo menos 10 millones de hectáreas que se deben destinar a la agricultura o a los bosques. Los algodoneros esperamos tener acceso a parte de esas tierras, pero nuestra meta realmente es a 2015, cuando aspiramos a llegar a 80 mil hectáreas que nos deben dar por lo menos 80 mil toneladas de algodón.

¿Cuánto exporta el país?

Somos un pequeño productor, pero de una altísima calidad de fibra y nos proyectamos como un cultivo de mucho valor agregado. Estamos haciendo parte de cadenas nacionales e internacionales dirigidas hacia textiles y confecciones de alto valor agregado.

El año pasado logramos exportar mil toneladas de algodón, por primera vez, al mercado peruano que resulta ser de alto interés, porque el producto de ese país llega a Estados Unidos a un precio promedio de ocho dólares el metro, mientras que Colombia llega a cuatro dólares por metro.


¿Y el mercado interno?

A nivel nacional tenemos limitantes de crecimiento dada la alta calidad de la fibra, por eso debemos buscar mercados de alta calidad fuera del país. Si hiciera una proyección de cuánto podemos crecer y de continuar con las altas calidades, Colombia podría ser un mercado para los algodoneros de 60 mil toneladas.

¿Los afecta el declive del sector de las confecciones?

Claro, nos afecta la situación de toda la cadena, empezando por los hilanderos, que son nuestros compradores directos. Desde la tarea de la hilatura de la fibra, hasta su tejeduría y luego la confección y la moda han tenido unos años muy difíciles, sobre todo por la revaluación, el contrabando y los altos costos. Creo que la llegada del grupo Kaltex, que compró a Coltejer, es positiva. Tuvimos la oportunidad de entrevistarnos con sus directivos y quedamos convencidos de que van a salvar la empresa y le van a dar proyección, fundamentalmente por una clave importante: son ellos quienes compran directamente la fibra .

¿Y en cuanto a importaciones?

El país en este momento importa entre el 60% y el 70% de sus necesidades, muchos de los algodones que importa son de una longitud relativamente corta que no producimos los algodoneros nacionales y que están destinados a procesos para la industria textil, generalmente para fabricar camisas y pantalonería.

¿Cuáles son las principales dificultades del sector?

Indudablemente coincidimos con el resto de cultivadores en que son los altos costos de producción, sobre todo en el último año y específicamente en el rubro de los fertilizantes. En segundo lugar, hemos encontrado límites en las áreas disponibles, pues lamentablemente en muchas zonas estamos encontrando ganadería o cultivos que en este momento gozan de bonanza en los precios internacionales como son el arroz, el maíz, el sorgo y la palma.

¿Los afecta el clima?

Ese es un componente que está afectando a todos los agricultores. Hemos tenido temporadas algodoneras en las que el exceso de lluvias no nos dejó sembrar, como fue el caso del Huila este año, que es el departamento más competitivo para cultivar algodón, teníamos la perspectiva de doblar el hectareaje en ese lugar, pasar de 1.500 a 3 mil hectáreas, pero el invierno tan intenso durante la temporada de siembras no nos permitió lograr la meta.


¿Han encontrado apoyo en este gobierno?

Diría que el algodón existe en Colombia porque tiene una política proactiva apoyada por el Gobierno Nacional como un reconocimiento al empleo que se genera a lo largo de la cadena del algodón  y el papel en la reactivación de ciertas regiones del país.

El Estado se comprometió a mantener hasta el año 2015 un precio mínimo de garantía, y por parte de los cultivadores nos comprometimos a varias cosas, la más importante tal vez, es que cada año vamos a tener mejoras en los rendimientos y disminución en los costos de producción.

¿Qué otros compromisos tienen?

También asumimos la responsabilidad de abrir mercados de exportación y formar una nueva generación de agricultores y técnicos, pues la edad promedio de los algodoneros es de 54 años, firmamos con el Ministerio de Educación un convenio para el fortalecimiento en la formación técnica y tecnológica dirigida a los algodoneros, estamos comprometidos a formar 400 técnicos y tecnólogos y tenemos una alianza entre Corpoica, la Universidad del Tolima, la Universidad de Córdoba y cuatro colegios técnico de estos dos departamentos.

¿Cómo va a estar la cosecha de este año?

El año algodonero 2008-2009 se inició el pasado 1° de agosto y eso coincide en Colombia con la temporada de siembras en la Costa, que se da entre agosto y octubre y estos algodones se cosechan en el primer semestre de 2009. El año se completa con las siembras del primer semestre, que se dan en el interior y que se recolectan en la segunda mitad del año.

Nuestra meta para el nuevo año es de 55 mil hectáreas sembradas en el país, esto es un incremento de 15 mil.

Por Ricardo Gutiérrez Zapata

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