Contraloría pide a Fiscalía que investigue a Metrocali

“Al mejor estilo del carrusel de la contratación, la empresa Metrocali le pagó a un contratista de origen israelí (Hafira Ve Hatziva  Ltd.) un anticipo de $6.825 millones por el diseño y construcción de la Terminal Calima del Sistema Integrado de Transporte Masivo de Cali, sin que nunca se diera inicio a la obra, hechos por los cuales la Contraloría acaba de proferir un fallo de responsabilidad fiscal por $8.529 millones”.

De esta forma el ente de control detalla la razón y el por qué le puso el ojo al Sistema Integrado de Transporte de Cali. Advierte que tras adelantar la investigación se identificó que el “anticipo se consignó a una cuenta del contratista y con recursos del mismo se pagaron gastos de personal y de vehículos y también se compraron tiquetes aéreos, sin que se cumpliera el objeto del anticipo, que era iniciar la obra”. La plata, como era de esperarse, debía ir a la compra de materiales, planta y equipos.

Dentro de la etapa investigativa verificaron que “los plazos contractuales se vencieron” pero nunca se inició la etapa de construcción, los anticipos nunca fueron devueltos y por eso se trasladó la investigación a la Fiscalía. Se supo que el presidente de Metrocali para el momento de la entrega de los recursos era Luis Eduardo Barrera Vergara, encargado de suscribir el acta de Inicio de ejecución y entrega del anticipo al contratista. Por eso “fue hallado fiscalmente responsable, en forma solidaria, junto con la empresa contratista Hafira VE Hatziva LTD y su representante legal Gui Chen”.

En la vigilancia del caso ya se había hecho la denuncia. Precisamente la interventoría denunció que “que la mayoría de los documentos que soportaban el gasto contra el anticipo no cumplían las exigencias legales que regulan la actividad contable y financiera del país, ni los requisitos establecidos por la DIAN”.

¿Qué decía el contrato en cuestión? La cuantía inicial era de $22.750 millones a un plazo de 10 meses y 15 días, pero el acta de inicio de la obra “sólo se suscribió hasta el 24 de marzo de 2009”, lo que quiere decir “1 año y 5 meses después de su firma”. Acto seguido Metrocali le entregó al contratista los $6.825 millones correspondientes al valor del anticipo para que pudiera comprar los materiales, planta y equipos. Pero como encontró la Contraloría, eso nunca pasó.

“Al mejor estilo del carrusel de la contratación, la empresa Metrocali le pagó a un contratista de origen israelí (Hafira Ve Hatziva  Ltd.) un anticipo de $6.825 millones por el diseño y construcción de la Terminal Calima del Sistema Integrado de Transporte Masivo de Cali, sin que nunca se diera inicio a la obra, hechos por los cuales la Contraloría acaba de proferir un fallo de responsabilidad fiscal por $8.529 millones”.

De esta forma el ente de control detalla la razón y el por qué le puso el ojo al Sistema Integrado de Transporte de Cali. Advierte que tras adelantar la investigación se identificó que el “anticipo se consignó a una cuenta del contratista y con recursos del mismo se pagaron gastos de personal y de vehículos y también se compraron tiquetes aéreos, sin que se cumpliera el objeto del anticipo, que era iniciar la obra”. La plata, como era de esperarse, debía ir a la compra de materiales, planta y equipos.

Dentro de la etapa investigativa verificaron que “los plazos contractuales se vencieron” pero nunca se inició la etapa de construcción, los anticipos nunca fueron devueltos y por eso se trasladó la investigación a la Fiscalía. Se supo que el presidente de Metrocali para el momento de la entrega de los recursos era Luis Eduardo Barrera Vergara, encargado de suscribir el acta de Inicio de ejecución y entrega del anticipo al contratista. Por eso “fue hallado fiscalmente responsable, en forma solidaria, junto con la empresa contratista Hafira VE Hatziva LTD y su representante legal Gui Chen”.

En la vigilancia del caso ya se había hecho la denuncia. Precisamente la interventoría denunció que “que la mayoría de los documentos que soportaban el gasto contra el anticipo no cumplían las exigencias legales que regulan la actividad contable y financiera del país, ni los requisitos establecidos por la DIAN”.

¿Qué decía el contrato en cuestión? La cuantía inicial era de $22.750 millones a un plazo de 10 meses y 15 días, pero el acta de inicio de la obra “sólo se suscribió hasta el 24 de marzo de 2009”, lo que quiere decir “1 año y 5 meses después de su firma”. Acto seguido Metrocali le entregó al contratista los $6.825 millones correspondientes al valor del anticipo para que pudiera comprar los materiales, planta y equipos. Pero como encontró la Contraloría, eso nunca pasó.