Chile y Argentina estrechan su integración energética

Aprovechando la extensa infraestructura construida, Chile y Argentina acordaron estrechar su integración energética paralizada por años y evalúan ahora la factibilidad de intercambiar gas a través del sistema de swaps (permutas a futuro).

"Ambos países estamos evaluando la conveniencia y factibilidad de intercambiar gas a través de swaps usando la infraestructura existente", anunció este jueves dijo el ministro de chileno Energía, Máximo Pacheco, en el marco del primer Encuentro Chileno-Argentino sobre Integración Energética realizado en Santiago.

El eventual intercambio, que se suma a las exportaciones de Gas Natural que Chile inició en mayo pasado, requiere como paso previo resolver algunas cuestiones tributarias, explicó el ministro chileno.

"El swaps requiere poder resolver los temas tributarios asociados a estos, porque cuando se intercambia gas a través del este mecanismo, se está trabajando con un mecanismo que está en tránsito y tenemos que resolver los temas tributarios para que no haya una doble tributación", agregó.

Más integración

La decisión se enmarca en el fuerte compromiso de los dos países de estrechar la cooperación energética después de estar paralizada por años tras la decisión de Argentina de cortar los envíos de gas natural a Chile por un incremento de la demanda interna, dejando a su vecino al borde de la crisis energética.

Una década después ambos países viven realidades energéticas distintas: Argentina, un país rico en energías, sufre de carencias después de años de paralización de sus inversiones, mientras que Chile -que importa casi la totalidad de los combustibles que consume- vive un récord de inversiones energéticas.

Desde mayo, Chile envía a Argentina gas natural por los mismos gasoductos desde los que hace una década su vecino le vendía para hacer frente a una mayor demanda registrada en el invierno.

Argentina debió recurrir al gas chileno al ser insuficientes los envíos desde Bolivia y paga por él más del doble de lo que lo hace por el boliviano.

Chile también le está vendiendo energía eléctrica a su vecino. Entre febrero y junio y después de siete años sin intercambios de este tipo, Argentina compró a Chile 110 megavatios producidos en base a energía fotovoltaica producida en la región de Atacama.

Eso en base a las buenas relaciones entre los dos países en esta materia tras la llegada al poder en diciembre del derechista Mauricio Macri, que puso un punto de inflexión a todas las políticas económicas argentinas que por años paralizaron las inversiones en materia energética.

"Nuestros sistemas son complementarios. Tenemos aquí tremendas sinergias. Integrar nuestros sistemas eléctricos y nuestros sistemas energéticos genera un sistema más robusto y más competitivo, lo que se va a traducir en rebajas de costos para nuestros consumidores", dijo el ministro Pacheco.

"Lograr la integración significa poder tener entre ambos países una matriz energética sustentable regional y de largo plazo", dijo por su parte el ministro argentino de Energía, Juan José Aranguren. El paso siguiente es lograr "exportar" precisamente esta integración al resto de Sudamérica.

En materia de integración "tenemos una tarea pendiente, porque Sudamérica es una de las regiones en un mundo menos integrada y eso le hace mal al sistema porque lo hace menos robusto y más inestable", concluyó el ministro chileno.

Aprovechando la extensa infraestructura construida, Chile y Argentina acordaron estrechar su integración energética paralizada por años y evalúan ahora la factibilidad de intercambiar gas a través del sistema de swaps (permutas a futuro).

"Ambos países estamos evaluando la conveniencia y factibilidad de intercambiar gas a través de swaps usando la infraestructura existente", anunció este jueves dijo el ministro de chileno Energía, Máximo Pacheco, en el marco del primer Encuentro Chileno-Argentino sobre Integración Energética realizado en Santiago.

El eventual intercambio, que se suma a las exportaciones de Gas Natural que Chile inició en mayo pasado, requiere como paso previo resolver algunas cuestiones tributarias, explicó el ministro chileno.

"El swaps requiere poder resolver los temas tributarios asociados a estos, porque cuando se intercambia gas a través del este mecanismo, se está trabajando con un mecanismo que está en tránsito y tenemos que resolver los temas tributarios para que no haya una doble tributación", agregó.

Más integración

La decisión se enmarca en el fuerte compromiso de los dos países de estrechar la cooperación energética después de estar paralizada por años tras la decisión de Argentina de cortar los envíos de gas natural a Chile por un incremento de la demanda interna, dejando a su vecino al borde de la crisis energética.

Una década después ambos países viven realidades energéticas distintas: Argentina, un país rico en energías, sufre de carencias después de años de paralización de sus inversiones, mientras que Chile -que importa casi la totalidad de los combustibles que consume- vive un récord de inversiones energéticas.

Desde mayo, Chile envía a Argentina gas natural por los mismos gasoductos desde los que hace una década su vecino le vendía para hacer frente a una mayor demanda registrada en el invierno.

Argentina debió recurrir al gas chileno al ser insuficientes los envíos desde Bolivia y paga por él más del doble de lo que lo hace por el boliviano.

Chile también le está vendiendo energía eléctrica a su vecino. Entre febrero y junio y después de siete años sin intercambios de este tipo, Argentina compró a Chile 110 megavatios producidos en base a energía fotovoltaica producida en la región de Atacama.

Eso en base a las buenas relaciones entre los dos países en esta materia tras la llegada al poder en diciembre del derechista Mauricio Macri, que puso un punto de inflexión a todas las políticas económicas argentinas que por años paralizaron las inversiones en materia energética.

"Nuestros sistemas son complementarios. Tenemos aquí tremendas sinergias. Integrar nuestros sistemas eléctricos y nuestros sistemas energéticos genera un sistema más robusto y más competitivo, lo que se va a traducir en rebajas de costos para nuestros consumidores", dijo el ministro Pacheco.

"Lograr la integración significa poder tener entre ambos países una matriz energética sustentable regional y de largo plazo", dijo por su parte el ministro argentino de Energía, Juan José Aranguren. El paso siguiente es lograr "exportar" precisamente esta integración al resto de Sudamérica.

En materia de integración "tenemos una tarea pendiente, porque Sudamérica es una de las regiones en un mundo menos integrada y eso le hace mal al sistema porque lo hace menos robusto y más inestable", concluyó el ministro chileno.