Con buena cosecha, pero altos costos de producción, arranca Congreso Cafetero

Este miércoles se da inicio al Congreso Nacional de Cafeteros número 82. Mientras que en la versión del año pasado se hizo evidente un ambiente de desunión, en el que de hecho cinco comités pidieron la renuncia del exgerente gremial, Luis Genaro Muñoz, la nueva dirigencia, escogida por unanimidad durante el último congreso extraordinario en agosto, ha resaltado que ahora se podrá ver el resultado de la gestión para la unidad de los 15 departamentos que conforman la Federación Nacional de Cafeteros.

Más allá del estado de la institucionalidad, la caficultura llega para asumir un debate de coyunturas que contrastan. Por un lado, la elevada tasa de cambio, pese a la volatilidad del precio internacional (que este mes cayó a un mínimo de US$115,50 en la bolsa de Nueva York), ha mantenido el precio de la carga interna en niveles que rondaron los $750.000 durante esta semana. Asimismo, los pronósticos de producción son favorables. La última cifra habla de 13,6 millones de sacos de 60 kilos producidos en los últimos 12 meses, y el gremio no descarta alcanzar los 14 millones de sacos el próximo año.

Pero los altos costos de producción siguen siendo uno de los cuellos de botella que serán abordados durante las discusiones de los comités. Roberto Vélez, gerente de la Federación Nacional de Cafeteros, recordó que la cosecha de este año dejará unos $6 billones, “pero no son utilidades en los bolsillos cafeteros. El cafetero ha tenido un año difícil”, explica.

La asequibilidad de los fertilizantes, cuyos precios se han incrementado a la par de la escalada del dólar por encima de los $3.000, debido a que son en gran parte importados, es uno de los elementos que, de acuerdo con Vélez, resultan en costos de producción que no generan una “rentabilidad llamativa”. A eso se suma una escasa mano de obra, que se lleva cerca de 70% de los costos de los cafeteros.

Además, se ha juntado el fenómeno de El Niño, con efectos que parecieran no pesar en las positivas cifras de producción hasta ahora. Sin embargo, Vélez ha llegado a hablar de una pérdida de cerca de 200.000 sacos del grano, que se traducen en pérdidas económicas por US$5 millones.

Mientras que en octubre pasado, Octavio Oliveros, representante del departamento del Huila, el primer productor de los 15 cafeteros, dijo que mínimo 30% de la cosecha se perdería a causa del fenómeno de El Niño, Alfredo Yáñez, de Norte de Santander, aseguró que a la fecha ya se cuentan cafeteros que han perdido 74% de la producción en municipios como Carmen de Ocaña. “Eso es sumamente grave”, afirmó. (Vea: “¿Freno en seco a producción cafetera?”).

Yáñez agregó que otro de los asuntos clave que se discutirán será la posibilidad de extender plazos para pagar deudas con el Banco Agrario, petición que surge precisamente de la dificultad en el ingreso por los altos costos de producción y las bajas utilidades, consecuencia también del tiempo seco. “El cafetero no tiene con qué amortizar las deudas. No se trata de condonarla, sino de que si no se puede pagar hoy, se pague mañana”.

Sin duda, uno de los puntos que más expectativa generan del Congreso gremial es la discusión del fondo de estabilización de precios, que busca precisamente hacer frente a la volatilidad de la cotización del café. Como ha explicado Vélez, no se trata de un precio inamovible, sino de un mecanismo que suavice la caída de la cotización. Yáñez, por su parte, aseguró que la propuesta está en estructuración. Una vez consolidada, probablemente en los primeros meses de 2016, se llevaría al Comité Nacional de Cafeteros, en donde participa el Gobierno, y eventualmente a un congreso de cafeteros extraordinario. (Vea: “A la Fedecafé le faltaron oídos”).

Este Congreso, a diferencia de las versiones anteriores, no contará con la participación del presidente de la República en la inauguración, sino en la clausura, en donde se presentan las conclusiones y peticiones del encuentro. Asimismo, no habrá participación de expertos e invitados internacionales como es tradición, sino que el trabajo estará enfocado en la discusión de los temas clave entre los comités.

En el evento intervendrán la ministra de Comercio, Industria y Turismo, Cecilia Álvarez-Correa; el ministro de Agricultura, Aurelio Iragorri; el director del Departamento Nacional de Planeación, Simón Gaviria, y el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, quien participará en la instalación del Congreso. Finalmente, sobre uno de los temas que más polémica han generado en la caficultura durante los últimos meses, los resultados de la Misión Cafetera, el representante de Norte de Santander, aseguró que su discusión por ahora no es prioridad. Sin embargo, algunos de los puntos de la agenda coinciden. (Vea: “Misión cumplida”).

Este miércoles se da inicio al Congreso Nacional de Cafeteros número 82. Mientras que en la versión del año pasado se hizo evidente un ambiente de desunión, en el que de hecho cinco comités pidieron la renuncia del exgerente gremial, Luis Genaro Muñoz, la nueva dirigencia, escogida por unanimidad durante el último congreso extraordinario en agosto, ha resaltado que ahora se podrá ver el resultado de la gestión para la unidad de los 15 departamentos que conforman la Federación Nacional de Cafeteros.

Más allá del estado de la institucionalidad, la caficultura llega para asumir un debate de coyunturas que contrastan. Por un lado, la elevada tasa de cambio, pese a la volatilidad del precio internacional (que este mes cayó a un mínimo de US$115,50 en la bolsa de Nueva York), ha mantenido el precio de la carga interna en niveles que rondaron los $750.000 durante esta semana. Asimismo, los pronósticos de producción son favorables. La última cifra habla de 13,6 millones de sacos de 60 kilos producidos en los últimos 12 meses, y el gremio no descarta alcanzar los 14 millones de sacos el próximo año.

Pero los altos costos de producción siguen siendo uno de los cuellos de botella que serán abordados durante las discusiones de los comités. Roberto Vélez, gerente de la Federación Nacional de Cafeteros, recordó que la cosecha de este año dejará unos $6 billones, “pero no son utilidades en los bolsillos cafeteros. El cafetero ha tenido un año difícil”, explica.

La asequibilidad de los fertilizantes, cuyos precios se han incrementado a la par de la escalada del dólar por encima de los $3.000, debido a que son en gran parte importados, es uno de los elementos que, de acuerdo con Vélez, resultan en costos de producción que no generan una “rentabilidad llamativa”. A eso se suma una escasa mano de obra, que se lleva cerca de 70% de los costos de los cafeteros.

Además, se ha juntado el fenómeno de El Niño, con efectos que parecieran no pesar en las positivas cifras de producción hasta ahora. Sin embargo, Vélez ha llegado a hablar de una pérdida de cerca de 200.000 sacos del grano, que se traducen en pérdidas económicas por US$5 millones.

Mientras que en octubre pasado, Octavio Oliveros, representante del departamento del Huila, el primer productor de los 15 cafeteros, dijo que mínimo 30% de la cosecha se perdería a causa del fenómeno de El Niño, Alfredo Yáñez, de Norte de Santander, aseguró que a la fecha ya se cuentan cafeteros que han perdido 74% de la producción en municipios como Carmen de Ocaña. “Eso es sumamente grave”, afirmó. (Vea: “¿Freno en seco a producción cafetera?”).

Yáñez agregó que otro de los asuntos clave que se discutirán será la posibilidad de extender plazos para pagar deudas con el Banco Agrario, petición que surge precisamente de la dificultad en el ingreso por los altos costos de producción y las bajas utilidades, consecuencia también del tiempo seco. “El cafetero no tiene con qué amortizar las deudas. No se trata de condonarla, sino de que si no se puede pagar hoy, se pague mañana”.

Sin duda, uno de los puntos que más expectativa generan del Congreso gremial es la discusión del fondo de estabilización de precios, que busca precisamente hacer frente a la volatilidad de la cotización del café. Como ha explicado Vélez, no se trata de un precio inamovible, sino de un mecanismo que suavice la caída de la cotización. Yáñez, por su parte, aseguró que la propuesta está en estructuración. Una vez consolidada, probablemente en los primeros meses de 2016, se llevaría al Comité Nacional de Cafeteros, en donde participa el Gobierno, y eventualmente a un congreso de cafeteros extraordinario. (Vea: “A la Fedecafé le faltaron oídos”).

Este Congreso, a diferencia de las versiones anteriores, no contará con la participación del presidente de la República en la inauguración, sino en la clausura, en donde se presentan las conclusiones y peticiones del encuentro. Asimismo, no habrá participación de expertos e invitados internacionales como es tradición, sino que el trabajo estará enfocado en la discusión de los temas clave entre los comités.

En el evento intervendrán la ministra de Comercio, Industria y Turismo, Cecilia Álvarez-Correa; el ministro de Agricultura, Aurelio Iragorri; el director del Departamento Nacional de Planeación, Simón Gaviria, y el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, quien participará en la instalación del Congreso. Finalmente, sobre uno de los temas que más polémica han generado en la caficultura durante los últimos meses, los resultados de la Misión Cafetera, el representante de Norte de Santander, aseguró que su discusión por ahora no es prioridad. Sin embargo, algunos de los puntos de la agenda coinciden. (Vea: “Misión cumplida”).