Tras los recientes anuncios del gobierno, la reforma del sistema de pensiones de Colombia se está debatiendo activamente. El sistema de pensiones no ha logrado cubrir a la mayor parte de la población, ya que sólo 1 de cada 4 colombianos que llegan a la edad de jubilación ha cotizado lo suficiente para acceder a una pensión. Esto es debido a que el sistema es incompatible con la alta informalidad laboral en el país.
El sistema actual también es percibido por muchos como injusto e innecesariamente complejo de entender. Los diferentes “regímenes” paralelos que componen el sistema de pensiones otorgan a los afiliados de cada régimen beneficios muy diferentes, para el mismo nivel de aportes. Además, en la coyuntura actual de alta inflación y bajos rendimientos de los activos financieros, muchos jubilados en el sistema de capitalización individual han visto disminuir su pensión en términos reales este año. El sistema actual de retiro programado no protege a los pensionados de esas pérdidas de poder adquisitivo.
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Afortunadamente, ya se ha diseñado un nuevo sistema que puede ayudar al gobierno de Colombia a enfrentar de manera efectiva y financieramente sostenible estos problemas del sistema de pensiones. Este nuevo sistema consiste en un vehículo para el financiamiento del consumo en retiro de adultos mayores con Bonos Seguros, o “COMBOS de jubilación”. Brasil, ha sido pionero en la implementación de este diseño al emitir estos bonos, llamados RendA+ en Portugués (o “Ingreso Extra”) desde enero de 2023. Estos pueden servir como una buena plantilla para que Colombia la adopte y adapte. Los bonos RendA+ se pueden comprar a través de una aplicación de teléfono celular o un computador, en montos tan pequeños como el equivalente a $ 30.000 pesos colombianos, siendo accesible a trabajadores de todos los niveles de ingresos, incluidos los trabajadores informales.
Los COMBOS de jubilación fueron diseñados para ser tan seguros y fáciles de usar como un teléfono celular, independientemente del nivel de educación financiera del usuario. Para usarlos, sólo se requiere de dos respuestas simples de las personas: su fecha de jubilación y la cantidad de ingresos mensuales de jubilación que buscan, en pesos de hoy. Estos COMBOS, emitidos por el Estado, pueden empoderar a cada ciudadano para asegurarse un ingreso estable durante su período de jubilación, sin necesidad de ningún otro intermediario. Los COMBOS permiten aumentar la cobertura y democratizan la seguridad financiera de manera sostenible.
Pero ¿cómo funcionan estos bonos? Cada COMBOS paga un ingreso mensual real constante, con ajustes de inflación, a partir de una fecha de jubilación futura conocida. El ingreso que pagará cada bono se conoce al momento de su compra, y dicho ingreso real no cambia con los movimientos en las tasas de interés o retornos en los mercados financieros que ocurren después de la compra. Por lo tanto, a medida que un ciudadano compre más COMBOS durante sus años de trabajo, obtendrá mayores ingresos después de su retiro y siempre sabrá cuántos ingresos de jubilación se ha asegurado hasta la fecha. Esto le permite ver qué tan cerca está de su objetivo de ingresos para la jubilación en todo momento y qué pasos adicionales debería tomar (ej. ahorrar más, posponer la jubilación o liquidar parte de sus ahorros para la jubilación).
Esto no sucede hoy en día en la mayoría de los sistemas de ahorro para el retiro del mundo. Por ejemplo, las inversiones en carteras de bonos gubernamentales tradicionales (generalmente favorecidos en Colombia y otros países latinoamericanos), a menos que se diseñen y administren en base al objetivo de asegurar ingresos en retiro, a un costo significativo, serían riesgosas debido al descalce entre los plazos en los que pagan cupones los bonos tradicionales, y los plazos del ingresos de jubilación que se busca financiar. Como resultado, las inversiones pasivas en bonos TES tradicionales comportan un alto riesgo de ingresos en retiro, y no pasan “la prueba del teléfono celular”. La mayoría de los países desarrollados tienen dificultades similares. Los planes de pensiones de capitalización en otros países como EE.UU. y Australia, se basan en carteras de bonos tradicionales y acciones en la fase de ahorro, con la expectativa de que las personas adquieran rentas vitalicias al jubilarse. Sin embargo, las rentas vitalicias se adquieren usualmente en la fecha de jubilación, cuando la totalidad del ahorro para el retiro se intercambia por un ingreso mensual. Sin embargo, en ese sistema el trabajador está desprotegido ante cambios desfavorables de último momento en las tasas de interés. Una vez más, la combinación de inversiones tradicionales y rentas vitalicias, que se encuentra en el régimen de capitalización colombiano, también falla “la prueba del teléfono celular”: es compleja y riesgosa.
Los COMBOS abordan estos temas y pasan la prueba del “teléfono celular”, como lo demuestra la gran acogida que han tenido entre los brasileños, desde la primera semana de emisión de esos bonos, el 30 de enero de 2023. Para ilustrar cómo se usarían estos bonos, supongamos que cada COMBOS colombiano pagaría a su tenedor el equivalente a $ 10.000 pesos mensuales, a partir de la fecha de retiro elegida por el comprador, hasta la expectativa de vida de la cohorte del comprador. Por lo tanto, si el individuo tuviera la meta de asegurarse un ingreso de jubilación complementario (más allá de los beneficios del resto del sistema de pensión) de, por ejemplo, $2.000.000 al mes, el único cálculo que tendría que hacer es dividir $2.000.000 por $ 10.000 (200 COMBOS). Eso le dice al trabajador cuántos COMBOS necesita comprar antes de alcanzar la edad de jubilación elegida, para asegurar ese ingreso real objetivo, ajustado de inflación, a partir de la edad de jubilación. Este es un objetivo muy simple de seguir para cualquiera, ya que los complejos cálculos de cuanto ahorrar, cómo invertir, cuánto gastar, y cómo protegerse contra la inflación, están todos integrados en el combo (bono). No hay necesidad de ningún concepto financiero, ya que cualquier persona tiene una buena idea de la calidad de vida que representa un determinado nivel de ingresos mensuales en pesos corrientes. Como resultado, médicos, obreros, policías, maestros, o cualquier persona, puede tener una visión clara y realista de los ingresos de jubilación que se han asegurado en cualquier momento a lo largo de su vida laboral y, por lo tanto, pueden tomar decisiones de consumo y un ahorro por sí mismos, y mucho más informados.
Además de constituir un pilar de ingresos complementario muy fácil de usar, para ayudar a aumentar la cobertura de los trabajadores informales de manera sostenible, la emisión de COMBOS también permitirá el desarrollo de mejores productos de pensión en los otros pilares capitalizados. De hecho, las instituciones financieras, como las aseguradoras y las AFP, podrían invertir en dichos bonos para cubrir sus pasivos frente a las rentas vitalicias, o para proporcionar ingresos estables y protegidos contra la inflación, en sus productos de “retiro programado”. Además, el precio de los bonos para el retiro brinda a los reguladores una herramienta sin precedentes para alinear los incentivos que determinan las estrategias de inversión de los fondos de pensiones, con el objetivo de la gente de asegurarse un ingreso en pensión estable.
Otra gran ventaja de los COMBOS de jubilación es que son títulos valor transables y transferibles, y por lo tanto no solo brindan seguridad de ingresos para el retiro, sino también flexibilidad y liquidez para que las personas puedan ajustarse a choques que impacten sus necesidades de consumo a lo largo del tiempo. Esto no ocurre con los aportes que ingresan a un pilar de reparto ni con los seguros de rentas vitalicias en pilares de capitalización. Adicionalmente, los COMBOS tienen la ventaja de ser heredables.
Es importante señalar que la emisión de este tipo de títulos no implica necesariamente incrementar el endeudamiento agregado de un gobierno. De hecho, este puede sencillamente optar por sustituir la emisión de títulos tradicionales (e incluso recomprar y reemplazar los ya emitidos) por la emisión de COMBOS, ya que buena parte de los compradores de bonos tradicionales suelen ser fondos de pensiones. Esto le permitiría al gobierno “hacer una moñona”, pues brindaría a los ciudadanos un sistema de retiro seguro y fácil de usar, pero sin tener que aumentar más su endeudamiento a través del sistema de reparto para aumentar la cobertura, y sin tener que pasar necesariamente por una reforma compleja del sistema.
Ojalá el gobierno de Colombia emita COMBOS de jubilación, en paralelo a otras discusiones de reforma, ya que estos son compatibles y de hecho muy útiles para mejorar casi cualquier tipo de sistema de pensiones.
* Premio Nobel de Economía.
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