
Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
El Día Mundial de la Alimentación es una fecha clave para hablar de temas tan importantes como el hambre y la desnutrición.
Según estimaciones de la plataforma Worldometers, cerca de 891 millones de personas en el mundo padecen desnutrición, más de 1.700 millones tienen sobrepeso y cerca de 900 millones son obesas. Sin embargo, la cifra que más preocupa es la que muestra que, en lo que va del año, casi nueve millones han muerto de hambre.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) reporta que en el mundo 673 millones de personas siguen con hambre, mientras que 2.600 millones no logran costear dietas saludables.
Como en muchos otros temas, lo que refleja este problema son las enormes desigualdades que persisten en el planeta. Ejemplo de esto es que mientras millones pierden la vida por inanición, una quinta parte de los alimentos en todo el mundo van a la basura.
Aunque los problemas de subalimentación tienen un notable protagonismo en regiones como el África Subsahariana, el sur y occidente de Asia, en América Latina y el Caribe esto no es un asunto menor.
Según la FAO, el 5,1 % de la población de esta región padece este problema, lo que equivale a 34 millones de personas.
En Colombia, reflejan los datos del DANE, el 11,7 % vive en pobreza monetaria extrema, es decir, en hogares cuyos ingresos no alcanzan para cubrir una dieta mínima de 2.100 calorías diarias. En este grupo están aquellos cuyos ingresos por persona se encuentran por debajo de los $227.220 al mes. La buena noticia es que de 2023 a 2024, 420.000 colombianos salieron de esa situación.
Aun así, la FAO señala que en el país una de cada cuatro personas padece de inseguridad alimentaria, mientras que el 36 % no consigue costear dietas saludables. Para esto recomienda que se adelanten políticas e inversiones con enfoque territorial.
No obstante, persisten factores que dificultan que más personas superen la subalimentación. Uno de ellos es el desperdicio de alimentos: como lo indica la FAO, en Colombia se pierden cada año 9,76 millones de toneladas, equivalentes al 34 % de la producción disponible para el consumo humano. En ciudades como Bogotá, la cifra alcanza 1,2 millones de toneladas anuales. En esto es clave, por ejemplo, el trabajo que hacen los bancos de alimentos.
Otro aspecto relevante es que aunque el país cuenta con un potencial de más de 40 millones de hectáreas para el cultivo, solo se está aprovechando el 30 %. La FAO resalta que detrás de esto hay una gran oportunidad para realizar alianzas, financiamiento y apoyo gubernamental para aumentar la producción de comida.
“Este Día Mundial de la Alimentación recordamos que comer bien no es un lujo: es un derecho y la base de la salud, la educación, la productividad y la paz”, señaló la FAO.
En el mundo, en promedio una dieta saludable cuesta unos USD 4,46 por persona al día, mientras que en América Latina y el Caribe esto asciende a los USD 5,16. En Colombia, el indicador es de USD 4,67. Son más de 2.600 millones de personas las que en todo el globo no la alcanzan a costear.
Aunque este pareciera ser un problema que solo pueden resolver los gobiernos y las grandes organizaciones, lo cierto es que las cifras también muestran que los hogares tienen un papel crucial. La lucha contra el hambre comienza con un acto tan simple como no dejar que la comida termine en la basura. Compartir el alimento podría ser, en muchos casos, el primer paso para reducir la desigualdad.
💰📈💱 ¿Ya te enteraste de las últimas noticias económicas? Te invitamos a verlas en El Espectador.
