Colombianos confían más en las empresas que en las ONG

El barómetro de confianza realizado por la firma Edelman da cuenta de que, tanto en el país como a nivel global, los ciudadanos les creen cada vez menos a las instituciones, principalmente a los medios de comunicación.

María Alejandra Medina C. / @alejandra_mdn
06 de abril de 2017 - 01:23 a. m.
Colombianos confían más en las empresas que en las ONG

La confianza está en crisis. Esa, a grandes rasgos, es la conclusión de la encuesta de confianza y credibilidad para 2017 realizada por la firma Edelman. El estudio, que cubrió 28 países, incluido Colombia, dio cuenta de que la desconfianza ha crecido respecto a todas las instituciones de las que se ocupa la investigación: Gobierno, las organizaciones no gubernamentales (ONG), las empresas o negocios y los medios de comunicación.

En general, el Gobierno es la institución en la que la gente menos confía: 41 de cada 100 encuestados creen en él a nivel global, mientras que, en la medición del año anterior, la cifra llegó al 42%. Nacionalmente, esa medida de desconfianza se mantuvo, pues sólo 32% de los ciudadanos tiene fe en el Gobierno. Las más de 33.000 entrevistas con base en las cuales Edelman obtuvo sus resultados se llevaron a cabo entre el 13 de octubre y el 16 de noviembre del año pasado en todos los países. En Colombia, el estudio fue presentado en alianza con Google, la Universidad de los Andes y la Global Reporting Iniciative.  

En el mundo, las entidades más confiables para las personas son las ONG, con un 53%, aunque perdieron dos puntos porcentuales con respecto al 2016. Colombia, sin embargo, se sale de esa tendencia, pues nacionalmente las instituciones más confiables son las empresas, con un 64% (seis puntos menos que el año pasado), mientras que en las ONG confían 60 de cada 100 de las personas encuestadas.

Las empresas, a nivel global, se mantuvieron relativamente estables, pues solo perdieron un punto y se ubicaron en 52% de confiabilidad. Un país como Brasil, en donde se han presentado escándalos de corrupción en los negocios y el gobierno e incluso la destitución de la presidenta, Dilma Rousseff, los negocios perdieron tres puntos de confiabilidad, hasta el 61%, los mismo que ganó el Gobierno, que pasó de 21% a 24%.

Respecto a la prevalencia de las empresas como depositarias de confianza, Paula Restrepo, vicepresidente sénior de Edelman en Colombia, explicó: “Históricamente el país ha sido jalonado por grandes industriales, el desarrollo ha estado muy basado en lo que las empresas son capaces de proveerle a la población. Por eso importa tanto lo que representan para el país”.

Sin embargo, ¿por qué esa tendencia tan fuerte, pese a que, por ejemplo, el país es visto, incluso a nivel internacional, como un lugar peligroso para el ejercicio sindical, o que hay empresas o empresarios que han desempeñado un papel en el marco del conflicto armado colombiano?

Carlos Dávila, profesor emérito de la Universidad de los Andes y director del grupo de investigación “Historia y empresariado” de la Facultad de Administración, señaló que “el empresariado colombiano no es monolítico sino heterogéneo, muy diverso. Hay sectores avanzados, a los que la gente quiere y respeta, y hay otros actores que son pésimos ejemplos, de mala conducta”.

La heterogeneidad del empresariado también se manifiesta en la opinión, según Dávila. Muestra de ello fue el incondicional apoyo que dio un sector del empresariado a los acuerdos de paz con las Farc, con una figura como Nicanor Restrepo (1941-2015), consejero permanente del presidente Juan Manuel Santos en los diálogos de La Habana. Mientras tanto, hubo otros del sector privado que siempre manifestaron su oposición a las condiciones de la negociación, como José Félix Lafaurie, presidente del gremio ganadero Fedegán.

Otros actores cuyo papel fue puesto en discusión a raíz del plebiscito para refrendar los acuerdos fueron los medios de comunicación, sin duda los que más han perdido confianza por parte de los ciudadanos, pues mientras en 2016 era 55 de cada 100 los que confiaban en los medios, en 2017 la cifra bajó a 45%. La medición incluye las redes sociales, que igualmente perdieron 10 puntos de confianza (de 63 a 53%), mientras los medios tradicionales cayeron de 77 a 72%. Todos los demás medios sobre los que los ciudadanos fueron consultados cayeron: motores de búsqueda (de 83 a 81%), medios en línea (de 76 a 70%) y medios propios (71 a 67%).

Para Tulio Ángel, presidente de Asomedios, el comportamiento de la confiabilidad en los medios responde a “una pérdida de influencia y poder real, debida a la atomización que trajo internet, con el tema de las redes sociales, los influenciadores o los youtubers”. Es decir, los medios tradicionales hoy son un ítem más en la oferta para las audiencias. Según él, hay que reinventarse: “el millennial piensa diferente y tiene otras prioridades que las generaciones anteriores. Hay que entender qué es lo que buscan”.

En general, la gente consultada en Colombia cree que el sistema en el que estamos inscritos falla. “Incluso aquellos que están en la parte superior están desilusionados”, dice Edelman, es decir, los de mayores ingresos, los que tienen educación superior y los que están mejor informados, consideran que el sistema no funciona, en un 58%, 61% y 62%, respectivamente. Además, la falla en el sistema viene acompañada de miedos.

En este panorama de nuevo aparecen los negocios, que, según Edelman, “desempeñan un papel en la lucha contra los miedos sociales”. En Colombia, la gente teme perder su trabajo por la llegada de competidores extranjeros, falta de entrenamiento o habilidades, que los inmigrantes trabajen por menos, que las actividades se trasladen a mercados más baratos o por la automatización.

Por eso, la recomendación de la firma es hacer mejor las cosas. Las empresas, las instituciones en las que la gente más confía, deben, según los encuestados, ofrecer productos y servicios de alta calidad, tener prácticas transparentes, tratar bien a los empleados, escuchar a sus clientes y proteger el medioambiente. Cambios en ese sentido, en consecuencia, ayudarían a atajar en alguna medida la crisis de desconfianza a la que Colombia y varios países del mundo se enfrentan.

Por María Alejandra Medina C. / @alejandra_mdn

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar