Colombia logró estabilizar su tasa de mortalidad vial

Aunque el número de muertes creció 2,4 % en 2019, la relación de este índice con el número de habitantes se ha mantenido durante tres años.

Paula Delgado Gómez - @PaulaDelG.
04 de febrero de 2020 - 02:00 a. m.
Foto de referencia.  / Pixabay
Foto de referencia. / Pixabay

El año pasado, de acuerdo con las estadísticas parciales del Observatorio Nacional de Seguridad Vial, 6.634 personas murieron en Colombia a causa de un accidente de tránsito, 158 más (2,4 %) de las reportadas al cierre de 2018.

Sin embargo, la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV) tiene estadísticas que demuestran que en términos prácticos lo que hubo fue una disminución. En primer lugar, la tasa de mortalidad en 2019 fue igual a la de 2017: 13,17 fallecidos por cada 100.000 habitantes o 4,41 fallecidos por cada 10.000 vehículos, como también se expresa. Este efecto se explica porque el crecimiento del parque automotor y de la población supera la ocurrencia de accidentes, lo que le permite al país ubicarse en el promedio de la región y estabilizar este indicador de mortalidad.

En segundo lugar, si sólo se tienen en cuenta las capitales de departamento se logró una reducción de 5 % en la mortalidad por siniestros viales, a pesar de que en los grandes municipios la exposición al riesgo es mayor. “La Agencia trabajó mucho en el segundo semestre en regiones, en ver cómo hacemos pedagogía allí. Esas tareas nos han servido y reflejan que el control y el compromiso de los alcaldes nos dio mucho éxito”, destacó Luis Felipe Lota, director de la ANSV.

Para ilustrarlo, el vocero detalló el caso del Valle del Cauca: el año pasado fallecieron 903 personas en el departamento y, con excepción de Cali, que redujo el número a 324 (32 menos), ningún municipio mostró avances importantes. Y esta relación se replica en todos los casos, el año pasado una de cada tres muertes ocurrió en ciudades capitales (2.282, de las 6.634 totales).

El compromiso de la entidad este año es salvar 150 vidas, y aunque continuarán fortaleciendo la prevención en las áreas urbanas, se concentrarán más en las áreas rurales, en las carreteras, “ahí será más ambicioso, pero tenemos que garantizar que los números de 2019 se conserven”, aseguró el funcionario. De esta forma, debe llegar a 1.400 vidas salvadas en 2022, es decir, reducir la mortalidad a 5.320 en todo el país.

Pero no en todos los frentes se evidencia esta disminución, lo que explica el incremento de más de dos puntos básicos en mortalidad. En los municipios más pequeños los siniestros fatales crecieron 9 %. Esto en gran parte debido a que siete de cada diez ciudades pequeñas no cuentan con una autoridad de tránsito: “En esas zonas del país no hay agentes que hagan control o impongan sanciones por infracción a normas de tránsito; es un tema que hay que trabajar mucho como país porque la seguridad vial requiere no sólo de infraestructura segura y buenas campañas, sino también de cómo nos comportamos”, reflexionó Lota.

Su lectura es que muchas veces los alcaldes no tienen el recurso, no les alcanza el presupuesto o no les importa, por eso ha insistido a los entes territoriales en la priorización de las acciones en el interior de los municipios apoyados por sus respectivas gobernaciones. Por esta razón han comenzado a asesorar a todas las administraciones locales en la definición de una meta anual de vidas salvadas acorde con la realidad (basada en el tamaño de su población y la mortalidad histórica) que debe quedar consignada en sus respectivos planes de desarrollo y ser avalada por Planeación Nacional.

Además, a mediados de enero tuvo lugar el primero de 32 consejos territoriales de seguridad vial que se harán en 2019 para coordinar a los departamentos. Pero para no quedarse sólo en el sector público firmaron también un pacto con el Comité Empresarial de Seguridad Vial, para que las empresas trabajen en sus planes estratégicos que generen mejores prácticas, y otros tantos con colectivos de bicicletas, motocicletas, peatones y víctimas viales para capacitarlos en seguridad y hacerlos multiplicadores del mensaje. “La Agencia sola no puede salvar a la gente, debe ser producto de una alianza entre los sectores público y privado, y las comunidades”, resaltó el director de la ANSV.

Las cifras preliminares de accidentalidad y mortalidad se tendrán a finales de febrero cuando maduren los datos, dado que alrededor del 30 % de los fallecimientos por siniestros viales son hospitalarios y concluyen meses después del suceso. Las definitivas se conocerán sólo hasta mediados de este año, tras la publicación anual del informe Forensis, del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses.

Por Paula Delgado Gómez - @PaulaDelG.

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