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Un buen plato de fríjoles es, sin lugar a dudas, el alimento típico de una vasta región de Colombia. El mapa de mayor consumo de este producto en el país coincide con las zonas de la producción de café. De ahí que tanto el Ministerio de Agricultura, en cabeza de Andrés Felipe Arias, como la Federación Nacional de Cafeteros pusieran en marcha un programa con el fin de incentivar el cultivo de fríjol entre los cafetales.
El tema adquiere mayor relevancia en momentos en los cuales se discute el fenómeno de la escasez de alimentos en el mundo, debido a la fuerte demanda de naciones como China e India, a los cambios climáticos, al uso de grandes franjas de tierra para producir biocombustibles y a la utilización de algunos productos para este mismo fin.
Según datos de la Federación Nacional de Cultivadores de Cereales y Leguminosas (Fenalce), el año pasado Colombia produjo 101 mil toneladas de fríjol y tuvo que importar 30.833 toneladas, lo que indica que el consumo anual en el país sobrepasa las 131 mil toneladas.
La idea es alcanzar 120 mil hectáreas de fríjol cultivadas en Colombia. Para conseguirlo se requiere sembrar unas 30 mil hectáreas de esta leguminosa en 2008 y aumentar la cifra a 45 mil en 2009.
Buscando este objetivo, el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural entregará un apoyo de $150.000 por cada tonelada de fríjol que se produzca y se comercialice en la zona cafetera.
El incentivo para los cultivadores de fríjol se dio a conocer al tiempo de que el Gobierno nacional anunció su intención de suministrarle unas 6 mil toneladas de la leguminosa a El Salvador, después de un encuentro entre la Ministra de Relaciones Exteriores de ese país, Marisol Argueta de Barillas, y el presidente Álvaro Uribe Vélez.
Cabe anotar que el fríjol forma parte de la cultura colombiana desde tiempos prehispánicos, debido a que se han encontrado vestigios de que culturas como la Quimbaya, Calima, Pijao y Muisca lo consumieron, pues se puede cultivar en terrenos que se ubican entre los 500 y los 2.800 metros de altura sobre el nivel del mar.
Lo cierto es que hoy figura en la dieta nacional.
Requisitos
Los cafeteros interesados en este programa de incentivos pueden encontrar información en las páginas www.cafedecolombia.com y www.minagricultura.gov.co, e inscribirse antes del 30 de mayo en las oficinas de los comités de cafeteros que se encuentran distribuidas en diversas regiones del país.
Los pagos se realizarán a partir del 1o. de septiembre de este año, por medio de la Federación de Cafeteros, que hará los desembolsos a través de la cédula cafetera inteligente a sus agremiados que cultiven el fríjol.
En cuanto a los requisitos que se exigen para optar por los recursos, los cultivadores deberán llevar y entregar el formulario de inscripción que otorga la Federación a través de los comités y una fotocopia de la cédula ampliada; también deben inscribir como mínimo un cuarto de hectárea para la siembra del fríjol.
De acuerdo con Gabriel Silva Luján, gerente general de la Federación Nacional de Cafeteros, el programa es importante como apoyo para las familias cafeteras, tanto como complemento de sus ingresos, como para su propia alimentación.
Por su parte, el Ministro de Agricultura sostuvo que este plan es parte de la campaña de expansión de cultivos que adelanta el Estado, ante la realidad mundial de escasez de alimentos, lo cual se convierte en una oportunidad para el desarrollo del campo colombiano.
Otras iniciativas
La información sobre el fríjol se sumó a la política para incrementar en 200 mil hectáreas los cultivos de maíz en el país.
El Ministerio de Agricultura anunció la entrega de incentivos para cultivar este producto del que Colombia debe importar 3,2 millones de toneladas al año.
La estrategia consistirá en que el Gobierno pagará $30.000 por tonelada de maíz vendida y comercializada en el primer semestre de este año, y $50.000 por tonelada en el segundo semestre de 2008. Las inscripciones también se vencen el próximo 30 de mayo.
Con esto se busca que los cultivadores nacionales suplan la demanda interna del maíz, un producto que es vital en la dieta de los colombianos y, que al igual que el fríjol, hace parte de uno de los platos más típicos del país: la bandeja paisa.
La idea es que Colombia produzca sus propios alimentos y se blinde ante la crisis mundial de comida.
Beneficios del fríjol
Según el Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT), el consumo de fríjol ofrece varias ventajas. Por estas razones se recomienda que cada persona se alimente con 14 kilos de la leguminosa al año.
Menos riesgo de infarto: debido a que el consumo de este alimento produce un descenso en los niveles de colesterol.
Reduce la incidencia de algunos tipos de cáncer: en el caso del cáncer de colon disminuye las probabilidades de padecerlo, en un 50%, y algunos estudios también han demostrado que reduce las posibilidades de sufrir de cáncer de próstata y de mama.
Alimento para diabéticos: al pertenecer al grupo de las leguminosas, el fríjol es fuente de carbohidratos complejos, de lenta digestión y de bajo índice glicémico.
Combate la anemia: ésta es una de las enfermedades de mayor incidencia en el mundo, pues se calcula que la padecen unos 2 mil millones de personas y es la primera causa de la deficiencia de hierro, que en Colombia alcanza a cerca de un 23% de la población. El fríjol, además de ser una poderosa fuente de proteínas, también contiene altas cantidades de hierro, cinc y calcio.