Debate por autosuficiencia de gas en el país

Sobre el gas natural el debate está muy dividido. Hay quienes piensan que la oferta es suficiente para atender la demanda de Colombia, los que piensan que la prioridad del suministro la tiene el centro del país y los que definitivamente ya tienen claro que la autosuficiencia está en riesgo. Más allá de las percepciones, la realidad es que la producción sí está cayendo y eso, entre otros, tiene estresada la generación térmica.

La cifra de producción de gas que dio a conocer el Ministerio de Minas y Energía evidencia una reducción en la producción de gas. Desde el año pasado la oferta ha presentado una caída sostenida. Por ejemplo, en febrero, se evidenció una reducción de 5,2 % con respecto al mismo mes de 2015, explicado por el decline de los campos de La Guajira, los de mayor producción del país.

Sin embargo, hay voces optimistas ante este panorama. El presidente de Naturgás, Eduardo Pizano, aseguró que no es cierto que escasee el recurso, sino que, sumado al decrecimiento de los campos de Chuchupa y Ballenas, el consumo de la Refinería de Cartagena y el aumento de la demanda térmica por el fenómeno de El Niño reducen la posibilidad de suministrar a todos los actores.

“El parte que les quiero dar es que vamos para adelante y en el mediano plazo, con el off shore, se puede aumentar la oferta. Gas hay y en dos meses nos va a sobrar. A eso se sumará la regasificadora de Cartagena. Hay que quitar el pesimismo, cada vez hay más usuarios consumiendo gas”, señaló Pizano. Esos mensajes, aunque claves en una coyuntura como la actual, hay que analizarlos con detenimiento.

De hecho, Concentra, la iniciativa que funciona como sistema de información y datos del sector, reveló que la producción interanual 2014-2015 cayó 6,5 %. Es decir, el promedio diario con el que contó Colombia fue de 1,078 GBTUD. Asimismo, las exportaciones cada vez se fueron limitando hasta en un 63 %. Desde julio del año pasado, todo el recurso se ha puesto a disposición del mercado local.

El presidente de Promigás, Antonio Celia, después de rechazar los señalamientos que se han hecho contra el sistema eléctrico y la Comisión de Regulación de Energía y Gas (CREG), advirtió que si bien el gas existente será suficiente para satisfacer las necesidades nacionales en los picos de demanda, es probable que el combustible básicamente no alcance.

Otra alternativa, según Celia, sería la Regasificadora de Cartagena, una plataforma industrial gracias a la que se podrán importar 400 millones de pies cúbicos de un mercado en el que el precio por millón de BTU no supera los US$7,50, en el peor de los casos. Esa es una opción, claro está, porque las prospectivas de campos como El Difícil (donde la producción alcanzó los 15 millones de BTU diarios), el bloque 2361 de Petrocolombia (en Opón, Santander) y los proyectos de Hocol son la nueva esperanza de la producción gasífera.

Pero para la Asociación Colombiana del Petróleo (ACP) la situación es diferente. En su informe económico de marzo, advirtió que de no contar con nuevos hallazgos, en dos años la autosuficiencia del país quedaría comprometida. Las posibilidades de aumentar la oferta están truncadas por problemas de comunidades, licencias ambientales y limitaciones de infraestructura relacionados con los dos puntos mencionados.

“El 61 % de esta producción potencial está atrapada en los campos porque no tiene capacidad de transporte; 13% tiene problemas con las comunidades locales que han demorado la entrada en operación de los proyectos hasta en 40 % con respecto al plan inicial, y el 10 % tiene licencias ambientales pendientes. Es decir, excluyendo el gas que tiene dificultades con comunidades, que se espera que entre efectivamente al mercado, hay alrededor de 162 millones de pies cúbicos día comprometidos por estos obstáculos”, señaló la ACP.

Sobre el gas natural el debate está muy dividido. Hay quienes piensan que la oferta es suficiente para atender la demanda de Colombia, los que piensan que la prioridad del suministro la tiene el centro del país y los que definitivamente ya tienen claro que la autosuficiencia está en riesgo. Más allá de las percepciones, la realidad es que la producción sí está cayendo y eso, entre otros, tiene estresada la generación térmica.

La cifra de producción de gas que dio a conocer el Ministerio de Minas y Energía evidencia una reducción en la producción de gas. Desde el año pasado la oferta ha presentado una caída sostenida. Por ejemplo, en febrero, se evidenció una reducción de 5,2 % con respecto al mismo mes de 2015, explicado por el decline de los campos de La Guajira, los de mayor producción del país.

Sin embargo, hay voces optimistas ante este panorama. El presidente de Naturgás, Eduardo Pizano, aseguró que no es cierto que escasee el recurso, sino que, sumado al decrecimiento de los campos de Chuchupa y Ballenas, el consumo de la Refinería de Cartagena y el aumento de la demanda térmica por el fenómeno de El Niño reducen la posibilidad de suministrar a todos los actores.

“El parte que les quiero dar es que vamos para adelante y en el mediano plazo, con el off shore, se puede aumentar la oferta. Gas hay y en dos meses nos va a sobrar. A eso se sumará la regasificadora de Cartagena. Hay que quitar el pesimismo, cada vez hay más usuarios consumiendo gas”, señaló Pizano. Esos mensajes, aunque claves en una coyuntura como la actual, hay que analizarlos con detenimiento.

De hecho, Concentra, la iniciativa que funciona como sistema de información y datos del sector, reveló que la producción interanual 2014-2015 cayó 6,5 %. Es decir, el promedio diario con el que contó Colombia fue de 1,078 GBTUD. Asimismo, las exportaciones cada vez se fueron limitando hasta en un 63 %. Desde julio del año pasado, todo el recurso se ha puesto a disposición del mercado local.

El presidente de Promigás, Antonio Celia, después de rechazar los señalamientos que se han hecho contra el sistema eléctrico y la Comisión de Regulación de Energía y Gas (CREG), advirtió que si bien el gas existente será suficiente para satisfacer las necesidades nacionales en los picos de demanda, es probable que el combustible básicamente no alcance.

Otra alternativa, según Celia, sería la Regasificadora de Cartagena, una plataforma industrial gracias a la que se podrán importar 400 millones de pies cúbicos de un mercado en el que el precio por millón de BTU no supera los US$7,50, en el peor de los casos. Esa es una opción, claro está, porque las prospectivas de campos como El Difícil (donde la producción alcanzó los 15 millones de BTU diarios), el bloque 2361 de Petrocolombia (en Opón, Santander) y los proyectos de Hocol son la nueva esperanza de la producción gasífera.

Pero para la Asociación Colombiana del Petróleo (ACP) la situación es diferente. En su informe económico de marzo, advirtió que de no contar con nuevos hallazgos, en dos años la autosuficiencia del país quedaría comprometida. Las posibilidades de aumentar la oferta están truncadas por problemas de comunidades, licencias ambientales y limitaciones de infraestructura relacionados con los dos puntos mencionados.

“El 61 % de esta producción potencial está atrapada en los campos porque no tiene capacidad de transporte; 13% tiene problemas con las comunidades locales que han demorado la entrada en operación de los proyectos hasta en 40 % con respecto al plan inicial, y el 10 % tiene licencias ambientales pendientes. Es decir, excluyendo el gas que tiene dificultades con comunidades, que se espera que entre efectivamente al mercado, hay alrededor de 162 millones de pies cúbicos día comprometidos por estos obstáculos”, señaló la ACP.