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El déficit habitacional, la facilidad para acceder a los subsidios y los efectos de la pandemia, han provocado que este año se perfile como el mejor para la actividad constructora dedicada a la vivienda, coincidiendo con lo expuesto por el ministerio de Vivienda. Así lo destacó el presidente de grupo Oikos, Luis Aurelio Díaz, una de las constructoras de activa presencia en el sector constructor.
El empresario destacó como el comportamiento del mercado de vivienda se ha visto jalonado por las ayudas del gobierno con los subsidios VIS y No VIS, aunado a unas tasas de interés muy competitivas que se están viendo en los bancos de primer piso para los créditos a largo plazo.
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El proceso de pandemia también ha generado una necesidad en la gente por acceder a un plan de vivienda. Según Díaz, eso ha hecho que la prioridad de las inversiones seguras sea la adquisición de una vivienda.
El país tiene un déficit habitacional superior al millón de viviendas. “La cuestión, más que la necesidad y el déficit, es que el gobierno continúe dando subsidio a viviendas de interés social y de estratos 3 y 4, para lograr una mayor dinámica al mercado y poder continuar con las cifras que se vienen dando”, señaló el empresario de la construcción.
Este ritmo de construcción y comercialización de vivienda va a depender de los subsidios, “ya que definitivamente la vivienda VIS se volvió una prioridad en la necesidad de compra e inversión de la gente”, sostiene Díaz.
En cuanto al comportamiento de los precios, el presidente del grupo Oikos destacó que se vienen estabilizando para cierre de 2021. “También esperamos que los precios para el cierre de 2022 estén con crecimientos normales del 5% o 6% anual, porque definitivamente el tema de los paros y la pandemia generó puntualmente un impacto en los costos de desarrollo de vivienda”.
Destacó que el comportamiento de los precios de la vivienda ha beneficiado a los inversores en programas habitacionales. Ese impacto en el costo del desarrollo de materiales para nueva vivienda genera también un jalonamiento del mercado secundario. “Eso logra que quienes han invertido anteriormente en activos inmobiliarios, de alguna manera su patrimonio también tenga una importante valorización durante 2021″, señaló Díaz.
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El presidente de Oikos alertó sobre los efectos que podrían tener el nuevo Plan de Ordenamiento Territorial de Bogotá sobre la construcción. Mostró preocupación porque se restringen las áreas de vivienda a un área de 42 metros cuadrados. “Si algo se ha visto en la tendencia a nivel mundial, es que el número de personas por familia disminuye. La gente para evitar el continuo traslado quiere vivir cerca a los centros de las grandes ciudades y, unas áreas de 42 metros cuadrados o más, muchas veces para 1 o 2 personas son muy grandes. Lo más grave es que no permite llegar a un valor que sea accesible a todos los que quieren estar cerca de las grandes ciudades”, dijo.
Eso también afectaría los cierres de proyectos, lo cual disminuiría de manera importante el lanzamiento de programas VIS hacia el futuro.