
Fedetranscarga anticipa que los mayores tiempos de tránsito afectarán con crudeza productos básicos de la cena navideña.
Foto: Agencia Nacional de Infraestructura (ANI)
Un día de cierre de la vía al Llano obliga a que un campesino en Guayabetal no pueda sacar sus plátanos, que el camión que trae insumos no llegue, que el bus que iba a Villavicencio se devuelva vacío o se estanque horas en la serpiente del tráfico en vías alternas. Ahora piense que eso ha pasado 34 días, con una economía local estancada y la incertidumbre como rutina.
Esa escena de parálisis, repetida cada día desde el derrumbe del 6 de septiembre en el kilómetro 18, en Chipaque, tiene un precio que no ha dejado de crecer. Las primeras...

Por Alejandro Rodríguez Torres
Comunicador social y periodista apasionado por el mundo digital y la edición multimedia. Desde mayo de 2024 escribe en la sección Negocios sobre infraestructura y transporte. Le encanta la literatura y debatir hasta agotar las ideas.@alejandrorodtarodriguezt@elespectador.com
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