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Aval va por la doble calzada en Vía al Llano

El conglomerado que lidera el empresario Luis Carlos Sarmiento, anunció que pondrá $2,5 billones para ejecutar los 25 kilómetros.

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Jairo Chacón González
16 de septiembre de 2012 - 08:28 p. m.
Así se vería la llegada a Villavicencio en doble calzada. A la derecha está la vía actual y a la izquierda la propuesta de Corficolombiana.  / Cortesía
Así se vería la llegada a Villavicencio en doble calzada. A la derecha está la vía actual y a la izquierda la propuesta de Corficolombiana. / Cortesía
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Mientras que la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) afinaba los últimos detalles de los 30 proyectos viales que presentará mañana a los inversionistas, en procura de buscar los $40 billones que se requieren para su financiación, el grupo Sarmiento Ángulo, que opera la vía Bogotá-Villavicencio, hizo una jugada maestra contrarreloj al revelar la iniciativa privada con la que busca construir 25 kilómetros de doble calzada entre Chirajara y la intersección del parque Los Fundadores, en la capital del Meta, y así transformar el camino a esa ciudad en una verdadera autopista.

Tras conocer que la ministra de Transporte, Cecilia Álvarez-Correa, realizaría un recorrido el sábado por la vía, José Elías Melo, presidente de Corficolombiana, hundió el acelerador para entregar a la ANI la propuesta, gracias a la Alianza Público Privada (APP), antes del paso de la funcionaria.

Con esta iniciativa, que ya tiene listos los estudios y diseños de detalle (fase III), el grupo Sarmiento Ángulo, a través de Corficolombiana, pretende eliminar las zonas inestables, mejorar la calzada existente y brindar mantenimiento durante 30 años. Todo esto supeditado a la aprobación de Luis Fernando Andrade, presidente de la ANI, lo que le daría vía libre a la construcción de los 25 kilómetros, que tendrían un costo de $2,5 billones, de los cuales el Estado no pondría un solo centavo gracias a la figura de la APP.

Sin embargo, este proyecto, que de aprobarse estaría listo en seis años, tiene un gran obstáculo y es que la recuperación de la inversión se haría a través del recaudo de peaje, para lo cual sería necesario instalar dos estaciones. De ese modo, en tan sólo 95 kilómetros habría cinco peajes, una carga muy alta para los usuarios, lo cual, sin embargo, estaría compensado por menos tiempo de recorrido por una vía cerrada, es decir una que sólo tendría accesos y salidas para integrarse a la autopista cada 3,5 kilómetros.

Hoy se construyen 27 kilómetros de doble calzada entre Cáqueza y Chirajara, a los cuales se adicionarían 25 más, lo que acercaría este corredor en seis años a una verdadera autopista. Sin embargo, faltaría el tramo en doble calzada entre El Boquerón y Cáqueza, que no se podría realizar sino con obra pública y con recursos del Estado, ya que si lo hace el sector privado sería indiscutible la instalación de dos peajes, algo que no sería viable, pese a que el tráfico promedio diario (TPD) se acerca hoy a los 10.000 vehículos.

De acuerdo con José Elías Melo, el 15% del tráfico corresponde a vehículos de carga que pagan el 40% del recaudo total de los peajes.

El nuevo trazado (25 kilómetros de longitud) terminará en la construcción de 41,1 kilómetros, ya que para ser funcional, rápida y segura, la vía deberá tener calzadas de servicio, retornos y deprimidos que faciliten el ingreso y salida de los automotores a los caminos veredales. Para este trazado se tiene proyectada la construcción de 15 túneles con una longitud de 12 kilómetros y 29 puentes que suman 4,3 kilómetros.

El túnel de Quebrada Blanca, uno de los obstáculos en la movilidad del corredor, quedaría en un solo sentido, ya que se construiría un gemelo en la otra dirección y con los trabajos de estabilización no caería tanta agua en su interior.

Por otra parte, los túneles de El Boquerón, en la salida de Bogotá, y de Bijagual y Buenavista, en la llegada a Villavicencio, tendrían su paralelo. Eso permitirá que la carga peligrosa no tenga que utilizar la vía antigua.

El presidente de Corficolombiana, el brazo inversionista del Grupo Aval, señaló que están comprometidos en el desarrollo de la infraestructura vial que requiere el país y que por ello participarán en los nuevos procesos licitatorios que prepara el Gobierno.

Actualmente Corficolombiana es el principal inversionista de la infraestructura vial, con 930 kilómetros de concesiones viales, entre ellas el tramo II de la Ruta del Sol y la vía Bogotá-Villavicencio, una de las carreteras con más proyección del país por el dinamismo de la capital del Meta y la región, explicó Melo.

La doble calzada al Llano (ver mapa).

Por Jairo Chacón González

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