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Moody’s Investors Service rebajó este jueves la calificación crediticia de Colombia, que pasó de Baa2 a Baa3, lo que representa una caída de un peldaño y ubica al país en el último nivel dentro del grado de inversión.
Básicamente, conservar el grado de inversión significa que Colombia aún es visto por Moody’s como un país con riesgo moderado -es decir, confiable para los inversionistas-, pero está a solo un paso de caer en el grado especulativo, una categoría que implica peores condiciones para conseguir financiamiento.
Al mismo tiempo, Moody’s mejoró la perspectiva de su calificación para Colombia, que pasó de negativa a estable, lo que indica que no anticipa nuevos recortes en su calificación en el corto plazo.
Luis Fernando Mejía, director de Fedesarrollo, afirmó que “la agencia Moody’s ha reducido en un escalón la calificación de riesgo de Colombia debido al deterioro en la situación fiscal, incluyendo la suspensión de la regla”.
Sin embargo, Mejía destacó que se mantuvo el grado de inversión y se mejoró la perspectiva gracias a “los controles y contrapesos institucionales del poder legislativo y judicial, que han limitado cambios radicales en las políticas”, y porque la calificadora aún confía en medidas correctivas para iniciar un proceso de consolidación fiscal.
La agencia @Moodys ha reducido en un escalón la calificación de riesgo de Colombia debido al deterioro en la situación fiscal, incluyendo la suspensión de la regla. Sin embargo, mantiene el grado de inversión y una perspectiva estable por "los controles y contrapesos…
— Luis Fernando Mejía (@LuisFerMejia) June 26, 2025
Las razones detrás de la calificación
En su informe, la calificadora justificó la rebaja por el deterioro de las finanzas públicas, como un déficit fiscal del 7,1 % del PIB para el cierre de 2025, uno de los más altos en la historia reciente del país (con excepción de los años de pandemia).
A esto se suma una deuda pública que crecería hasta 64 % del PIB en 2027, si no se corrige la trayectoria actual, y unos pagos de intereses que podrían alcanzar el 17 % de los ingresos del Gobierno central en 2025.
Moody’s también expresó su preocupación por la suspensión de tres años de la regla fiscal, el mecanismo que obliga al Estado a mantener equilibrio entre ingresos y gastos.
En conjunto, estas señales de debilitamiento fiscal llevaron a la agencia a ajustar la nota del país a la baja.
Marco Fiscal, el contexto general
La decisión de Moody’s se conoce después de la presentación del Marco Fiscal de Mediano Plazo 2025, la hoja de ruta de las finanzas públicas para los próximos años.
En el documento, el Gobierno confirmó la activación de la cláusula de escape de la regla fiscal, reconoció una caída de más de $18 billones en el recaudo tributario, y anunció que presentará una nueva reforma tributaria en julio, con la que espera conseguir $19 billones adicionales.
Además, aunque se habla de contención del gasto y eficiencia, no se incluyen recortes estructurales. Esto ha sido criticado por analistas y organismos técnicos.
Al respecto, el Comité Autónomo de la Regla Fiscal (CARF) emitió un concepto desfavorable sobre el plan fiscal, al considerar que no permite estabilizar la deuda en el mediano plazo ni recuperar la credibilidad perdida.
Otras calificaciones de Moody’s
Hace un año, el 27 de junio de 2024, Moody’s había mantenido a Colombia en Baa2, aunque cambió su perspectiva a negativa. En ese momento, destacó como puntos positivos la independencia del Banco de la República, la institucionalidad democrática y los esfuerzos por reducir el gasto en subsidios. Sin embargo, las señales fiscales no mejoraron lo suficiente para evitar el recorte.
Colombia ya había perdido el grado de inversión con Fitch Ratings y S&P en 2021, luego del estallido social y el retiro de una reforma tributaria. Desde entonces, Moody’s es la única que mantenía ese respaldo.
Ahora, el país quedará en el último peldaño antes de ingresar formalmente al grado especulativo.
En el horizonte, la atención de los mercados estará puesta en dos eventos: la presentación de una nueva reforma tributaria en el Congreso, prevista para julio, y la presentación del Presupuesto General de 2026, que deberá reflejar los compromisos de austeridad y mayor recaudo que se indicaron en el Marco Fiscal.
También será determinante lo que ocurra con la ‘Línea de Crédito Flexible’ del FMI, que Colombia podría perder si no envía señales claras de disciplina fiscal.
¿Qué es el grado de inversión y por qué importa?
Las calificaciones crediticias funcionan como una guía para inversionistas internacionales. Un país con grado de inversión es visto como una economía con condiciones razonables para pagar sus deudas, lo que le permite acceder a crédito en los mercados internacionales con tasas más favorables.
Por el contrario, cuando una nación cae al grado especulativo, muchos fondos dejan de prestarle, suben los intereses y se deteriora su reputación financiera.
Con esta decisión, Colombia sigue dentro del grupo de economías de inversión, pero solo con Moody’s. Las otras dos grandes agencias calificadoras, Fitch Ratings y Standard & Poor’s, degradaron al país a grado especulativo en 2021.
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