Los recursos que asignó el Gobierno para financiar un precio de sustentación para la carga de café, en medio de una coyuntura donde esta se paga a $507.000, están a punto de agotarse. Hace apenas unas semanas, la partida inicial de $78.800 millones se terminó. Luego, se adicionaron $7.000 millones que también ya están escaseando en momentos donde los cafeteros y el Estado continúan pensando en fórmulas para paliar la crisis del sector, afectado por la caída de los precios del grano en el mercado internacional y también, por la revaluación.
Hasta el momento, según el gerente general de la Federación Nacional de Cafeteros, Luis Genaro Muñoz, se han tramitado ante el gremio 540.982 facturas ($81.693 millones en ayudas) que han pasado 154.000 cafeteros de 547 municipios (de 20 departamentos del país). Esto quiere decir que por cada carga de 125 kilos de café pergamino seco, el Gobierno subsidia $60.000.
Para continuar en la búsqueda de soluciones, ayer en Chinchiná (Caldas) se reunieron cerca de 400 cafeteros para dialogar sobre temas cruciales para la caficultura como comercialización, valor agregado, financiamiento y riesgo. El objetivo es que este miércoles, durante el Acuerdo para la Prosperidad Cafetera –que encabezará el presidente Juan Manuel Santos en ese municipio-, los productores del grano entreguen las conclusiones sectoriales al jefe de Estado quien probablemente anunciará nuevos recursos para afrontar la crisis cafetera.
Según los cálculos de la Federación Nacional de Cafeteros, la revaluación y el comportamiento de los precios en el mercado internacional (que están por debajo de US$1,50 por libra), le han quitado $1,5 billones de ingresos a más de 550.000 cafeteros entre 2011 y 2012. A esto se suma una caída en la producción que al cierre del año pasado llegó sólo a 7,7 millones de sacos de café de 60 kilos (este resultado, es uno de los más bajos en los últimos cinco años).
Para salir de esta prolongada crisis –que suma más de cuatro años-, el gremio cafetero está concentrando sus esfuerzos en la renovación del parque cafetero, recientemente golpeado por la roya originada durante la ola invernal de los últimos tres años. Según los cálculos de Muñoz, el objetivo es que este año Colombia pueda subir su nivel de producción a 10 millones de sacos y que en 2014 pueda incorporar a los resultados 2,25 millones de sacos de café derivados de cerca de 117.000 hectáreas de cafetales renovados.
Juan Camilo Restrepo, ministro de Agricultura y Desarrollo Rural, le ha insistido en numerosas ocasiones al Banco de la República incrementar las compras de dólares diarias para controlar la revaluación, no sólo en beneficio del café, sino de la agricultura en general. Asimismo, los cafeteros esperan que el Gobierno y el Emisor empleen todo su arsenal para controlar esta tendencia.
Los productores aseguran que no pueden seguir trabajando a pérdida, ya que por arroba de café está siendo pagada a $58.000. Según ellos, debería cobrarse a $65.000 para cubrir los costos de producción. Por ahora, se baraja al interior del gremio cafetero la opción de buscar un precio de sustentación de $700.000 por cada carga de café.