Cajas apoyan plan de 100 mil viviendas

Las cajas de compensación familiar del país atendieron el llamado del ministro designado de Vivienda, Germán Vargas Lleras, y se unirán a la intención del Gobierno de poner en marcha el plan para otorgar 100.000 viviendas gratuitas a los más pobres.

Paralelo a este proyecto, el Ejecutivo dará subsidios de $1,3 billones a quienes cuentan con un poco más de recursos y desean acceder a una vivienda.

Vargas Lleras les propuso a las cajas ser uno de los engranajes estratégicos del proceso. “Logramos el 100% del compromiso de las cajas de compensación familiar, de manera que vamos a contar con unos grandes interlocutores, ejecutores y colaboradores de este proyecto”.

El ministro considera a las cajas como aliadas estratégicas por la experiencia y el acompañamiento social que aportan al proyecto con el que se busca “beneficiar no sólo a las familias que más lo necesitan y que lo perdieron todo, sino también a los ciudadanos que requieren subsidio para tener casa propia”.

Álvaro José Cobo Soto, presidente de la Asociación de Cajas de Compensación Familiar del país (Asocajas), explicó que hay interés por parte del gremio en realizar sus aportes al proceso. “La vivienda tiene dos elementos básicos: es dinamizadora de la economía y generadora de empleo. El Gobierno está agregándole el tema social de manera importante”.

Cobo opinó que la contribución de las cajas de compensación no sólo se limitaría a impulsar la entrega de las viviendas sino a brindar un acompañamiento social a los beneficiarios. Además dijo que pueden contribuir en la activación de asistencia técnica para que los proyectos no fracasen en los municipios aunque se tengan los recursos. “Las cajas son promotoras de proyectos. Se puede contribuir a sacar esas viviendas adelante”.

En una reunión que sostuvieron ayer Cobo y Vargas Lleras se definió que las cajas establecerán si en sus listados tienen candidatos reales para vivienda gratuita. También se definió que el gremio dará apoyo técnico a los proyectos.

Vargas reiteró que el programa apunta a beneficiar a personas con Sisbén 1, desplazados y madres cabeza de hogar. “Debemos copiar esta información, clasificarla y, sobre todo, verificar que sea así para que no se nos metan colados”. Explicó además que restan siete semanas para complementar el proyecto con críticas y aportes.

Sergio Mutis Caballero, presidente de la Constructora Valor, opinó, frente a la intención del gremio de apoyar el proceso, que quienes estén afiliados a cajas de compensación no recibirán vivienda gratuita, ya que tienen un empleo y acceso a prestaciones. Sugirió que las cajas deberían ser el filtro para los beneficiarios.

Mutis Caballero dijo que las 100.000 viviendas no deberían construirse en los terrenos de las principales ciudades debido a los altos costos de la tierra. De ejecutarse en regiones de abundante pobreza, se evitaría un poco la migración de población a las grandes urbes.

Ayer, el Banco de la República expidió una resolución en la que anuncia la reducción de las tasas máximas de interés remuneratorio aplicadas a la financiación de vivienda individual de largo plazo y a proyectos de construcción.

“En el caso de créditos distintos a vivienda de interés social y las operaciones de leasing habitacional para la vivienda familiar, la tasa se redujo del 12,7% real efectivo anual a 12,4%”, explicó el Emisor en un comunicado.

Mientras tanto, para los préstamos destinados a financiar vivienda de interés social (VIS) y leasing habitacional familiar de vivienda VIS, “la tasa se redujo de 11% real efectivo anual a 10,7%”.

Roberto Moreno, presidente de la constructora Amarilo, reiteró que la política es oportuna para la situación de pobreza que atraviesa el país y sugirió que “hay que tener unido al sector privado para apoyar la iniciativa”.

“Me parece que el Gobierno le apunta a algo bueno. Hay que mirar cómo calificar y escoger a las familias y hacer el trabajo de integración social”, dijo Moreno, quien además opinó que las cajas de compensación tienen la experiencia para la asignación de subsidios, así como alianzas con las empresas constructoras.

Las cajas de compensación familiar del país atendieron el llamado del ministro designado de Vivienda, Germán Vargas Lleras, y se unirán a la intención del Gobierno de poner en marcha el plan para otorgar 100.000 viviendas gratuitas a los más pobres.

Paralelo a este proyecto, el Ejecutivo dará subsidios de $1,3 billones a quienes cuentan con un poco más de recursos y desean acceder a una vivienda.

Vargas Lleras les propuso a las cajas ser uno de los engranajes estratégicos del proceso. “Logramos el 100% del compromiso de las cajas de compensación familiar, de manera que vamos a contar con unos grandes interlocutores, ejecutores y colaboradores de este proyecto”.

El ministro considera a las cajas como aliadas estratégicas por la experiencia y el acompañamiento social que aportan al proyecto con el que se busca “beneficiar no sólo a las familias que más lo necesitan y que lo perdieron todo, sino también a los ciudadanos que requieren subsidio para tener casa propia”.

Álvaro José Cobo Soto, presidente de la Asociación de Cajas de Compensación Familiar del país (Asocajas), explicó que hay interés por parte del gremio en realizar sus aportes al proceso. “La vivienda tiene dos elementos básicos: es dinamizadora de la economía y generadora de empleo. El Gobierno está agregándole el tema social de manera importante”.

Cobo opinó que la contribución de las cajas de compensación no sólo se limitaría a impulsar la entrega de las viviendas sino a brindar un acompañamiento social a los beneficiarios. Además dijo que pueden contribuir en la activación de asistencia técnica para que los proyectos no fracasen en los municipios aunque se tengan los recursos. “Las cajas son promotoras de proyectos. Se puede contribuir a sacar esas viviendas adelante”.

En una reunión que sostuvieron ayer Cobo y Vargas Lleras se definió que las cajas establecerán si en sus listados tienen candidatos reales para vivienda gratuita. También se definió que el gremio dará apoyo técnico a los proyectos.

Vargas reiteró que el programa apunta a beneficiar a personas con Sisbén 1, desplazados y madres cabeza de hogar. “Debemos copiar esta información, clasificarla y, sobre todo, verificar que sea así para que no se nos metan colados”. Explicó además que restan siete semanas para complementar el proyecto con críticas y aportes.

Sergio Mutis Caballero, presidente de la Constructora Valor, opinó, frente a la intención del gremio de apoyar el proceso, que quienes estén afiliados a cajas de compensación no recibirán vivienda gratuita, ya que tienen un empleo y acceso a prestaciones. Sugirió que las cajas deberían ser el filtro para los beneficiarios.

Mutis Caballero dijo que las 100.000 viviendas no deberían construirse en los terrenos de las principales ciudades debido a los altos costos de la tierra. De ejecutarse en regiones de abundante pobreza, se evitaría un poco la migración de población a las grandes urbes.

Ayer, el Banco de la República expidió una resolución en la que anuncia la reducción de las tasas máximas de interés remuneratorio aplicadas a la financiación de vivienda individual de largo plazo y a proyectos de construcción.

“En el caso de créditos distintos a vivienda de interés social y las operaciones de leasing habitacional para la vivienda familiar, la tasa se redujo del 12,7% real efectivo anual a 12,4%”, explicó el Emisor en un comunicado.

Mientras tanto, para los préstamos destinados a financiar vivienda de interés social (VIS) y leasing habitacional familiar de vivienda VIS, “la tasa se redujo de 11% real efectivo anual a 10,7%”.

Roberto Moreno, presidente de la constructora Amarilo, reiteró que la política es oportuna para la situación de pobreza que atraviesa el país y sugirió que “hay que tener unido al sector privado para apoyar la iniciativa”.

“Me parece que el Gobierno le apunta a algo bueno. Hay que mirar cómo calificar y escoger a las familias y hacer el trabajo de integración social”, dijo Moreno, quien además opinó que las cajas de compensación tienen la experiencia para la asignación de subsidios, así como alianzas con las empresas constructoras.