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Noticias, análisis y comentarios desde el Financial Times
Durante las últimas semanas, altos oficiales de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) discutieron con los ejecutivos bancarios sobre si se debe prohibir a los bancos la propiedad de los activos físicos de los productos básicos.
El hecho de que se restrinja la libertad de enviar buques cargados de petróleo o de llenar las tuberías de gas podría presionar un nicho que ha sido históricamente lucrativo para bancos como Barclays, Goldman Sachs, JPMorgan Chase y Morgan Stanley. Por ejemplo, JPMorgan gastó US$1.600 millones hace tres años para hacerse a la división mundial de metales, carbón y petróleo de la compañía RBS Sempra Commodities.
Según las leyes de Estados Unidos, está permitido que los bancos negocien derivados de materias primas, como los contratos futuros. En 2003, la Reserva Federal amplió su autoridad al conceder a Citigroup el permiso de poseer crudo tangible, gas y cereales. Luego, otros bancos recibieron aprobaciones similares.
Estos permisos están ahora en cuestión. “La Reserva Federal controla periódicamente las actividades de las materias primas de las empresas supervisadas y está revisando la determinación de 2003, la cual establece que ciertas actividades de las materias primas son complementarias de la actividad financiera” , indicó la Reserva Federal en un comunicado.
En otra señal de control de montaje, un subcomité del Senado de EE.UU. tiene prevista para el martes a una audiencia sobre la participación de los bancos con las centrales eléctricas, refinerías de petróleo y almacenes.
Sherrod Brown, presidente de un subcomité del Senado estadounidense dedicado a estos asuntos, dijo que “los reguladores deben ser rigurosos al analizar a los bancos que poseen materias primas físicas. Cuando los bancos de Wall Street controlan el suministro de ambos productos y los productos financieros, hay una posibilidad de manipulación”.