¿Cómo fue que llegaron tres pasajeros contagiados de COVID a Colombia?

La noche del pasado 30 de septiembre, Migración Colombia advirtió durante el control migratorio que tres personas que llegaron a Bogotá en vuelos humanitarios tenían pruebas de COVID que habían arrojado un resultado positivo y no cumplieron con las medidas de aislamiento.

Lea también: Avianca reactiva vuelos internacionales desde Bogotá

Específicamente estas personas venían de Cancún, México (Avianca), Lima, Perú (Viva Air) y Madrid, España (Iberia). Según el procedimiento establecido. Los viajeros fueron recibidos por un equipo médico y pasaron por lo menos dos filtros de salud, que incluyen cámaras para la toma de temperatura antes de hacer sellar su pasaporte. En ninguno de estos pasos de identificó la amenaza. Tampoco, aparentemente, lo hicieron las aerolíneas, pues no lo reportaron.

Migración Colombia lo descubrió a través del formulario de control preventivo Check Mig, el cual debe ser diligenciado por los viajeros antes de ingresar al país. Allí estas personas cargaron el resultado de la prueba COVID, que era positivo. La entidad anotó en los pasaportes de estas personas que deben cumplir un aislamiento obligatorio por 14 días y realizarse nuevamente la prueba en territorio nacional.

Una vez identificada la situación de los tres pasajeros con COVID, se activó un protocolo especial y estos quedaron a disposición de la Secretaría de Salud, que hizo la respectiva verificación de síntomas. También esta entidad es la encargada de hacerle seguimiento tanto a los contagiados, como a otros viajeros que iban en el mismo vuelo sentados a su lado y dos filas delante y detrás de ellos (diámetro de dos metros), pues estos deben cumplir una cuarentena y hacerse su respectiva prueba.

Hasta ese día (30 de septiembre) no era obligatorio que las personas que viajaban en vuelos humanitarios presentaran una prueba COVID negativa, pero a partir del 1 de octubre lo es. Quienes incumplan la medida deberán asumir el compromiso de cumplir 14 días de aislamiento obligatorio y practicarse la prueba, pues por ley un país no puede negarle la entrada a sus nacionales. La pregunta en esta historia es ¿en qué punto fallaron los controles establecidos?

Avianca le dijo a El Espectador que los vuelos humanitarios son coordinados con las embajadas y los consulados de los países de origen, por lo que la empresa no interviene en el proceso. Sin embargo, fue enfática en que cumplió con todos los protocolos de seguridad a pesar de que “ningún pasajero con prueba COVID pendiente, positiva o con sintomatología debería presentarse a tomar un vuelo”. Del mismo modo, sostuvo la versión de que el pasajero proveniente de Cancún no declaró ser positivo para COVID en el origen sino solo en su ingreso oficial a Colombia.

Por su parte, Viva Air publicó un comunicado en el que aseguró que el pasajero solo anunció que era caso positivo en el momento en que llegó a Colombia y dijo que tanto la Aeronáutica Civil como el Ministerio de Salud confirmaron el incumplimiento de los protocolos de bioseguridad por parte de esta persona que omitió su condición. También destacó que el vuelo, por ser humanitario, no requería presentar la prueba de COVID para el ingreso al país.

La línea aérea refirió que se trata de un hecho aislado y que ha cumplido con todos los protocolos de bioseguridad establecidos por las autoridades. “Una vez se identificó el estado de salud del pasajero, todos los protocolos fueron activados por parte de Viva, incluyendo el análisis de cerco epidemiológico del pasajero, así como una desinfección profunda de la aeronave”, relató en la misiva.

Sin embargo, Migración Colombia anunció que comenzará una investigación a las aerolíneas “con el fin de determinar por qué, pese a lo establecido en el Reglamento Sanitario Internacional, la Resolución 1627 del Ministerio de Salud y la Resolución 2232, permitieron el abordaje de estas personas”.

La entidad insistió en que tanto los manuales internacionales como las normas nacionales dejan claro que ninguna persona infectada puede abordar un vuelo, también en la responsabilidad que le cabe a las aerolíneas de aplicar sus propios filtros, como medir la temperatura e instar a los pasajeros a reportar cualquier malestar para que las empresas, a su vez, se lo comuniquen a las autoridades.

Mientras no concluya la investigación no se puede atribuir la falla a las aerolíneas. Tampoco es clara la justificación de los pasajeros. Pero los hechos dejan al descubierto la facilidad con que tres personas ignoraron sus obligaciones y lograron ingresar a Colombia.

Mientras tanto, el personal de Migración Colombia y algunos tripulantes de Viva Air fueron separados y aislados, por hacer parte del cerco epidemiológico. La entidad además está a la espera de la realización de una prueba para determinar si hubo o no contagio en sus funcionarios.

Según el protocolo, en el caso de identificarse antes del vuelo pueden impedir su embarque. Si la situación se confirma durante el trayecto deben avisar al personal en tierra para hacer un desembarco de emergencia del contagiado y de quienes estaban ubicados cerca.

El operador del aeropuerto El Dorado, Opain, le dijo a El Espectador que no emitirá ningún comunicado al respecto y que la vocería está en manos de las autoridades competentes, haciendo referencia a Migración Colombia.

Vale la pena recordar que, de acuerdo con las normas nacionales, las medidas sanitarias adoptadas por las autoridades competentes para impedir la introducción o propagación de una pandemia son de obligatorio cumplimiento, quien no las acate puede incurrir en presión de uno a tres años.

Finalmente, Migración Colombia hizo un llamado a todos los viajeros “para que en el marco de la responsabilidad individual y social que debemos tener como ciudadanos, evitemos tomar vuelos o salir a la calle si se tienen síntomas o se es positivo para COVID-19, el primer control contra el Coronavirus es cada uno de nosotros. Lamentamos está situación y esperamos que, en el futuro, la misma, no se vuelva a presentar”. A esta advertencia se unieron las aerolíneas.

La noche del pasado 30 de septiembre, Migración Colombia advirtió durante el control migratorio que tres personas que llegaron a Bogotá en vuelos humanitarios tenían pruebas de COVID que habían arrojado un resultado positivo y no cumplieron con las medidas de aislamiento.

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Específicamente estas personas venían de Cancún, México (Avianca), Lima, Perú (Viva Air) y Madrid, España (Iberia). Según el procedimiento establecido. Los viajeros fueron recibidos por un equipo médico y pasaron por lo menos dos filtros de salud, que incluyen cámaras para la toma de temperatura antes de hacer sellar su pasaporte. En ninguno de estos pasos de identificó la amenaza. Tampoco, aparentemente, lo hicieron las aerolíneas, pues no lo reportaron.

Migración Colombia lo descubrió a través del formulario de control preventivo Check Mig, el cual debe ser diligenciado por los viajeros antes de ingresar al país. Allí estas personas cargaron el resultado de la prueba COVID, que era positivo. La entidad anotó en los pasaportes de estas personas que deben cumplir un aislamiento obligatorio por 14 días y realizarse nuevamente la prueba en territorio nacional.

Una vez identificada la situación de los tres pasajeros con COVID, se activó un protocolo especial y estos quedaron a disposición de la Secretaría de Salud, que hizo la respectiva verificación de síntomas. También esta entidad es la encargada de hacerle seguimiento tanto a los contagiados, como a otros viajeros que iban en el mismo vuelo sentados a su lado y dos filas delante y detrás de ellos (diámetro de dos metros), pues estos deben cumplir una cuarentena y hacerse su respectiva prueba.

Hasta ese día (30 de septiembre) no era obligatorio que las personas que viajaban en vuelos humanitarios presentaran una prueba COVID negativa, pero a partir del 1 de octubre lo es. Quienes incumplan la medida deberán asumir el compromiso de cumplir 14 días de aislamiento obligatorio y practicarse la prueba, pues por ley un país no puede negarle la entrada a sus nacionales. La pregunta en esta historia es ¿en qué punto fallaron los controles establecidos?

Avianca le dijo a El Espectador que los vuelos humanitarios son coordinados con las embajadas y los consulados de los países de origen, por lo que la empresa no interviene en el proceso. Sin embargo, fue enfática en que cumplió con todos los protocolos de seguridad a pesar de que “ningún pasajero con prueba COVID pendiente, positiva o con sintomatología debería presentarse a tomar un vuelo”. Del mismo modo, sostuvo la versión de que el pasajero proveniente de Cancún no declaró ser positivo para COVID en el origen sino solo en su ingreso oficial a Colombia.

Por su parte, Viva Air publicó un comunicado en el que aseguró que el pasajero solo anunció que era caso positivo en el momento en que llegó a Colombia y dijo que tanto la Aeronáutica Civil como el Ministerio de Salud confirmaron el incumplimiento de los protocolos de bioseguridad por parte de esta persona que omitió su condición. También destacó que el vuelo, por ser humanitario, no requería presentar la prueba de COVID para el ingreso al país.

La línea aérea refirió que se trata de un hecho aislado y que ha cumplido con todos los protocolos de bioseguridad establecidos por las autoridades. “Una vez se identificó el estado de salud del pasajero, todos los protocolos fueron activados por parte de Viva, incluyendo el análisis de cerco epidemiológico del pasajero, así como una desinfección profunda de la aeronave”, relató en la misiva.

Sin embargo, Migración Colombia anunció que comenzará una investigación a las aerolíneas “con el fin de determinar por qué, pese a lo establecido en el Reglamento Sanitario Internacional, la Resolución 1627 del Ministerio de Salud y la Resolución 2232, permitieron el abordaje de estas personas”.

La entidad insistió en que tanto los manuales internacionales como las normas nacionales dejan claro que ninguna persona infectada puede abordar un vuelo, también en la responsabilidad que le cabe a las aerolíneas de aplicar sus propios filtros, como medir la temperatura e instar a los pasajeros a reportar cualquier malestar para que las empresas, a su vez, se lo comuniquen a las autoridades.

Mientras no concluya la investigación no se puede atribuir la falla a las aerolíneas. Tampoco es clara la justificación de los pasajeros. Pero los hechos dejan al descubierto la facilidad con que tres personas ignoraron sus obligaciones y lograron ingresar a Colombia.

Mientras tanto, el personal de Migración Colombia y algunos tripulantes de Viva Air fueron separados y aislados, por hacer parte del cerco epidemiológico. La entidad además está a la espera de la realización de una prueba para determinar si hubo o no contagio en sus funcionarios.

Según el protocolo, en el caso de identificarse antes del vuelo pueden impedir su embarque. Si la situación se confirma durante el trayecto deben avisar al personal en tierra para hacer un desembarco de emergencia del contagiado y de quienes estaban ubicados cerca.

El operador del aeropuerto El Dorado, Opain, le dijo a El Espectador que no emitirá ningún comunicado al respecto y que la vocería está en manos de las autoridades competentes, haciendo referencia a Migración Colombia.

Vale la pena recordar que, de acuerdo con las normas nacionales, las medidas sanitarias adoptadas por las autoridades competentes para impedir la introducción o propagación de una pandemia son de obligatorio cumplimiento, quien no las acate puede incurrir en presión de uno a tres años.

Finalmente, Migración Colombia hizo un llamado a todos los viajeros “para que en el marco de la responsabilidad individual y social que debemos tener como ciudadanos, evitemos tomar vuelos o salir a la calle si se tienen síntomas o se es positivo para COVID-19, el primer control contra el Coronavirus es cada uno de nosotros. Lamentamos está situación y esperamos que, en el futuro, la misma, no se vuelva a presentar”. A esta advertencia se unieron las aerolíneas.