Colombianos pueden adquirir más deuda hasta por $80 billones

Una “sana” desaceleración registra la cartera de crédito, a tono con el comportamiento de la economía colombiana, que en el último año ha frenado su expansión. El miedo a contratar nueva deuda ha estado motivado por la incertidumbre de los niveles de desempleo y el ajuste de los bancos a los requisitos para nuevas aprobaciones, todo reforzado por el alza de tasas de interés y el rebrote inflacionario. “La gente está menos propensa a sacar créditos”, dice Jonathan Malagón, vicepresidente técnico de la Asociación Bancaria y de Entidades Financieras (Asobancaria).

Sin embargo, este panorama no es tan oscuro. El sistema financiero estima que en sus arcas hay alrededor de $80 billones para que los colombianos se endeuden, sin llegar a considerarse “un recalentamiento” de la cartera de crédito.

Un reciente informe de la Superintendencia Financiera remarca que el saldo total de la cartera bruta, incluyendo al Fondo Nacional del Ahorro (FNA), se ubicó en $389 billones. El estudio señala además que en el segundo mes de 2016, las distintas modalidades de crédito “presentaron una disminución en el ritmo de crecimiento”.

El presidente de Asobancaria, Santiago Castro, afirma que la cartera se ha desacelerado, “eso es una realidad y lo hemos aceptado”.

Para este año, los bancos esperan que el crédito crezca cerca del 5,2 %, que es un poco más del doble del crecimiento estimado de la economía para 2016. Castro dice que Colombia está lejos del potencial de cartera sobre el Producto Interno Bruto que muestran otros países de la región. “Podemos tener un crecimiento de cartera superando la expansión del PIB y todavía se considera un aumento sano”.

El dirigente gremial es claro en afirmar que la “desaceleración (de la economía) está golpeando a unos tipos de cartera más que a otros”. Resaltó que el crédito hipotecario va a presentar unos márgenes saludables del 8 %, casi triplicando el crecimiento del PIB previsto para este año.

La cartera comercial y la de consumo se mantienen en niveles normales, lejos de producir preocupación, mientras que la de microcrédito sí retrocede. El presidente del gremio de los banqueros no cree que los bancos estén prestando “con la misma holgura a proveedores del sector petrolero. Eso se ve comparando cifras de hace dos años. Hay que mirar con mayor cuidado el balance y la sostenibilidad del negocio y el riesgo” que conlleva una actividad como la petrolera, donde persiste el fantasma de los precios bajos. También, en la franja riesgosa se encuentran el resto del sector minero, las exportaciones y los sistemas de transporte masivo.

El presidente de Asobancaria indicó que los bancos esperan de los empresarios encargados de proyectos de transporte masivo unas propuestas claras para volver esos negocios viables y que no sigan incurriendo en más riesgos.

Castro espera un dinamismo de la cartera de consumo al 4 %. “Vemos este año que el consumo empieza a mostrar síntomas de que se está resintiendo y por eso esperamos que esa cartera crezca para finales de este año”.

Lo que sí está más que claro es que los colombianos no están endeudados, como muchos analistas creen, aclaró el representante del gremio de los banqueros. Al contrario, espacio para solicitar más recursos prestados es lo que hay. Con cuidado, pero sí hay.

Una “sana” desaceleración registra la cartera de crédito, a tono con el comportamiento de la economía colombiana, que en el último año ha frenado su expansión. El miedo a contratar nueva deuda ha estado motivado por la incertidumbre de los niveles de desempleo y el ajuste de los bancos a los requisitos para nuevas aprobaciones, todo reforzado por el alza de tasas de interés y el rebrote inflacionario. “La gente está menos propensa a sacar créditos”, dice Jonathan Malagón, vicepresidente técnico de la Asociación Bancaria y de Entidades Financieras (Asobancaria).

Sin embargo, este panorama no es tan oscuro. El sistema financiero estima que en sus arcas hay alrededor de $80 billones para que los colombianos se endeuden, sin llegar a considerarse “un recalentamiento” de la cartera de crédito.

Un reciente informe de la Superintendencia Financiera remarca que el saldo total de la cartera bruta, incluyendo al Fondo Nacional del Ahorro (FNA), se ubicó en $389 billones. El estudio señala además que en el segundo mes de 2016, las distintas modalidades de crédito “presentaron una disminución en el ritmo de crecimiento”.

El presidente de Asobancaria, Santiago Castro, afirma que la cartera se ha desacelerado, “eso es una realidad y lo hemos aceptado”.

Para este año, los bancos esperan que el crédito crezca cerca del 5,2 %, que es un poco más del doble del crecimiento estimado de la economía para 2016. Castro dice que Colombia está lejos del potencial de cartera sobre el Producto Interno Bruto que muestran otros países de la región. “Podemos tener un crecimiento de cartera superando la expansión del PIB y todavía se considera un aumento sano”.

El dirigente gremial es claro en afirmar que la “desaceleración (de la economía) está golpeando a unos tipos de cartera más que a otros”. Resaltó que el crédito hipotecario va a presentar unos márgenes saludables del 8 %, casi triplicando el crecimiento del PIB previsto para este año.

La cartera comercial y la de consumo se mantienen en niveles normales, lejos de producir preocupación, mientras que la de microcrédito sí retrocede. El presidente del gremio de los banqueros no cree que los bancos estén prestando “con la misma holgura a proveedores del sector petrolero. Eso se ve comparando cifras de hace dos años. Hay que mirar con mayor cuidado el balance y la sostenibilidad del negocio y el riesgo” que conlleva una actividad como la petrolera, donde persiste el fantasma de los precios bajos. También, en la franja riesgosa se encuentran el resto del sector minero, las exportaciones y los sistemas de transporte masivo.

El presidente de Asobancaria indicó que los bancos esperan de los empresarios encargados de proyectos de transporte masivo unas propuestas claras para volver esos negocios viables y que no sigan incurriendo en más riesgos.

Castro espera un dinamismo de la cartera de consumo al 4 %. “Vemos este año que el consumo empieza a mostrar síntomas de que se está resintiendo y por eso esperamos que esa cartera crezca para finales de este año”.

Lo que sí está más que claro es que los colombianos no están endeudados, como muchos analistas creen, aclaró el representante del gremio de los banqueros. Al contrario, espacio para solicitar más recursos prestados es lo que hay. Con cuidado, pero sí hay.