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El organismo de control de las finanzas públicas explicó que Ingeominas cedió a Cerro Matoso S.A., sin ninguna contraprestación económica, la propiedad y uso de cerca de 13 millones de toneladas de mineral del hierro (canga) de la mina que explota la empresa en Montelíbano (Córdoba).
La explotación de este mineral obliga al pago de regalías, pero con la modificación que se hizo al contrato de Cerromatoso (866-63), no se dispuso nada al respecto, dice el informe de la Contraloría.
El millonario hallazgo fiscal fue detectado por el organismo de control fiscal al realizar una auditoría especial a Ingeominas sobre cuatro contratos de gran minería, entre ellos el suscrito con Cerro Matoso.
El contrato de concesión original, de 1963 (contrato de Gran Minería 866 de 1963) autorizaba la explotación de la roca que contiene el mineral de níquel y, en estas condiciones, estipulaba que sólo se pagaban regalías por el níquel, no por el mineral de hierro.
Desde la firma del contrato inicial, quedó estipulado que ese mineral de hierro que había en la superficie (canga) no iba a ser objeto del contrato de explotación minera.
Sin embargo, el 22 julio del año 2005, al hacer una modificación al contrato vigente, Ingeominas le cedió a Cerromatoso, sin cobrarle contraprestación alguna, el mineral de hierro (a la fecha 13 millones de toneladas).
Para el contralor General, Julio César Turbay Quintero, la modificación suscrita en 2005 se encuentra en contravía de los intereses del Estado, puesto que Ingeominas dejó a disposición de Cerro Matosos bienes de la Nación representados en un recurso natural no renovable, como es el mineral de hierro o canga. También se antepone a lo estipulado en el Otrosí No. 2 de fecha 23 de mayo de 2002 (cláusulas primera y segunda).
Mediante la suscripción de esa modificación, Ingeominas, como autoridad minera, concedió el uso del mineral de hierro o canga a favor del concesionario (Cerro Matoso S.A.) sin limitación, restricción o definición de contraprestación económica alguna a favor del Estado Colombiano y, aún más, tampoco definió lo relacionado con el pago de la regalía a que está sujeto dicho mineral.
En la auditoría especial adelantada por la Contraloría General se determinó un presunto detrimento patrimonial por concepto de la cesión del mineral cuyo valor estimado es de $199.812 millones de 2005, así como un detrimento patrimonial de $9.990 millones por concepto del pago obligado de la regalía (5% del precio del mineral en boca de mina), para un total de $209.803 millones. Esa es la cifra con la que la Contraloría General calcula la disminución de recursos públicos percibidos por las entidades del orden nacional y territoriales correspondientes.
Estimó en 11 millones de toneladas la cantidad de canga que se cedió a Cerromatoso, pero tras una reciente inspección en la mina se precisó que la cantidad ya supera las 13 millones de toneladas.
Para calcular el valor de esté presunto detrimento patrimonial ($209.803 millones), se tuvieron en cuenta las resoluciones sobre definición de precio de referencia para los minerales en Colombia, de la Unidad de Planeación Minero Energética (UPME), y la Ley de Regalías.
Según el contralor Julio César Turbay Quintero, en virtud de las labores de seguimiento, control y fiscalización, la autoridad minera estaba obligada a conocer y tener una relación detallada o precisa acerca de la cuantificación, ya sea en peso y volumen, de dicho mineral, dado que es un recurso natural no renovable, objeto de mercado, sujeto de pago de regalía y sobre el cual la Unidad de Planeación Minero Energética (UPME) ha definido consistentemente, desde 1994 a la fecha, el precio de referencia correspondiente a tal efecto.