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El décimo Congreso de Asomicrofinanzas terminó en Cartagena con la firma de un convenio entre el Gobierno y el gremio de las microfinanzas con el fin de empoderar económicamente a las mujeres colombianas e impulsar su emprendimiento.
“Hoy enfrentamos un gran reto y compromiso: llegar a siete millones de microempresarios e independientes que aún no acceden al sector financiero”, señaló Miguel Charria, presidente de la junta directiva de Asomicrofinanzas. El vocero dice que ofrecer y tener acceso a productos financieros “no es solo entregar un crédito, una cuenta de ahorros o un seguro. Estamos entregando dignidad oportunidades, autoestima, confianza, empoderamiento, progreso y paz”. Los microempresarios e independientes representan más del 90 % del aparato productivo del país, “son uno de los grandes motores de la economía colombiana”, concluyó Miguel Charria.
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En el congreso al que asistieron mas de 500 personas se encontraba Géminis Audivert, una chocoana microempresaria. Su apellido lo heredó de su abuelo, un haitiano que emigró al país. Su padre fue carpintero y ayudó a construir la iglesia de Quibdó. “No soy política, no tengo ese espíritu para la política, me dediqué a trabajar artesanías y poco a poco me di a conocer, todo mundo me conoce en el Chocó”. Cuenta esta mujer que trabaja con la damagua, un árbol del que extraen una especie de tela que los artesanos intervienen. Ella hace sombreros y bolsos, entre otros productos. También realiza piezas con la planta conocida como cabicinegro.
El negocio de Géminis, sin un microcrédito, no podría funcionar. Solo tiene siete días, lo que dura la Semana Santa, para conseguir su producto que se da en esa época del año. Empezó con un microcrédito de dos millones de pesos. Con eso pudo comprar la materia prima, “sin él no hubiera podido llegar a donde estoy hoy”, dice esta chocoana que ya lleva cuatro microcréditos. El último fue por cuatro millones de pesos.
Géminis participó en un panel sobre experiencias en el congreso de Asomicrofinanzas. “Me sentí bien gracias a Dios y le doy las gracias al público, cuando salí de allá mucha gente se acercó, compraron mis productos vinieron a mirar lo que hacía, eso sirve mucho. Dejo en Cartagena un buen recuerdo”, le dijo a El Espectador esta mujer cuyos sus productos no solo son conocidos en su región, también se exportan a países como España e Italia.
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Muy preocupada se encuentra María Clara Hoyos, presidenta ejecutiva de Asomicrofinanzas, frente a la dificultad en el tema de orden público que afecta el sector. La directiva gremial se refirió en concreto a los departamentos de Cauca, Nariño, Valle y Norte de Santander, en donde los asesores de las entidades microfinancieras deben llegar a las zonas rurales buscando que los campesinos vean al sector financiero como su aliado para el desarrollo personal. “Por eso, hacemos un llamado al Gobierno Nacional para mejorar las condiciones de seguridad y de conectividad, las que sumadas a la autoexclusión se convierten en los enemigos de la inclusión financiera”.
Consultada por El Espectador en una rueda de prensa sobre esta preocupación del sector, la vicepresidenta de la Républica, Marta Lucía Ramírez, dijo que "hay sectores del país que evidentemente tienen dificultades, pero también hay que estar revisándolo permanentemente”. Ramírez se refirió a la ley de las zonas especiales en las que se está dando especial foco a sitios en los que ha habido más violencia (zomac), para que se dé prioridad institucional. “Ningún lugar de Colombia debe estar cerrado a la fuerza pública ni impedido el acceso a los ciudadanos”.
En los diez años que lleva este gremio se han atendido a cerca de 3.100.000 microempresarios, independientes y negocios por cuenta propia que han tenido la oportunidad de acceder a un microcrédito, según Asomicrofinanzas, representa un crecimiento de 304 % en lo que a cobertura respecta en ese periodo.
Metas de inclusión financiera
Para el gobierno central las metas gubernamentales en inclusión financiera son ambiciosas. “La promoción del ahorro, la educación financiera en el campo, para mujer rural y específicamente indígena es importante”, sostuvo Gloria Amparo Alonso, directora del Departamento Nacional de Planeación.
En el Plan Nacional de Desarrollo (PND) 2018-2022 se estableció aumentar el indicador de inclusión financiera al 85 %. Se espera que al menos tres millones de adultos ingresen al sistema en los próximos tres años. De este grupo, casi 600.000 serán población rural.
Con el panel "Inclusión para todos" terminó este congreso. El director de la Unidad para las Víctimas, Ramón Rodríguez, propuso que “las víctmas del conflicto armado también deben ser incluidas en el sistema financiero y enfocarse en implementar programas de educación”. El funcionario le dijo a El Espectador que la inclusión financiera les permitirá a las víctimas acceder a productos útiles y asequibles de manera responsable y sostenible.
“Estamos aprovechando este congreso para decirle al sistema financiero que en las víctimas hay una oportunidad de crecimiento para el país una oportunidad de hacer uso adecuado de los recursos que reciben las víctimas y por eso es tan imporante tener al sistema financiero, que conozca de primera mano lo que reciben las víctmas, cómo lo pueden invertir y, de parte del sistema financiero, todo lo que es educación financiera; que si recibimos una buena educación financiera se va hacer buen uso de los recursos. Una buena cultura de pago que les va a permitir a las víctimas crecer en sus capacidades en los temas de emprendimiento”.
Por Pedro Mendoza / Cartagena
